En septiembre el gobierno nacional presentó ante el Congreso el Proyecto de Presupuesto para el próximo año. Recortes y deuda pública son las líneas principales de la «ley de leyes» que el macrismo busca aprobar su triunfo electoral. 

En el documento de resumen del Proyecto de Presupuesto, el gobierno nacional estima como se moverán las principales variables económicas durante el próximo año: acorde a las metas planteadas por el BCRA el Ministerio de Economía encabezado por Dujovne, proyecta una inflación promedio del 15,7%, unos 9 puntos por debajo de lo que finalizará este año. Un objetivo que, a la luz del plan de aumento de tarifas y servicios, resulta dificil de cumplir. También se calcula continuar con la devaluación y llevar el dólar a $19,30.
La gran apuesta de Cambiemos es que el PBI crezca un 3,5% durante el 2018. De esta manera, se saldría definitivamente de la recesión luego de un año de altos y bajos. Sin embargo, la base de este crecimiento sería resultado de la inversión mentras el consumo por su parte, estaría prácticamente estancado. A su vez, se proyecta un crecimiento de las importaciones nuevamente por encima de las exportaciones.

La deuda con el pueblo
Unos de los principales objetivos del Gobierno de Macri al momento de asumir, era reducir el gasto público y el déficit fiscal. En base al crecimiento económico y a mantener algunos gastos congelados, se calcula que el déficit primario, es decir ingresos menos gastos, pasará de ser un 4% a un 3,2% del PBI. Por lo que deja ver el proyecto de ley, Cambiemos mantendrá su estrategia de reducir el gasto gradualmente para no jugar todo su capital político y no enfriar la economía. Pero aquí hay una trampa matemática, ya que si se cuentan los pagos de intereses de la deuda, el déficit llega al 5,5% del PBI. Los mismos suman $286 mil millones y es la erogación que más aumenta en todo el presupuesto, un 28%. Es decir, el gasto en pago de intereses de la deuda suma lo mismo que Educación, Cultura, Desarrollo Social, Ciencia y Técnica y Trabajo juntos. Por si no quedó claro, otra comparación: los intereses se llevan casi 4 veces lo que se gasta en Salud.

Otro de los datos salientes del presupuesto del año próximo es todo lo referido a la deuda externa. Según los propios cálculos presentados por Dujovne, durante el 2017 la misma aumentaría en U$S42 mil millones. Así el total llegaría a U$S154 mil millones con tenedores de bonos privados y organismos internacionales. Durante el año próximo, el Gobierno tomaría U$S47 mil millones para cubrir el rojo del déficit fiscal. De esta manera, el total de deuda pública con acreedores privados y organismos internacionales pasaría a ser un 31% del PBI y se duplica si se tienen en cuenta los vencimientos intra sector púbico (es decir, con el BCRA, ANSES, etc). En los últimos tres años, Cambiemos aumentó en cinco puntos del PBI el aumento de la deuda externa.

Números que cierran con tarifazo
Hay un gasto que el Gobierno ha decidido reducir fuertemente, y son los subsidios a las tarifas. Los mismos bajan de $234 mil millones a $200 mil millones. Es decir, que si se cuenta la inflación, este gasto se reduce en un 28%, lo mismo que aumenta los pagos de la deuda. Por este motivo, se esperan aumentos en las tarifas de la energía y del transporte del orden del 50%.

Además, se proyecta recortar en gastos de salarios: la pauta de aumento para los trabajadores estatales por ej. es del 15% solamente, por debajo de la inflación, mientras que los gastos en servicios de inteligencia aumentarán un 18%.
En resumen, la composición del Presupuesto presentado por el Gobierno de Macri demuestra claramente cuáles son sus prioridades. Mientras transfieren los gastos al pueblo trabajador, todo lo que el Estado se ahorra en los mismos aumentando las tarifas que pagamos los y las trabajadoras se va en los pagos de intereses de la deuda. Se trata en toda linea de un plan de ajuste contra la clase trabajadora al servicio del capital.

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. La agencia Standar and Poor’s ubicó a la Argentina entre los 5 países del mundo más expuestos en caso de que haya un recrudecimiento de la crisis financiera internacional. Es decir, sin acceso al credito internacional, la capacidad discursiva de Durán Barba podría terminar estampada contra la pared.

Por lo pronto, mientras los gobernadores y el PJ se aprestan a aprobar con su voto tras una negociación por los fondos coparticipables, resulta urgente articular con la más amplia unifad la resistencia en las calles para enfrentar este presupuesto de deuda y miseria.

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