Mientras en la provincia de Córdoba se empieza a acomodar el armado de listas para las próximas PASO y los partidos discuten quiénes serán sus representantes en las próximas legislativas, el oficialismo de Hacemos por Córdoba (HC) y el gobierno nacional “deciden” ir con sus listas propias, nuevamente.

En un marco de incertidumbre y temor para la clase política nacional debido a los logros inexistentes de una política improvisada y con pocos triunfos en el manejo social económico y político de la pandemia, los estados necesitan sostener la ilusión de una posible mejoría. Pero esa mejoría no está pensada para lxs que más necesitan sino en función de aquellxs que más tienen: se eliminan retenciones de granos y se puede ver que la tasa de rentabilidad de las empresas lejos de bajar, crece aún en este contexto.

 

Desacuerdos y coincidencias

El cordobecismo que ya cuenta en su lista con un sinfín de malas decisiones, al principio de la pandemia, casi sin casos, acompañó las decisiones del gobierno nacional, pero como polo productivo del interior inmediatamente se empezó a escuchar la voz del empresariado y el sector comercial así como el turístico previendo las pérdidas económicas. Las medidas en cuanto al control y la gestión de la pandemia fueron improvisadas y mal encaradas. Hubo un parate interminable en el transporte que dificultó la movilidad de lxs más excluidxs y dejó pocas alternativas para el personal esencial a la hora de trasladarse. Aun hoy hay municipios y comunas que gracias a lo ambiguo de la interpretación sobre las restricciones siguieron con actividades en sus escuelas de forma presencial.

En el Frente de Todos se esfuerzan por señalar las diferencias que hacen imposible su alianza desde el punto de vista electoral, pero en el territorio y mientras no hay elecciones son funcionales lxs unxs a lxs otrxs. Esto deja en evidencia lo pobre de la discusión que se está dando a nivel político. Fuera de época de elecciones estas fuerzas tienen fuerte presencia en los territorios mediante la cada vez más insuficiente ayuda social que llega desde la nación.

Lxs estudiantes de menos recursos quedan sin acceso al programa de ayuda alimentaria “Paicor” a la espera de lxs punteros que reparten bolsones. Por su parte, lxs maestrxs de la provincia que ya cuentan con más de 20 fallecidos desde la vuelta a la presencialidad también sufren las consecuencias de estas decisiones.

La desocupación, que a nivel nacional asciende a un 10,8%, en la provincia de Córdoba escala a un 14,8% (unxs 115.000 trabajadorxs). La brecha salarial, que ya es inaceptable para lxs trabajadorxs, aquí es aún más grande.

 

Las listas de lxs de arriba

Hubo rumores de una posible alianza entre el FdT y el schiarettismo en Córdoba después de una reunión entre lxs referentes locales y otros a nivel nacional (Caserio, Estévez, Eduardo Fernández). Las próximas elecciones son casi una interna abierta pensando en 2023 para HC. Todo indica que las dos cabezas de lista finalmente serán en HC: Alejandra Vigo y Natalia de la Sota, y por el Frente de Todos: Carlos Caserio y Martin Gill. Otra definición de esa reunión es avanzar después de recibir el visto bueno de AF con la largada electoral del FdT local. Hacen esta lectura de no pensar en la alianza con Hacemos por Córdoba ya que entienden que hay mucha más cercanía entre HC y Juntos por el Cambio que con el propio kirchnerismo.

Más allá de esto, las coincidencias son estructurales. Los planes tanto de la nación como del propio gobierno provincial para los recursos naturales de Córdoba son claramente extractivistas: el avance de la autovía de Punilla (con el estado nacional dando su aval para el endeudamiento), el negocio inmobiliario, el monocultivo extensivo (mediande el uso de agrotóxicos) y el pleno impulso de la actividad minera (declarada como actividad esencial en el inicio de la pandemia.

La forma de manejo de esa situación de crisis se alinea en Córdoba con medidas que van hacia la derecha. La justicia criminaliza las luchas y las fuerzas de seguridad aplican cada vez más fuerza sobre lxs que menos tienen.

Quizá sea éste un momento en el cual lxs trabajadorxs deberíamos pensar más en junto a quiénes estamos a la hora de luchar y de qué forma vamos a sostener esas luchas. Cómo vamos a hacer frente a esta crisis que golpea cada vez más fuerte a los sectores más excluidos y precarizados de la población, a las mujeres a las disidencias y por supuesto a toda la clase trabajadora.

Es una tarea impostergable poder generar las redes que vuelvan a poner en vigencia los conflictos que nos atraviesan entendiendo que todas las luchas encuentran un hilo conductor en oposición a las propuestas reformistas que solo sirven para agrandar cada vez más la desigualdad.

Sabiendo que no se puede ceder ni un poco ante las propuestas de “solución” que nos plantea el sistema capitalista con su propuesta de progreso condenando el suelo el aire y la tierra para el beneficio de unos pocos.

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí