Allá por 2012 tuvimos el honor de poder entrevistar a Liliana Bodoc. Ella, generosa y desinteresadamente aceptó. Hoy, con un inmenso dolor, nos toca despedirla de estas tierras. Falleció esta mañana una escritora maravillosa, comprometida con su tiempo; una persona generosa, coherente, humilde.

Estas palabras de Liliana describen su posicionamiento, su obra, su inclaudicable coherencia: “Creo que se trata también del uso que hagamos del lenguaje. Porque nuestras palabras pueden denotar, aludir, adornar, pero pueden también obrar, ungir, transformar.” Y ese es su legado: lenguaje lleno de sentido, poesía transformadora.

A modo de homenaje, decidimos compartir hoy aquella entrevista que se publicó en La Llamarada, no sin antes decir: ¡Hasta siempre, Liliana!

Caminar cantando

Entrevista a la escritora Liliana Bodoc

Liliana Bodoc es una de las voces más poéticas y comprometidas de la literatura argentina actual. Tiene una prolífica obra que va desde hermosos cuentos de literatura infantil hasta la consagrada trilogía de La Saga de los Confines1. Todos sus escritos poseen la peculiar cualidad de manejar un lenguaje de altísimo vuelo poético, logro más que admirable tratándose de prosa. Pero, además, sus elecciones de tema, narrador, género no son azarosos, sino que responden a una comprometida mirada del mundo y toman posición. En esta entrevista con La Llamarada, Liliana comparte sus visiones sobre la épica y lo colectivo, la poesía y la memoria, el lenguaje y la política, el artista y el mundo.

– Te hemos escuchado caracterizar el género épico y posicionarte ante su elección como género literario, ¿podrías hablarnos acerca de estos puntos?

Elijo una y mil veces el género épico por lo que tiene de profundamente social y por lo que tiene de fundante. No es un género para los “talentos excéntricos” ni las individualidades. Es más bien el género que se construye entre todos y se repite en sus tópicos porque no pretende ser un ornamento sino una roca, no quiere ni puede ocuparse de las intimidades sino de las grandes peleas. Es, en definitiva, un género coral.

– ¿Qué lugar tiene el héroe y lo colectivo en este género?

El héroe épico lo es porque pertenece a su sociedad y entrega a ella, se inmola por lo colectivo. Un verdadero héroe épico no está solo y es un emergente de su pueblo más que un Súper Hombre. Me gusta, de los héroes épicos, que saben “mandar obedeciendo” así como señala la ley de nuestros pueblos originarios. No son los grandulones, valentones, lindos y exitosos de las pantallas del mercado. Son (hombres y mujeres) las personas capaces de trascender su propia historia. O mejor, de saber que sus historias no son nada sin la historia de los otros.

– Tenés una mirada muy interesante acerca de lo mágico y del hombre mágico, ¿podrías compartirla con nosotros?

El hombre mágico no es aquel que descree de la razón, ni de los métodos. Más bien es el que puede aceptar que la verdad está repartida en la diversidad de los paradigmas de comprensión, que la verdad no es monolítica y tampoco es propiedad de ninguna cosmovisión. Pero además, y sobre todo, creo que el hombre mágico es aquel que acepta la muerte, el aquel que se reparte, quien logra entender que en la hermandad de todo lo existente cobramos sentido como individuos. Un hombre mágico es, en definitiva, un hombre que el mercado no puede sobornar, y por eso resulta muy peligroso para el capitalismo.

– Tu prosa tiene una belleza poética muy poderosa. ¿Qué importancia le das a la poesía, al lenguaje poético?

La más absoluta importancia a la hora de trabajar en textos literarios, porque la literatura es el “cómo” se cuenta mucho más que el “qué” se cuenta. Por eso, la poesía es la gran maestra. Por lo demás, el pensamiento poético es un modo único e insustituible de conocer la realidad. Me gusta este ejemplo: la ciencia puede explayarse acerca de la sandía, clasificación, tipos, condiciones de producción, etc. Pero viene Pablo Neruda y dice “¿De qué se ríe la sandía cuando la están asesinando?” Y nosotros conocemos la sandía de un modo inolvidable.

– En varios de tus libros hay personajes que, además de ser personajes de la historia, son sus narradores. ¿Qué lugar tienen, para vos, los relatos y la memoria?

¿Cómo podríamos contar si no es desde la memoria? Solo puede contar el que recuerda. Más aún, no habría especie humana sin memoria. Y no hablo de recordar solamente lo coyuntural, lo que vivimos personalmente, no hablo de recordar únicamente nuestro tiempo estricto. Hay una memoria gigantesca que nos ampara y nos hermana a todos.

– Tanto en la Saga de los Confines como en Memorias Impuras se dan situaciones de luchas colectivas contra la opresión de los poderosos ¿por qué incluís tan fuertemente los temas de la lucha y la resistencia?

Porque de cierto modo, es lo único que me importa, lo único que me conmueve. Crecí con la certeza de que el mundo no estaba bien, y estoy empezando a envejecer con la misma certeza. Soy de los que creen que “meterse en casa” no es una solución. En primer lugar porque la injusticia se cuela y crece como la humedad, y en segundo lugar porque nuestras vidas se merecen que les demos una mejor oportunidad. En el instante de la muerte quiero estar tranquila, y como dice Machado “ligera de equipaje”, porque logré dar todo lo posible.

– Te escuchamos decir que uno de los motores que te llevan a escribir es el enojo. ¿Enojo ante qué? ¿por qué es un motor?

No escribo desde los enojos familiares y domésticos, tampoco desde las rabias personales. El enojo creativo, el que sirve para la literatura, es el que surge de ver las injusticias, la inhumanidad, el desprecio por la vida. La desvergüenza de los pequeños fascistas declamando a voz en cuello que habría que matar a estos, y expulsar a estos otros, y meter presos a los de más allá. La peligrosa bravuconada de los que tienen casa, comida, agua y salud. Y que si no lo tuvieran, ¡Dios nos libre!, saldrían a comerse vivo al prójimo.

– ¿Un escritor debe comprometerse con su tiempo? ¿cómo? ¿en qué sentidos?

Desde mi punto de vista, los artistas nacen del compromiso. A mayor compromiso, mejor y más inolvidable artista. Esto nada tiene que ver con el panfleto, con la obviedad, con el proselitismo. Tiene que ver con encarnar una idea y sublimarla, como aconsejaba Oliverio Girondo, para hacerla artística.

– ¿Qué relación hay entre lenguaje y política?

Entre lenguaje y política existen todas las relaciones imaginables. Me atrevo a decir que la palabra siempre es política. No hay palabra neutra, ingenua, apolítica, porque cada lenguaje es un recorte del mundo, y el mundo se recorta desde una ideología. Pongo este ejemplo… Nos referimos al tiempo diciendo: gané tiempo, perdí tiempo, ahorré tiempo, invertí tiempo. Es decir, tiempo idéntico a dinero. ¿Alguien puede pensar que ese modo de hablar está exento de política.

– Tus textos tienen un posicionamiento político claro, pero de ningún modo panfletario, sino con un vuelo poético que no suele verse en textos con tan claras definiciones, ¿creés que ambas cosas deben ir de la mano? ¿por qué?

El arte y el compromiso, la poesía y la política pueden encontrarse, y se encuentran, en el ámbito del “cómo”. Miles de poetas y escritores a lo largo del tiempo dan cuenta de ello. Una arenga, un ensayo, un texto analítico, etc. pueden resultar vitales a la hora de hablar de política, y de ejercerla. Pero la poesía ilumina y alerta de un modo particular la esfera política de los hombres. Sale Nazim Hikmet, después de haber estado en las prisiones turcas y dice :

Sin jactarme, querida

pasé como una bala estos diez años de encarcelamiento

pues tengo como entonces

salvo este mal al hígado

el mismo corazón, y el mismo pensamiento.

– En el final de Relatos de los Confines: Oficio de Búhos Cucub, el poeta y artista zitzahay le dice a sus hijos: “Un artista, (…), no se conforma con cantar y bailar con maestría. Serán artistas cuando aprendan a convivir con lo imposible. Aunque en verdad, y bien pensado, sólo podrán ser artistas cuando todos lo sean. ¿Y entonces? Entonces, sean artistas sin poder serlo. Nadie más que un artista es capaz de ser lo que no es, ni puede. ¿Se confunden, se enojan, se asustan…? He ahí el único modo de cantar.” ¿Qué rol pueden (¿o deben?) jugar los artistas en la transformación social?

El mismo rol que el de una madre de familia, un albañil, una maestra, un médico, una empleada doméstica: Caminar cantando.

1Entre sus obras podemos mencionar Sucedió en colores, Reyes y pájaros, La mejor luna, Amigos por el viento, El espejo africano, La Saga de los Confines (Los días del Venado, Los días de la Sombra y Los días del Fuego), Memorias Impuras, Presagio de carnaval Relatos de los Confines. Oficio de Búhos, entre otros.

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