En el contexto de cuarentena y expansión del contagio del Coronavirus, y frente a la necesidad de atención de la población, entrevistamos a Patricio Delfino, médico generalista y de familia, que trabaja en el Centro de Salud y Acción Comunitaria (CESAC) N° 19, de CABA, que depende del Hospital Piñero, para que nos cuente la situación sanitaria que se vive en ese distrito.

Venceremos – Partido de Trabajadorxs: ¿Cuál es la situación del Hospital Piñero previamente a esta emergencia sanitaria?

Patricio Delfino: Hay dos aspectos que señalar para entender un poco la situación actual del sistema de salud frente a la emergencia sanitaria. El primero, que la emergencia sanitaria actual es por coronavirus, dengue y sarampión. La aclaración la hago porque en los medios masivos de comunicación se habla solo de coronavirus, pero estamos frente a una situación inédita respecto a años anteriores por la emergencia de nuevos casos de sarampión y la multiplicación de casos dengue. El dengue, una epidemia que ya está bastante establecida en Argentina y particularmente en la ciudad de Buenos Aires, hay que mencionarlo. Por otro lado, hay que mencionar la situación del sistema de salud público en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que viene de un abandono crónico que se agudizó en los últimos años. Las políticas de los gobiernos de Macri y Larreta han vaciado la salud pública. Si bien sabemos que la salud pública no ha sido prioridad de los gobiernos en general, en los últimos años la situación empeoró muchísimo. En particular, en el hospital Piñero, uno lo puede ver en las condiciones edilicias precarias, los servicios, la falta de insumos y la mala calidad de los consultorios. Consultorios pequeños, con poco espacio, divisiones con paredes de durloc, se van haciendo para acomodar la situación frente a las demandas. A partir de la emergencia sanitaria aparecen aspectos específicos que tornan la situación mucho más grave. Si el sistema ya tiene una situación estructural mala, cuando se agrega una emergencia la cosa empeora. La emergencia por coronavirus requiere una serie de insumos que no están disponibles. Por ejemplo los equipos de protección personal para los trabajadoras y trabajadoras de la salud, barbijos, mascaras faciales (que en realidad son producto de donaciones), antiparras o gafas para la protección de los ojos, camisolines de consulta, camisolines especiales, de mayor protección, como los hidrorepelentes que tienen que usar los trabajadores para tomar las muestras o hisopados de coronavirus. Son todos insumos que llegan en escasa cantidad. De hecho, inicialmente ni siquiera nos lo proveyeron. Costó obtenerlos, fue a partir del reclamo de los trabajadoras y trabajadores que se logró que las autoridades nos brinden una cierta cantidad de estos equipos de protección personal, pero los brindan a cuentagotas. Nos preocupa que no haya un abastecimiento permanente de estos insumos, y se sabe que conforme vaya pasando el tiempo no van a alcanzar. A esto se suma la situación de los centros de salud que es particular y difiere respecto al hospital. El hospital Piñero tiene 13 centros de salud que dependen del hospital. Desde que asumió Larreta, hubo un reordenamiento del sistema de salud. Al vaciamiento de los hospitales se le agrega la creación de la secretaría de atención primaria para la salud. Esto en principio trajo algún que otro beneficio. Por ejemplo, se abrieron muchos concursos de planta permanente para trabajadores médicos y no médicos, se sumaron profesionales de planta de terapia ocupacional, enfermería, distintas especialidades médicas, como psicología y en los equipos de salud mental. El problema, es que con esto se busca que los centros de atención primaria de la salud cumplan con alguna de las funciones de los hospitales, y no están preparados para esto desde ningún punto de vista. Ni de casualidad el vaciamiento de los hospitales llega a reemplazarse con los centros de salud. Esto, frente a la emergencia sanitaria actual se ve de manera muy clara. Por ejemplo, se pretende que los centros de salud también actúen como unidades de atención para casos de coronavirus, pero la verdad es que son instituciones que fueron creadas para otra cosa, no cuentan con la infraestructura necesaria para hacer frente a la pandemia. Cada centro de salud se trata de organizar según sus propias condiciones para mantener un consultorio específico para la atención de coronavirus y separarlo del resto para que no haya contaminación, pero la verdad, en la práctica, es imposible de llevar adelante. Los centros de salud están construidos de una manera que, en la mayoría de los casos, no permite una circulación sin contaminación. Esto hace que los trabajadores y pacientes estemos expuestos de manera permanente. Además, hay que mencionar el dengue que también forma parte de la emergencia sanitaria, que requiere de un montón de insumos para el cuidado de los trabajadores y la población, y que no están. Repelente en cantidad suficiente y permanente, mosquiteros que impidan el ingreso del mosquito a los consultorios del hospital y centros de salud y una política de desinfección y descacharrización en los barrios, para evitar la propagación del mosquito. Todo esto se hace de manera parcial e intermitente, y las políticas llevadas adelante de esa manera no sirven para prevenir el dengue, ni para hacer un tratamiento una vez que se diagnostica la enfermedad. En los últimos meses, hay momentos donde falta la provisión de vacuna para combatir el sarampión. La forma de prevención de esta enfermedad es la vacuna, y en este momento, que vuelven a aparecer casos después de muchos años, no contamos con esta. La falta de políticas de articulación entre los centros de salud y los hospitales es otra forma en la que se expresa el vaciamiento de la salud pública. En el contexto de emergencia sanitaria nos encontramos que las derivaciones de casos de dengue al hospital se dificultan porque están principalmente abocados a enfrentar la pandemia, las personas con dengue quedan relegadas y no pueden acceder a los estudios básicos. Las salas de los hospitales de a poco se van desbordando. Cuando hay insumos para hacer el hisopado, que no siempre ocurre,  frente a un caso de sospecha, esa persona tiene que quedar internada hasta que esté el resultado. Por otro lado, las personas que consultan por coronavirus en los centros de salud tienen que ser derivadas al hospital y esto se puede hacer solamente a través de unidades móviles, que llamamos coronamóvil, exclusivamente destinadas a trasladar personas con sospecha de coronavirus al hospital. Se trata de colectivos escolares adaptados, pero si los casos son moderados o graves, el traslado se hace realmente dificultoso, los traslados del Same tardan un montón y trasladar en un colectivo a alguien con dificultad respiratoria no es una opción.  Y mientras espera en el centro de salud puede sufrir una descompensación. Ya nos ha pasado en más de una oportunidad, ya que estos casos requieren de cuidados intensivos, con  equipamiento que no cuenta un centro de salud. Eso hace a la complejidad y la falta de articulación entre centros de salud y hospitales.

V-PT: ¿Cuál es la situación de los y las trabajadores de la salud?

PD: Con respecto a la situación de los trabajadores y las trabajadoras, existen muchísimos tipos de contratación. Los trabajos de limpieza y seguridad están terciarizados, y hay trabajadores de planta permanente y transitoria, tanto médicos como no médicos. Después están los sistemas de concurrencias y residencias, que son trabajos y sistemas de capacitación en servicio, gente que ya tiene un título habilitante pero que se está especializando y eso lo hace trabajando en los hospitales y centros de salud. A los residentes, en general, se le hacen cumplir muchas más horas de lo que les corresponde. Hay residentes que pasan prácticamente todo el tiempo en el hospital, vuelven poco y nada a sus casas. Y las concurrencias, la particularidad que tienen es que no cobran, no tienen ART, no tienen viáticos, no tienen comida en los centros de salud ni en el hospital. Hay contrataciones de planta permanente en condiciones un poco mejores pero es inconcebible pensar que un hospital esté sostenido en parte por trabajadores en esas condiciones. En este contexto, las condiciones de trabajo son bastante malas por la falta de insumos y equipo de protección personal. Trabajar en consultorios pequeños y sin ventilación adecuada, con directivas y protocolos muchas veces contradictorios, que se actualizan día a día desde el nivel central, complejiza aún más las condiciones de trabajo. Los efectores de salud hacemos lo que podemos para trabajar con órdenes y contraórdenes. El dato que refleja lo precario de los hospitales públicos en este momento, es el alto porcentaje de casos de coronavirus entre trabajadores de la salud, es el porcentaje más alto a nivel mundial, un 14 % del total de casos. A lo que se le deben sumar varios casos confirmados en centros de salud de trabajadorxs contagiados por dengue. Ya hubo casos confirmados de coronavirus en el CESAC 14 y 44, en el sector de terapia intermedia del hospital y en traumatología. En lo que va del año no hemos recibido ningún aumento salarial ni bono, además, desde que se declaró la emergencia los trabajadores de la salud han encontrado grandes dificultades para conseguir las licencias que les corresponden cuando se tratan de personas con enfermedades crónicas o mayores de 60 años, que forman parte del grupo de riesgo, o que tienen a su cargo niñas o niños. No pueden dejar de ir a trabajar por el decreto que estipula que forman parte de un servicio esencial pero no tienen como organizar el cuidado de sus hijas o hijos.

V-PT: ¿Cómo es la organización de los trabajadores y trabajadoras allí?

PD: En el hospital Piñero lo principal y lo más fuerte en términos de organización de los trabajadoras y trabajadores, y que es el espacio más activo es la Asamblea de Trabajadores Autoconvocadas, que está conformada por distintos actores. La misma surge a partir de una Comisión de Seguridad e Higiene también autoconvocada, y que devino en la asamblea. Esta es motorizada principalmente por la Asamblea de Residentes y Concurrentes que tiene mucha fuerza en el hospital Piñero, junto a integrantes de otros gremios, y personas no afiliadas a ninguna representación sindical. Entre las organizaciones gremiales que participan se encuentra la Asociación de Profesionales del Servicio Social (APSS) que también suelen tener muchísima actividad en los reclamos y reivindicaciones por los derechos laborales, también trabajadores y trabajadoras que estamos afiliados a ATE, que no tenemos junta interna en el hospital, pero que estamos afiliados porque consideramos que nos permite una articulación intersectorial un poco más grande.

Por otro lado, aparte de la Asamblea de Autoconvocadxs también hay gente en el hospital que está afiliada a los gremios más tradicionales de la salud, que están bastante inactivos, que son la Asociación de Médicos Municipales, que históricamente estuvo alineada con el del macrismo y con el gobierno de Larreta con acuerdos paritarios muy malos, de mucha precarización y bajos aumentos salariales. Después está la Federación de Profesionales, que nuclea a toda asociación de profesionales no médicas, como de servicio social o psicólogos. Salvo la APSS que es la de servicio social, el resto de la federación también tiene una actitud similar a la de médicos profesionales, y por ultimo esta Sutecba, que nuclea a enfermería y administrativos que también está alineado con el macrismo y el gobierno de Larreta.

V-PT: ¿Cómo es la situación sanitaria en general en CABA?

PD: con respecto a la situación sanitaria en capital hay un vaciamiento crónico. La cantidad insuficiente de trabajadores de la salud que ante este tipo de emergencia se ve rápidamente saturado, y que hace que sea muy difícil hacer frente en estas condiciones. A la precariedad del sistema de salud público, se suma la fragmentación con los otros dos sistemas, el de obras sociales y prepagas, está todo muy desarticulado, además de que el sistema público subsidia a los otros dos sistemas. La gente de prepaga y obras sociales asiste al sistema público porque incluso en estas condiciones obtiene más respuestas. Si las proyecciones con respecto al coronavirus se llegan a cumplir, podemos estar en una situación dramática. Sobre el dengue se habla poco en los medios y está causando estragos sobre todo en la zona sur de la ciudad, en las comunas 7, 8 y 4 en muy importante la cantidad de casos.

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