25N: “El capitalismo y el patriarcado muestran con muchísima claridad su potencialidad violentogénica”
Este 25 de noviembre, Día de la No violencia hacia las mujeres, para recuperar la historia de las hermanas Mirabal y pensar la actualidad de sus luchas en esta etapa, entrevistamos a Alejandra Ciriza, es militante social, docente, investigadora del CONICET, Doctora en Filosofía, especializada en estudios feministas, filosofía política y perspectivas latinoamericanas sobre genealogías feministas y Directora de la Maestría en Estudios Feministas de la UnCuyo.
Venceremos-PT: ¿Cómo podrías sintetizar para quien no conoce la historia quiénes fueron las Hermanas Mirabal y por qué ese día se convirtió en el Día de la No Violencia hacia las mujeres?
Alejandra Ciriza: Es un poco difícil sintetizar la historia política de las Mirabal, porque lo que queda fijado en las memorias feministas es su asesinato el 25 de noviembre de 1960 que las convirtió en un emblema para los feminismos. Pero a me parece que es importante recordar el contexto que provoca este asesinato y ubicar las Mirabal en la historia latinoamericana de la época. Porque ellas formaron parte de un movimiento, del Movimiento 14 de junio, de resistencia a la dictadura de Rafael Trujillo, quien fue durante 30 años dictador en República Dominicana. Un genocida sistemático, porque se calcula que hubo alrededor de 50 mil personas entre detenidas, desparecidas y asesinadas durante la dictadura de Trujillo. Trujillo sintetizaba en buena medida una imagen de dictador emparentada con otros dictadores en ese momento de la historia de Nuestramérica.
Dictadores como Somoza y Batista fueron sus coetáneos y asociados. Y estas mujeres, nacidas en medio de privilegios en República Dominicana, tanto que dos de ellas a pesar de provenir de una familia conservadora, ingresaron a la universidad, Minerva y María Teresa. Este ingreso a la universidad fue para ellas un factor muy importante de politización y de oposición a la dictadura trujillista. Formaron parte del Movimiento 14 de junio y estaban casadas a su vez con dos activistas de ese mismo movimiento, Leandro Guzmán y Manolo Tavárez. Entonces a su vez Patria, de una matriz más católica y más conservadora, también colaboró fuertemente con sus hermanas en la oposición a la dictadura de Trujillo.
Después de haber estado presas durante un tiempo, Minerva y María Teresa recobran la libertad y permanecen en una especie de prisión domiciliaria mientras sus maridos son efectivamente encerrados en la cárcel, en las mazmorras de la dictadura de Trujillo. Y ellas fueron asesinadas en un viaje de visita a esa cárcel, asesinadas a machetazos. Ese asesinato horroroso de la dictadura trujillista es lo que las convierte en un emblema en las luchas anti dictatoriales y contra las dictaduras en Nuestramérica.
Las razones por las cuales se convierten en un emblema de la lucha contra la violencia en Nuestramérica es porque en 1981 durante el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe su nombre fue propuesto como un símbolo de la lucha contra la violencia hacia las mujeres. Porque Trujillo, y esto también hay que señalarlo, era conocido como “el chivo”, por sus prácticas de abuso sexual sistemático. Entonces, estas características de Trujillo y estas características de estas luchadoras, son las que contribuyen a hacer de ellas un símbolo de las luchas contra la violencia hacia las mujeres en Nuestramérica.
¿Qué aporta la recuperación de esa historia para los debates que atraviesan al feminismo?
Creo que lo que aporta para los debates feministas la figura de las Mirabal y esa conmemoración establecida por los feminismos nuestroamericanos el 25 de noviembre, es un elemento para pensar en esta relación inexplicable entre dictadura y violencia contra las mujeres, entre gobiernos autoritarios y misoginia, entre resistencia mujeril y respuestas patriarcales, ¿no? Que son asuntos, me parece, en esta coyuntura, necesitamos pensar. Porque si hay algo que caracteriza a los gobiernos derechistas, y el de Trujillo lo era, era un gobierno de corte fascista con alianzas claras, no sólo con Fulgencio Batista, sino también con Francisco Franco, por poner un ejemplo, creo que esa relación entre fascismo y misoginia de alguna manera, en este momento de restauración derechista y conservadora, está a la orden del día. Por eso me parece muy importante recuperar esas imágenes, esas figuras de las Mirabal, como combatientes contra una dictadura, no solamente como mujeres firmes, con ideales emancipatorios, con posibilidades singulares de tener una vida diferente de la del común de las mujeres, sino precisamente como activistas contra el autoritarismo y la brutalidad. Trujillo es un emblema de eso y ellas son un emblema de resistencia.
¿Cuál es la actualidad del legado de la lucha de las hermanas Mirabal en la situación de crisis profunda que estamos viviendo en el mundo y en el país?
Creo que la dictadura de Trujillo fue realmente un calvario para el pueblo dominicano, donde se conjugaron la concentración de riqueza, el abuso de poder, el autoritarismo, el fascismo, la misoginia, y la patente de corso violar. En este momento de la historia del país y en este momento de la historia mundial, un momento en el cual el capitalismo y el patriarcado muestran con muchísima claridad su potencialidad violentogénica, mientras en el país, en este caso en la Argentina, un gobierno de ultraderecha, elegido por voluntad popular, lo que yo considero un ejemplo más que claro y nítido de revolución pasiva, atenta contra las formas de institucionalidad y de defensa de los derechos de las mujeres. Claramente estamos en un momento de intenso retroceso, y claramente es muy importante para nosotras recuperar nuestras genealogías de luchadoras. Las Mirabal lo fueron.