Al panorama negro que viven los medios de comunicación durante la gestión Cambiemos, se sumaron en los últimos días la ratificación de los 72 despidos en el diario La Nación tras el cierre de su planta impresora, despidos en Editorial Atlántida y el fallo judicial contra C5N.

El ajuste en los medios no cesa: desde que asumió el gobierno de Cambiemos se perdieron aproximadamente 3500 puestos de trabajo. Este es un problema laboral pero también político: la concentración mediática tiene como fin la defensa de los intereses de los grandes empresarios y el gobierno.

Despidos, situación de crisis y Estado de Alerta en Editorial Atlántida
El martes 5, mientras en una audiencia en la secretaría de trabajo se ratificaba el cierre de la planta gráfica de La Nación que dejó a 72 trabajadores en la calle, la empresa Editorial Atlántida que edita las revistas Para Ti, Paparazzi, Billiken y Gente, amaneció con su puerta principal cerrada con llaves y los trabajadores debían ingresar por una puerta lateral en donde personal de seguridad anunciaba quién podía pasar y quién estaba despedido. Fueron 17 despidos “con causa”, causas armadas, y otros 15 de trabajadores factureros. Luego de un paro y la movilización del SiPreBA a la puerta de la Editorial en una audiencia en Trabajo se supo que el plan de la empresa era mayor, ya que planteó la posibilidad de presentar  un Preventivo de Crisis con la expectativa de realizar un ajuste y una restructuración mayor que fue inmediatamente rechazado por el sindicato, la comisión interna y la asamblea. Los trabajadores se encuentran en estado de alerta y plantearon la posibilidad de intensificar las medidas si la empresa no desiste de avanzar con su plan. En los próximos días continuarán las negociaciones entre el sindicato y la empresa pero mientras tanto la asamblea debe prepararse para resistir un vaciamiento total de la empresa.

El ataque a C5N y sus trabajadores/as
Por su parte, en C5N la cámara de apelaciones, a pedido de la AFIP, impidió la creación de una cuenta inembargable para uso exclusivo del pago de los salarios de los trabajadores que desde hace mas de un año cobran en cuotas ya que la empresa tiene sus cuentas embargadas. El miércoles 13 los trabajadores movilizarán a la cámara nacional de apelaciones.

Continúa el conflicto en los medios públicos
En los medios bajo la órbita de la secretaría de medios públicos que dirige Hernán Lombardi sigue abierto el conflicto contra el vaciamiento y por los salarios. La asamblea de SiPreBA de la TV Pública rechazó la magra propuesta del 15% de la patronal y reinició el plan de lucha con una nueva asamblea y ruidazos. En Télam a la pelea por la paritaria se suma contra el desguace de sectores que no volvieron a funcionar luego de los despidos masivos de 2018 pese a que los trabajadores fueron reincorporados, como en Radio o Pauta Publicitaria.

La Nación: dos caras de una misma lucha
El caso de La Nación es paradigmático porque une, en tiempo y espacio, ambas situaciones. La misma semana que se anunciaba el cierre de su planta gráfica con 72 despidos se editorializó a favor de la maternidad infantil forzada y contra el aborto, por consiguiente a favor de la muerte de mujeres. No es casual. Rápidamente las trabajadoras del diario a través de las redes sociales y luego desde su redacción junto a los trabajadores repudiaron el editorial de su patronal, tal como lo hicieron numerosas organizaciones y sectores como la Campaña por el derecho al aborto. En 2015, a días del triunfo de Mauricio Macri en el ballotage, el mismo diario editorializó “no más venganza” para defender a los militares genocidas y exculparlos de sus crímenes. Aquella vez, también la asamblea del diario fue la primera en repudiar la propaganda oficialista. La misma empresa que oficia de propagandista de la reforma laboral del gobierno, la aplica de hecho sobre sus trabajadores. La respuesta debe ser unificada ya que una cosa no puede escindirse de la otra.

La única respuesta es la lucha en unidad
El ajuste en los medios tiene dos aristas: por un lado el ataque a los derechos y las condiciones laborales, pero a su vez y no menor, el objetivo del gobierno y los empresarios de contar con un mapa de medios concentrado, con pocas voces y disciplinadas. Este ajuste, que opera en todos los casos como una política general del gobierno hacia los medios de comunicación, puede verse nítidamente en el sector público y privado y a ambos lados de la “grieta”. El objetivo del gobierno y de los empresarios es el mismo, por lo tanto las luchas no deben estar aisladas, debe priorizarese la unidad entre las redacciones de las distintas empresas y entre los distintos gremios de la comunicación dispuestos a enfrentar esta situación de manera consecuente.

Ese camino de unidad, organizativa, de lucha y de consciencia es el que busca promover SiPreBA y el que hay que profundizar.

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