Porque el actual gobierno que encabeza Milei es un rejunte de los peores exponentes de la banca y los representantes del empresariado, que pretenden barrer con conquistas del pueblo y lxs trabajadorxs, como queda expresado en su “Decreto 70/23” (DNU) y la “Ley Ómnibus”. Tal como hemos analizado, tanto el DNU como el proyecto de “Ley Ómnibus” son un compendio de las pretensiones del gran empresariado, el imperialismo y el capital financiero.

Porque es imprescindible rechazar esos proyectos de manera integral, en toda su extensión. Ellos consagran los negocios para un puñado de ricos y empobrecen al ya castigado pueblo trabajador. Se pretende licuar salarios y jubilaciones; se les quitan obligaciones a los monopolios, doblemente beneficiados: por la devaluación, por la liberación de normas que regulen su actividad. Para los ricos, ganancias ilimitadas; para laburantes y jubiladxs, hay “protocolo” represivo pero “no hay plata”.

Porque el gobierno que habla contra “la casta”, se entrega a la “rosca” parlamentaria negociando bajo la mesa las prebendas con los diputados y senadores; a la par, gobierna para los monopolios y el FMI, a los que beneficia con la devaluación y la rebaja de nuestros ingresos.  

Porque la pelea es a fondo, y porque derrotar estas medidas implica pensar también en derrotar a este gobierno vendepatria, que quiere ponerle precio de remate a los bienes comunes como el suelo, mares y ríos, los minerales e hidrocarburos; o limitar más aún el acceso a la salud y la educación; o liquidar derechos históricos, como el derecho a huelga, a la indemnización por despido o las vacaciones pagas.

Porque el paro y movilización del 24 de enero deben ser el inicio de la entrada en escena de la clase trabajadora y el pueblo, quienes verdaderamente pueden asumir estas tareas y poner en pie un programa opuesto al del actual gobierno, pero también al de sus antecesores, que le abrieron la puerta y dejaron un tendal de pobreza e inflación.

Porque lxs laburantes debemos tomar en nuestras manos esta tarea, sin confiar en que los caciques y burócratas que dirigen la CGT vengan a resolver nuestros problemas, ni depositar expectativas en un parlamento que se aviene a negociar con un gobierno autoritario o en una justicia de ricos y corrupta.

Porque debemos apostar a la unidad de acción amplia y para la lucha. Con este paro solo no va a alcanzar. Pero a la par, es indispensable levantar un programa que ponga el eje en nuestros intereses como clase trabajadora. Echar al FMI y no pagar un centavo más de una deuda externa fraudulenta. Nacionalizar la banca. Unificar y estatizar los sistemas de salud y educación. Confiscar al gran empresariado que vive desde siempre del trabajo ajeno, y constituye la peor casta parasitaria que hay.

El paro general de este 24 debe dar inicio a una lucha masiva contra este gobierno. El planteo de lxs revolucionarixs no solo hace eje en la posibilidad de derrotarlos, sino además en la necesidad de superar el origen de la actual crisis, que no es otra cosa que la descomposición capitalista.   

 

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