Parece casualidad que conmemoremos su nacimiento tan cerquita de la declaración formal de nuestra independencia. Pero lejos de tomar solo a ciertas personalidades y otorgarles un status de héroes de la patria vacío, con olor a bronce, creemos que la reivindicación de la figura de Juana Azurduy es esencial en la construcción de un proceso revolucionario en nuestro continente.
No podemos olvidar que nuestra primera independencia se construyó con la participación activa de las masas de desposeides, de las mujeres, pueblos originarios, es decir un proyecto político revolucionario colectivo y de masas.
Ahí está ella, ya son 241 años de su nacimiento y es imposible no ver a nuestra Patria Grande reflejarse en ese espíritu de lucha de nustres libertadores, que hoy se ven representades en la primera línea, son la avanzada para construir esa tan ansiada segunda y definitiva independencia retomando la que comenzaron los pueblos americanos hace más de 200 años. Y en lo que va de este camino ya son más de un gobierno que con su populismo barato no ha hecho más que vanagloriar a figuras revolucionarias mientras las vacían de contenido.
Pero contra todo y todos, la figura de Juana Azurduy se agiganta porque su ejemplo es la demostración de una rebeldía necesaria en nuestros tiempos, un proyecto político revolucionario que represente a los sectores excluidos hace más de 500 años desligados de las elites nacionales que supeditan la liberación nacional al desarrollo de un proyecto burgués condicionado por el imperialismo.
UN POCO DE SU HISTORIA
Juana Azurduy lideró el ejército de “Las Amazonas”, conformado íntegramente por indias, mulatas, marrones, mestizas y criollas, que jugó un rol clave en la liberación del Virreinato del Río de la Plata y del Alto Perú. Su desempeño militar fue sumamente destacado lo que la convirtió en la primera mujer en integrar oficialmente el ejército del Río de la Plata. Recibió el rango de teniente coronel y el sable simbólico del general Belgrano por su heroica defensa en marzo de 1816 de la hacienda del Villar, con solo 30 fusileros y en la que ella misma mató al jefe realista. Ver “Juana Azurduy la flor guerrera del Alto Perú”.
Juana Azurduy fue una de les comandantes guerrilleres con quien que contó la gesta de la Independencia en el Alto Perú. Su ejército popular, peor armado que las tropas realistas pero infinitamente más bravo que éstas, se enfrentó en una de las mayores batallas que debieron soportar los colonialistas. Su accionar no fue en soledad ni aislades, contaron con la participación de aproximadamente 10.000 seguidores; aunque solo una pequeña parte eran soldados regulares. Resistieron hasta que junto con otros grupos se replegaron para unirse a las fuerzas de Güemes y desarrollar la guerra irregular o de guerrilla esperando la necesaria ofensiva libertadora que completara la maniobra sanmartiniana. Miles de rebeldes altoperuanos se replegaron hacia las provincias hoy argentinas y de ellos salieron los congresales que representaron al Alto Perú en el congreso de Tucumán en 1816. Ver “A 239 años del nacimiento de Juana Azurduy: Venceremos!”.
Por esto, lejos de poner a tamaña mujer en el pedestal estúpido y rimbombante de los eternos aplaudidores, luchamos contra el olvido,que quiso borrar con el codo lo que ella escribió con el sable, contra el silencio de una historia que pretende acallar su lucha en la independencia americana porque teme a que se gesten nuevas Juanas que nos marquen el camino. Por eso levantamos también a las mujeres de nuestro continente, y nos embanderamos con su fuerza y valentía para dar las batallas que tenemos por delante. Por la libertad, contra toda opresión y por el socialismo, ¡venceremos!