Múltiples focos de incendio arrasan una vez más la comarca andina de la Patagonia. Las reacciones para la tribuna del ministro Cabandié y la pretensión de desentenderse del propio presidente Fernández corroboran la desidia y la complicidad estatal con una lógica extractivista. Como dicen la Asamblea de Vecinos de Epuyen, “todo fuego es político”.

Personas con quemaduras graves, un muerto y personas desaparecidas aún, destrucción de cerca de 300 casas de habitantes de la zona, pérdida de animales y cultivos, hectáreas de bosque nativo bajo llamas, son las postales de un nuevo episodio del ecocidio que promueve el capitalismo extractivista y saqueador. A una semana de haber logrado en Chubut una victoria fundamental en la lucha contra la rezonificación que habilitaría la explotación minera en toda la zona andina y de meseta, los incendios afectan a “las localidades vecinas de El Hoyo, que quedó rodeada por el fuego, y Lago Puelo, en particular en los barrios Las Golondrinas y Cerro Radal” denuncia la Agencia Tierra Viva.

El 2020 estuvo marcado en el mundo y en la Argentina por la proliferación de incendios. Lejos de constituir “desastres naturales” los incendios estuvieron provocados por el cambio climático, la quema de bosques para el avance de la frontera agrícola, para el avance de negocios inmobiliarios (barrios privados, countries, etc.) y de la minería. En la mayoría de los casos, el inicio fue intencional; en todos, es la lógica voraz del capital la que está en acto en la destrucción de las condiciones para la vida en la Tierra.

Si hasta hace poco más de un siglo, los eventos de incendios en la comarca andina de la Patagonia tenían lugar cada 100 a 300 años, ya a fines de los noventa ese ritmo era de cada 10 años (ver Lobba Araujo). Estamos ante un ritmo muy superior.

No es No

Esto no tiene nada que ver conmigo, es un problema de la provincia”, decía el presidente Alberto Fernández en una improvisada conferencia de prensa en su visita en el día de hoy a las zonas afectadas por los incendios en la Comarca Andina, en la que enumeraba los millones que supuestamente se pondrán a disposición para recuperar lo perdido en los incendios.

Con un grado de cinismo sin límites, el presidente, como si no fuera el presidente de la nación, como si no fuera el presidente que una y otra vez expresa su apoyo al desarrollo de la megaminería, su apoyo concreto al proyecto de zonificación en Chubut que Arcioni como gobernador impulsa y que el pueblo todo de la provincia enfrenta y resiste desde hace años. Como si no fuera el mismo presidente que viene avalando los recortes en el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que no sólo viene siendo absolutamente desfinanciado, sino que además su magro presupuesto es sistemáticamente subejecutado y derivados esos fondos a…no se sabe.

Pero esta vez, el intento de Fernández de presentarse como un presidente solidario preocupado por el bienestar de la población no pudo ser. Afuera lo esperaban los pobladores de la zona al grito de “NO ES NO” enfrentando a la seguridad presidencial y a la policía federal que fue desbordada por la manifestación popular que arrojaba piedras a la camioneta en la que tuvo que huir el presidente, empujado literalmente por la gente que fue a protestar allí contra la política a favor de la megaminería que impulsa Fernández.

Es que la determinación y firmeza de este pueblo, que viene peleando contra este sistema que destruye la naturaleza y la vida, va creciendo en organización y en capacidad de lucha. De allí que no puedan avanzar como pretender en la aprobación de la legislación pro minera en Chubut, a pesar de la represión, de las detenciones arbitrarias, de las coimas y la corrupción que no hacen más que evidenciar lo falso de una supuesta democracia en la que claramente el pueblo no gobierna.

Esto lo saben bien en Chubut, donde las asambleas ambientales han impulsado más de una iniciativa popular para hacer oir su voz… pero no. La voz que escuchan estos gobernantes no es otra que la de las grandes corporaciones mineras, petroleras, inmobiliarias, grandes empresarios locales y extranjeros que quieren apropiarse de los bienes naturales, de los recursos estratégicos como el agua para seguir engrosando sus ganancias.

El presupuesto a favor de los incendios

La apuesta estratégica de los representantes políticos del poder real por profundizar la matriz extractivista se verifica en la “ley de leyes”, aprobada a la medida del FMI. Luego de los incendios del 2020, el presupuesto destinado en 2021 al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible es de 9.600 millones de pesos, lo que representa “cerca del 0,11% del presupuesto total destinado a la Administración Pública Nacional. De los 21 ministerios que tiene el actual organigrama, Ambiente está” en el puesto número 19 en términos de financiación, solo recibe más recursos que el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD) creado el año pasado, y el Ministerio de Cultura.  Cuenta con un presupuesto un poco menor pero muy similar al del Ministerio de Turismo y Deporte. (…) El Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos por ley debe contemplar una partida presupuestaria que no podrá ser inferior al 0,3% del presupuesto nacional, sin embargo, la partida considerada es del 0,014% del total.”(Palazzi) Los fondos destinados específicamente al manejo del fuego constituyen el 0,003% del presupuesto de 2021 (Hiba).

Pero a esas cifras miserables hay que agregar la subejecución del presupuesto para el manejo del fuego durante los últimos cuatro años. En 2020, el presupuesto origina de 727 millones se redujo a 657 millones con 14 provincias de las 24 bajo llamas, y de ese monto el 37% quedó sin ejecutar (Hiba).

Al mismo tiempo que el estado mira al cielo invocando las lluvias como única respuesta, el minero Arcioni anuncia que destinará 10 millones de pesos… Sin embargo, el gobernador del Frente de Todos, mantiene a les trabajadores estatales con una deuda de dos meses de salario y hace dos años que no abre las paritarias. Esto afecta también a los brigadistas del Servicio del Manejo del Fuego de Chubut. Ni hablar de obras de infraestructura, desde ya.

Terratenientes y comunidades… una larga historia

La apropiación de tierras de parte de grandes magnates como Lewis y Benetton significa tanto la expropiación y violencia sobre las comunidades originarias, como la privatización del agua.

Uno de los primeros focos de estos días se dio en El Maitén. El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir había alertado el inicio del foco en la zona en un momento de altas temperaturas continuadas y vientos de 90km por hora. La respuesta de las autoridades fue que no había problema porque el fuego “no llegaría a las zonas urbanas”. Con tanta claridad como indignación ante un poder que reproduce latifundio y colonialismo el Movimiento afirmó: “como si la urbanidad fuera lo único a proteger mientras son nuestros territorios ancestrales los que continúan siendo asesinados. En este momento bosques enteros están ardiendo, con toda la vida que allí habita, se están quemando veranadas, campos imprescindibles para alimentar a los animales de la zona.” (Agencia Tierra Viva)

Los responsables

En el colmo del cinismo, desde las usinas del poder económico, político y mediático se ha reactivado la vieja estrategia de culpas a “sectores radicalizados del pueblo mapuche”. Esa misma estrategia que usara Patricia Bullrich para justificar la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado. La misma que usaron para encarcelar a Facundo Jones Huala injustamente. Pero el pueblo todo de la Patagonia sabe.

El poder económico y político de Chubut, de Río Negro y del país es el responsable de lo que ocurre. Sin duda, habrá alguna persona que actuó a nombre de las empresas mineras, o inmobiliarias, o estancieras. Urge la realización de obras que realmente prevengan este fenómeno que va a seguir dándose. Algo tan elemental como el pago de salario para quienes deben combatir los incendios, muestra la necesidad de que se asignen recursos para sueldos y para obras. Cabandié debería mirar a sus compañeros de actos y sillones si quiere encontrar a los responsables de una tragedia anunciada.

Frente a ellos, se alza el pueblo de Chubut, que a pesar de la brutal devastación de los incendios tiene claro quiénes son los responsables de este fuego intencional que pretende doblegarlos. Seguramente, piedrazos mediante, ahora el presidente tendrá claro también que no compramos su intento de hacerse el desentendido y que esas piedras que recibió hoy, se irán multiplicando en un pueblo que se organiza desde abajo para derrotar a este sistema de muerte y explotación.

A las comunidades organizadas, las asambleas de vecinos, el movimiento de No a la Mina, todo nuestro apoyo.

No es NO

No al extractivismo y la Megaminería

 

 

 

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