Hace 10 días se llevan a cabo diversas movilizaciones en la provincia de Mendoza debido al tratamiento y posterior aprobación de la Ley 9209 que modifica la Ley 7722. Ésta última protege el agua de Mendoza, prohibiendo el uso de sustancias tóxicas en la explotación minera, como ya mencionamos en la nota Contra el saqueo y la contaminación defensa de la 7722. El pasado 20 de diciembre la Ley que modifica la 7722 fue aprobada, impulsada por el Gobierno del radical Suárez, y contando con el aval del Frente de Todos.

La bronca del pueblo, la rabia organizada se vio expresada en las diferentes acciones llevadas a cabo, con la presencia en la Legislatura provincial de miles de personas, organizaciones sociales, vecinales y sindicales que reclamaban contra la modificación de la Ley 7722. En la fecha de su aprobación se realizaron cortes en el Nudo Vial, lugar estratégico para el acceso al centro de la provincia. En tanto que la jornada de mayor agitación fue impulsada el domingo 22, donde a primeras horas de la mañana se realizó una marcha histórica, con una caravana que comenzó en el corazón de la provincia, a 100 km de la Ciudad de Mendoza, y en donde diversas localidades fueron sumándose para llegar al centro de la provincia y movilizar juntes a Casa de Gobierno. Sin embargo, ese mismo día Suárez ignoró el pedido de veto de la ley y se publicó en el Boletín Oficial la promulgación de la llamada “Ley Cianuro”.

El gobierno provincial no sólo desoyó el reclamo popular, sino que además desplegó un vallado alrededor de la casa de gobierno y ante las genuinas expresiones de rabia de les manifestantes respondió con gas pimienta, lacrimógenos, balas de goma y una auténtica cacería por la ciudad. La respuesta de la población fue seguir ocupando masivamente las calles, con cacerolazos y marchas hasta horas de la medianoche y en distintos puntos de la provincia.

Repudiamos el accionar represivo de este gobierno que llegó para continuar y profundizar la política de amedrentamiento y criminalización de la protesta que ya había empezado con Cornejo.

El día jueves el gobernador Suárez dio una conferencia de prensa donde intentó menospreciar la lucha que el pueblo estaba dando y llamó «al diálogo», ante el inminente descontento social. La creciente movilización empezaba a ponerle freno a la prepotencia de un gobierno que estaba recibiendo duros golpes a pocos días de su asunción. Ese mismo día una nueva e histórica movilización recorrió las calles de la ciudad, cerca de 30 mil personas salieron indignadas frente al cinismo del gobernador.

Finalmente en la noche del viernes 28 de diciembre Suárez anunció que enviará un proyecto de ley para la derogación 9209. Este será tratado el lunes por la mañana en una sesión extraordinaria en la Legislatura.

 

El pacto extractivista entre Cambia Mendoza y el Frente de Todos

En la calle hemos sido miles, y entre esos miles hay varios y varias militantes de base del kirchnerismo, una base que apoyó a Fernández y a Sagasti con la honesta vocación de apostar a un proyecto mejor al del macrismo. Sin dudas, hoy en la provincia podemos afirmar con conocimiento de causa: No era tan gruesa la grieta. Y se observa la decepción en los rostros de muchas y muchos de estos compañeres.

Es que, tal como quedó demostrado al momento de votar la modificación de la ley, esta reforma que atenta contra la vida del pueblo de Mendoza fue apoyada por casi la totalidad del bloque del Frente de Todos y el bloque de Cambia Mendoza. En las calles se escuchó fuertemente «Se sabía, Se sabía que a Suárez y a Sagasti los compró la minería«.

Lejos de las lecturas que intentan minimizar los hechos y hacerlo pasar por un «error» del peronismo, nosotres decimos que no hubo ninguna torpeza por parte del Frente de Todos, todo lo contrario: este también es su proyecto político y económico, el propio Alberto Fernández ha fomentado y apoyado la Megaminería contaminante en los últimos días con frases como “logramos que en la meseta de Chubut se explote oro y Plata”, o incluso afirmando que “se debe extender el modelo sanjuanino” y ha considerado que lo ocurrido en Mendoza es apenas «un error porque se intentó avanzar sin consenso social». En las últimas horas se han visto declaraciones de legisladores arrepentidos. Se les ha visto maniobrar desesperadamente para reacomodarse y recuperar terreno frente a una sociedad que ya entendió que oficialismo y oposición defienden los mismos intereses. Mientras Sagasti, Bermejo y el resto de les legisladores del FdT intentan desmarcarse y piden «abrir el diálogo de foja cero», en las calles las movilizaciones crecen a pasos agigantados.

En tanto desde el Gobierno afirman sin tapujos que la modificación de la 7722 fue promesa de campaña, cuando Suárez anunciaba la necesidad de afianzar y ampliar la matriz productiva hacia el sector minero. Con el pretexto de que un 1,5% de las regalías de las mineras será para invertir en un mayor uso eficiente del agua y también destinado para mejoras en infraestructura para los municipios de los departamentos en donde se desarrollen los proyectos mineros, lo que hace el gobierno es afianzar la dependencia a empresas multinacionales en una desesperada búsqueda de capitales extranjeros. Cuando decimos que La deuda es con los pueblos, no con el FMI, denunciamos estas orientaciones políticas que someten a nuestros territorios a la explotación, en donde la deuda la terminamos pagando con nuestras vidas y con el saqueo y explotación de nuestros territorios.

Resistencia frente el avance de un modelo que saquea y destruye nuestros territorios

En Mendoza estamos sufriendo las consecuencias de un pacto hecho por arriba, un pacto extractivista, intrínsecamente colonial y patriarcal.

Pero esto no es nuevo: llevamos años luchando contra el saqueo, la devastación y  la explotación capitalista en todo el Abya Yala, donde no casualmente se viene imponiendo este modelo de acumulación. Las luchas contra la megaminería contaminante se han extendido por toda la cordillera y miles de luchadores de los territorios y los bienes comunes naturales han sido criminalizades y asesinades en nuestra América. En esta lucha también decimos «¡Berta Cáceres presente!» porque entendemos que un mismo hilo une las luchas de todos los pueblos que nos enfrentamos a la acumulación del capital que arrasa con la vida.

El modelo extractivista, que se basa en un patrón de acumulación por desposesión y saqueo es la forma en que el capitalismo mundial ha avanzado sobre los pueblos en Nuestramérica, sometiendo nuestros cuerpos y territorios, explotando a trabajadoras y trabajadores que se encuentran en pésimas condiciones de seguridad y son condenades a sufrir accidentes y enfermedades cotidianamente. Y como punto nodal el extractivismo se basa en la apropiación de los bienes comunes naturales, transformándolos en mercancías, con el fin de arrancar de nuestros territorios “materias primas” que escasean en países industriales, para enriquecer a empresas multinacionales.

Existen hoy en día numerosas situaciones en donde proyectos mineros se instalan con la promesa de fuentes de trabajo, y el único saldo real que dejan son pueblos y sus tierras arrasadas, donde el daño masivo y devastador que producen permite catalogarlo como ecocidio, ya que destruye la vida, flora y fauna de los territorios, contaminando sus aguas y generando el desplazamiento obligado de las poblaciones. El más cercano lo encontramos en la localidad de Jáchal, San Juan, en donde producto de un “error” de la minera Barrick Gold, alrededor de 5 cursos de agua han sido contaminados, lo que produjo la presencia de metales pesados en el agua corriente de la población. En nuestro país estos conflictos son conocidos y no se circunscriben únicamente a la minería, la explotación de Vaca Muerta con el controvertido método de Fraking, que consiste en inyectar agua con productos químicos a miles de metros de profundidad, con la intención de producir microfracturas en la llamada roca madre o en las arenas compactas y extraer hidrocarburos de yacimientos no convencionales; la situación de los agrotóxicos y el monocultivo que fumiga y contamina pueblos enteros, o los conflictos que la explotación del Litio, el nuevo oro blanco, empiezan a traer en el norte entre el gobierno jujeño y las comunidades originarias, una explotación que motivó en gran parte el reciente golpe de estado en Bolivia, son ejemplos del desastre que significa para los pueblos el extractivismo como matriz productiva y económica.

También en la provincia de Chubut quieren derogar la ley 5001 que prohíbe la actividad minera metalífera, cuya sesión legislativa fue levantada el pasado viernes. Es importante la organización de repudio para que no avancen contra las leyes que protegen nuestros territorios con el afán de enriquecer a las multinacionales mineras.

Horizonte de lucha

“Sin agua pura no hay Vendimia” es el enunciado que comenzó a replicarse exigiendo la derogación de la ley 9209, lo cual golpea al Gobierno en uno de los puntos de mayor atracción turística de la provincia. Varios municipios se sumaron a anunciar que suspendían sus fiestas departamentales en apoyo al reclamo popular, lo que claramente configuró una importante presión para el gobierno, la disputa interburguesa entre los productores agropecuarios, principalmente vitivinícolas, que requieren de agua pura para llevar adelante sus producciones también significó un duro obstáculo para los empresarios megamineros, pero sin duda alguna ha sido la presencia masiva y popular en las calles la que logró que el Gobernador retroceda en una ley que condenaba a la provincia de Mendoza y para lo cual no obtuvo licencia social. También se destaca la gran participación y coordinación entre organizaciones sociales, políticas y Asambleas departamentales para golpear con un mismo puño a este atropello del Gobierno sobre nuestros bienes comunes.

Hermanades con la lucha y las movilizaciones que se han venido gestando en los pueblos de nuestro continente, como son los casos de Chile, Haití, Ecuador y Colombia, Mendoza se levanta contra las políticas neoextractivistas que pretenden someter a nuestros pueblos.

No vamos a parar hasta que la legislatura derogue efectivamente la Ley Cianuro y devuelva la ley 7722 que protege el agua de Mendoza. Por eso vamos a seguir en las calles exigiendo:

¡Derogación ya de la 9209! ¡Restitución de la 7722! ¡La ley 5001 de Chubut No se toca!

¡El agua de Mendoza no se negocia!

¡Basta de saqueo, deuda y extractivismo!

¡La deuda es con los pueblos, no con el FMI!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí