Las elecciones provinciales y los actos del 30 de abril volvieron a dejar en evidencia la fragmentación de las fuerzas anticapitalistas. A un mes del cierre de listas, es fundamental ampliar el FIT y aunar fuerzas por un programa de independencia de clase. Este es el planteo que impulsamos desde Venceremos en Poder Popular.

El 12 de junio se inscribirán las alianzas nacionales para las PASO del 11 de agosto, mientras que el 22 de junio quedarán oficializadas las listas de precandidatxs que participarán de la contienda. El oficialismo de Cambiemos se debate entre sostener la candidatura de Macri a pesar del derrumbe en las encuestas o salir a salvar la ropa a último momento con una candidatura presidencial de Vidal, como agita incluso un sector del imperialismo y la burguesía. Ambas variantes confirman el estado de fragilidad en el que se mueve la fuerza gobernante. En el primer caso, el panorama es incierto de cara a las PASO e, incluso, crecen las dudas de si Macri puede llegar a una segunda vuelta. En el segundo caso, una emigración de Vidal al plano nacional dejaría sin una candidatura fuerte a Cambiemos en el distrito que reúne al 30% del padrón electoral nacional.

En tanto, en el plano opositor sigue existiendo una dispersión alta de candidaturas con Urtubey, Massa, Solá, Scioli y Rossi, entre otrxs. Ninguno de ellos pudo capitalizar siquiera una parte del descontento popular en las intenciones de voto. Ni siquiera el apoyo de «una pata social» (CCC, Movimiento Evita, Barrios de Pie) le sirvió a Solá para lavar su imagen como responsable de los asesinatos de Maxi y Darío.

El operativo Lavagna, por otra parte, no concitó el clamor que algunos sectores del establishment y una parte de la burocracia sindical anhelaba. El rechazo a participar en la interna del espacio Alternativa Federal dejó al exministro recostado en sectores de centro y elementos disidentes del radicalismo que no cuentan con la estructura nacional para disputar la elección.

La fragmentación opositora, sin embargo, quedaría marginada ante un lanzamiento a la presidencia por parte de CFK, una posibilidad que crece con fuerza en las filas del kirchnerismo y que encuadraría la disputa electoral en una polarización entre el macrismo y la expresidenta. Luego de los infructuosos intentos por parte de Unidad Ciudadana para alcanzar un acuerdo con el PJ, expresión que tuvo su claro reflejo en las elecciones provinciales realizadas hasta el momento, la actual senadora se lanzaría respaldada en su crecimiento en los sondeos frente al descalabro económico del plan del gobierno.   

Sin embargo, un denominador común de todas estas candidaturas es su decisión de no romper relaciones con el FMI bajo ningún escenario. El propio Kicillof se reunió ya en varias ocasiones con las autoridades del organismo para señalar que garantizarán el pago de la deuda externa. El llamado modelo «Portugal» de un ajuste sin ajuste, como quiere vender el kirchnerismo, es una fantasía ya que la agenda de la burguesía exige el avance en las reformas neoliberales contra el pueblo. Las fuerzas de la izquierda popular que despliegan una campaña por un nuevo gobierno de CFK estafan al electorado al ocultar estos elementos (o por caso, su eventual participación en las generales en las mismas listas que personajes como Omar Perotti en Santa Fe).

La izquierda tiene que unirse y estar

A un mes de la inscripción de alianzas y con un cuadro de agravamiento cada vez mayor de la crisis económica, resulta indispensable que se avance hacia una unidad de todas las fuerzas que se reivindican anticapitalistas.

Hasta el momento, las elecciones realizadas en Neuquén, Río Negro, Chubut, Córdoba y Santa Fe, y las próximas a realizarse en Mendoza y Jujuy, volvieron a mostrar varias listas de la izquierda. Si bien en líneas generales el FIT defendió su caudal electoral y su primacía como el espacio de referencia, una unidad con las fuerzas como el MST y el MAS hubieran contribuido a ubicar y referenciar una alternativa de independencia de clase con mayor alcance para la clase trabajadora. Sin ir más lejos, el FIT y el MST fueron separados a las PASO en Santa Fe incluso con el riesgo que ninguna de las dos listas llegara a obtener los 40 mil votos necesarios para pasar el piso proscriptivo, dando lugar a una profecía autocumplida.

Este escenario de división volvió a repetirse en los actos del 30 de abril en conmemoración por el día internacional de lxs trabajadorxs con una situación inédita de 3 actos en simultáneo, siendo el del FIT en Plaza de Mayo el de mayor convocatoria y en el cual participamos como Poder Popular junto a diversas organizaciones que forman parte del Movimiento de los Pueblos.

La división de la izquierda de cara a las elecciones con una polarización en ciernes se convierte en criminal al debilitar las chances para agitar un programa de ruptura con el FMI y de transformación social profunda.

Desde Venceremos en Poder Popular promovemos y venimos batallando por la ampliación del FIT a otras fuerzas con el objetivo de unir a la militancia que rechaza el pago de la deuda externa y la ofensiva capitalista contra la clase obrera, así como la defensa integral de la agenda de lucha feminista y disidente.

En ese sentido, valoramos como un paso positivo la disposición de las fuerzas del FIT a proponerle a AyL, al MAS y al MST una integración a las listas que incluya la rotación en las bancas obtenidas.  Del mismo modo, es sumamente alentador el gesto de varias organizaciones dentro del Movimiento de los Pueblos de haber asistido al acto del 30.

Es necesario dejar de lado los sectarismos y mezquindades y poner por delante las necesidades del pueblo trabajador. Desde esa perspectiva nos proponemos integrar las listas del FIT y militar la campaña, con la expectativa que se logren sumar otras fuerzas y se pueda llevar adelante una acción política unitaria.

 

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