A pesar de haber logrado la desaparición física de varias figuras prominentes del movimiento nacional palestino y de la resistencia libanesa, esta táctica, del régimen colonial israelí, también ha tenido el efecto de transformar a muchos líderes y militantes en símbolos inmortales. Aunque sus cuerpos han desaparecido, sus nombres y legados permanecen presentes e inspiradores para generaciones futuras.
Tras los recientes asesinatos, perpetrados por el régimen colonial israelí, de Ismail Haniya, líder político de HAMAS, en Teherán y Fuad Shokr (comandante de Hizbullah) en Beirut, el pánico cunde entre los colonos sionistas en la Palestina ocupada por la inminente respuesta de Irán y del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hizbullah).
En ese contexto de “guerrea psicológica”, la resistencia libanesa hizo público un video de revela una “ciudad” de misiles construida en enormes túneles subterráneos. Esto se suma a los drones de vigilancia que constantemente han entrado a espacio aéreo de la ocupación para registrar imágenes de lugares estratégicos del régimen israelí. La publicación de dicho vídeo en este momento está cargada de mensajes claros y directos para el régimen colonial israelí y el gobierno de los Estados Unidos.
Esta noticia ha impactado profundamente a los líderes del régimen sionista y sus aliados estadounidenses, dado que la ciudad de misiles lleva el número 4 (“Imad 4: Nuestras Montañas son Nuestros Tesoros”), sugiriendo la existencia de múltiples instalaciones similares, escondidas bajo las montañas del país de los cedros.
La magnitud de la infraestructura, que permite el tránsito de grandes camiones militares, incluyendo lanzadores de misiles precisos y equipamiento militar, sorprende especialmente considerando que Israel y Estados Unidos han mantenido vigilancia constante, a través de satélites espías y drones.
Los túneles no son de construcción convencional, sino que son gigantescos, permitiendo el paso de grandes vehículos militares sin dificultades. Están diseñados en múltiples capas, equipados con tecnologías avanzadas que incluyen iluminación y modernos medios de comunicación.
Esto lleva al eje estadounidense-israelí, que aún no ha podido detectar la red de túneles en Gaza tras diez meses de agresión, a pensar dos veces antes de embarcarse en un aventurismo imprudente contra Líbano.
El movimiento libanés ha dejado claro que está decidido a responder con fuerza a las acciones del régimen israelí, particularmente en relación con el asesinato de su comandante Fuad Shokr, y a redefinir las reglas de enfrentamiento. Las amenazas del presidente estadounidense Joe Biden, el premier israelí Benjamín Netanyahu y su ministro de Defensa Yoav Gallant, así como el desarrollo de las negociaciones sobre Gaza, no tendrán impacto en la respuesta de Hizbullah; la decisión, al parecer, ha sido tomada. En un discurso pronunciado durante la conmemoración en honor del comandante en jefe, el mártir Fuad Shukr, el secretario general de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasralá, afirmó que “la respuesta de Hizbullah llegará, si Dios quiere, y será fuerte y efectiva, cualesquiera que sean las consecuencias”, y agregó que “Hizbullah puede tomar represalias solo o como parte de una respuesta integral del Frente de Resistencia”.
Hasta ahora, los ataques limitados de Hizbullah ha generado un gran desgaste económico, político, social y militar para el régimen colonial israelí; pero una respuesta de mayor envergadura abriría un nuevo escenario en el cual la sociedad colona israelí se debilitaría aún más.
Es muy complicado predecir el desarrollo de la situación. Las actitudes del sionismo que no tiene límites en sus agresiones y la incapacidad del imperialismo para incidir sobre su principal aliado, generan un marco de incertidumbre difícil de develar.
Junto a la solidaridad con la resistencia sólo nos queda mantenernos alertas ante cualquier cambio severo de la realidad.