El día de hoy, jueves 25 de marzo, tuvo lugar el desalojo por parte del aparato represivo hacia el acampe que los vecinos del Suncho Huayco en la localidad de Bialet Massé, Córdoba mantenían en protesta contra la instalación de una línea de alta tensión que pasa por el medio de su barrio. El operativo desplegó más de 40 efectivos para desalojar unxs veinte vecinxs que se aferraban al pozo de una torre de alta tensión con sus propias manos y la esperanza de que las fuerzas represivas no avanzaran. Durante las últimas semanas, entre fiscalía y la policía habían montado un operativo de inteligenciapara amedrentar vecinxs intentando que abandonen la lucha y lxs pobladorxs sufrieron hostigamiento en las puertas de sus casas. A pesar de eso, algunxs vecinxs mantuvieron el acampe con la solidaridad de compañerxs de localidades aledañas.
Lxs vecinxs organizados en asamblea vienen denunciando desde hace más de 2 años el intento de instalación de una línea de alta tensión de 132 kilovatios que recorrerá 12 km y atravesará su barrio. Sostienen que que el campo electromagnetico (CEM) generado por la línea puede producir daños irreversibles en los habitantes por la cercanía de sus hogares. Desde hace meses que intentan dialogar con las autoridades locales, provinciales y judiciales y no tienen ninguna respuesta. Nadie puede garantizar que esas torres no generarán daño, sin embargo avanzan decididamente.
El accionar policial del día de hoy, que desalojó sin la presencia de la fiscalía y con una orden de desalojo con fecha vencida, y el amedrentamiento de las últimas semanas son evidencia de que no existen argumentos convincentes sobre la inocuidad de esta obra. A pesar del desalojo, la lucha continúa hasta que la LAT se vaya.
Hecha la ley, hecha la trampa
Segun la legislacion actual, este tipo de obras no necesitan de estudios de impacto ambiental ni de salud. A pesar de que aún hay controversia respecto de las consecuencias de los CEM en zonas urbanas, los gobiernos provincial y local no hacen uso del principio precautorio que defiende, ante la duda, la salud de las personas y el ambiente. En este caso, la ley, que les es favorable, se cumple a rajatabla. La participación ciudadana queda tan sólo en los papeles y las denuncias de la población no son tenidas en cuenta. Los gobiernos acostumbran a planificar los territorios sin considerar las necesidades locales ni la vida de las personas. Desde que se proyectó la autovía de Punilla como parte del plan IIRSA, estos territorios pasaron a ser zonas de sacrificio para el capital. Todo lo que aquí viva, será sacrificado en pos de las ganancias capitalistas.
Obras de semejante embergadura son impuestas negando la participación popular, pero los reclamos y propuestas de quienes viven en los territorios deben ser tenidas en cuenta. No hay prueba de que este tendido eléctrico sea para el beneficio de la población, más bien todo indica que es necesaria para seguir aumentando la infraestructura del saqueo de nuestros territorios. La prepotencia del poder que se cree dueño de nuestras vidas fuerza a las personas a salir a la calle, autoorganizarse y resistir. Pero no es suficiente. El aparato represivo que denunciamos este 24 de marzo en todo el país sigue intacto y opera contra nuestras organizaciones y nuestras acciones.
El capitalismo y el extractivismo se requieren mutuamente. Debemos prepararnos creando organizacion para resistir y enfrentarlos.
25-03-2021