Hace veinticuatro años, se escribía una de esas páginas en la historia de resistencia, de lucha y de ingenio de los pueblos explotados y oprimidos de Nuestra América y del mundo. La operación “Vuelo de Justicia” realizada para rescatar de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago de Chile a cuatro militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez tenía éxito. En el escenario de control social y supuesta quietud de la transición negociada, cuando el sueño del que Chile despertó en 2019 parecía que sería eterno, la “fuga del siglo” permitía liberar a Mauricio Herández Norambuena (Comandante Ramiro), Ricardo Palma Salamanca, Patricio Ortíz Montenegro y Pablo Muñoz Hoffman de las garras del enemigo.
La Cárcel de Máxima Seguridad era, “objetivamente, inexpugnable. Vigilancia de los gendarmes (servicio penitenciario de Chile). Rejas. Puertas blindadas. Cámaras. Micrófonos. Y sin embargo, en 58 segundos, un helicóptero logra rescatar a los cuatro rodriguistas. El helicóptero de una empresa de turismo había sido recuperado y acondicionado para el rescate. Las armas automáticas no fueron usadas ya que los gendarmes no resistieron. Un canasto descendió sobre un balde amarillo invertido y los cuatro militantes intentaron subir. Dos de ellos, Mauricio Hernández Norambuena y Patricio Ortíz Montenegro no lograron hacerlo por lo que el viaje lo realizaron colgados a una velocidad de 200km/h hasta que el helicóptero descendió en la cancha de fútbol del parque Brasil.
Tode militante revolucionarie debería hoy tomarse el tiempo de leer la historia de esta fuga. Todes deberíamos darle más tiempo a recordar y estudiar las numerosas historias de fuga, algunas fallidas, algunas exitosas, con las que cuenta el movimiento revolucionario de nuestro continente. La épica y la poesía de la lucha son parte de la memoria viva que tanto necesitamos. Y este vuelo de justicia da una lección fundamental para cualquier situación: cuando el régimen y el orden establecido parecen dominarlo todo, hay que aguzar el ingenio, levantar la mirada y dejar volar los sueños de libertad.
A 24 años de aquel suceso, nos sumamos a la exigencia de familiares, amigxs y compañerxs de Chile y de todo el mundo y reclamamos la inmediata libertad de Mauricio Hernández Norambuena, el Comandante Ramiro. Reclamamos la libertad a todxs lxs presxs de la revuelta y de lxs presxs mapuches.