Un nuevo aniversario del fusilamiento de Carlos Fuentealba tiene lugar este 4 de abril. Hace 14 años Carlos, trabajador de la educación, activista de ATEN y militante de izquierda, moría como resultado de un disparo de gas lacrimógeno recibido por la espalda, a tan solo dos metros de distancia. El autor material, Darío Poblete, fue condenado a cadena perpetua por el rápido y contundente repudio social que se manifestó masivamente en las calles de todo el país. Pero la lucha por justicia no termina. Jorge Sobisch, el entonces gobernador y candidato a presidente se encuentra libre gozando de la impunidad que le garantizan los jueces, los partidos gobernantes y  los sectores empresariales que pidieron el desalojo de la ruta aquella semana santa de 2007. 
Luego de ordenar la represión que terminó con la vida de Carlos, Sobisch siguió ocupando cargos públicos como funcionario del MPN, en 2019 Democracia Cristiana lo llevó como candidato a gobernador de la provincia y actualmente el macrismo podría darle un lugar preferencial como candidato en las próximas elecciones a diputado nacional por Cambiemos. Mientras Jorge Omar Sobisch siga libre el reclamo de justicia por Carlos y cárcel a todos los responsables de su asesinato debe seguir en pie. Solo con la fuerza organizada de lxs trabajadorxs, manifestándonos en la calle y en unidad con todos los sectores en lucha, podremos terminar con la impunidad de quienes gobiernan el ajuste con represión y muerte.   
Luego de 14 años, los balances y debates en torno a la lucha por justicia y memoria activa siguen abiertos y se polarizan cada día más. La actual conducción sindical de ATEN y de la central docente CTERA, de carácter oficialista, han blindado el debate a los márgenes de una estrategia política y legal meramente institucional, superestructural, tratando de alejar de la calle y de las acciones de protesta el reclamo de justicia. La misma central que se negó sistemáticamente a acompañar con paros y medidas de fuerza la exigencia por justicia, se empeña en mostrar a Carlos como un docente de vocación, desideologizado, víctima de una decisión sindical irracional, como si subirse a la ruta en defensa de salario y condiciones laborales fuera una medida innecesaria. Hoy la conducción de ATEN suma un capítulo más a la política de silencio y desmovilización, convocando a un acto virtual por zoom en lugar de convocar, como todos los años y como es necesario, a movilizar masivamente en la calle y con medida de fuerza, en homenaje a la memoria de Carlos y en reclamo por justicia para todos los responsables políticos de su asesinato.   
Desde Venceremos-PT, junto a lxs compañerxs de la agrupación Azabache, del frente FUAL-Bermellón y demás sectores antiburocráticos de ATEN, nos convocamos este 4 de abril en el sitio donde fusilaron al compañero, para recordarlo como fue, un trabajador, un activista sindical y militante de izquierda comprometido con la lucha de clases. La cita obligada sobre la Ruta Nacional 22, a la altura de Arroyito, es más que un homenaje: es reivindicar la lucha que nos encontró aquel fin de semana largo de abril en ese lugar, como nos encuentra hoy junto a lxs trabajadorxs autoconvocadxs de la salud, exigiendo mejores condiciones salariales.  Porque Carlos Fuentealba estará presente en cada lucha, ¡ahora y siempre!

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