Sigue avanzando la resistencia del pueblo chubutense a la mega minería
El día de ayer, desafiando más de 18 años de lucha y organización del pueblo chubutense contra la mega minería, el gobierno de Mariano Arcioni intentó dar curso el tratamiento legislativo de zonificación para viabilizar la actividad en entre un 60 y 70% del territorio de la provincia patagónica, y con ella los planes nacionales de profundización del extractivismo. Sin embargo las movilizaciones masivas, y el agite constante de activistas, estudiantes, artistas, trabajadorxs, científicxs, académicxs y comunidades indígenas, lograron suspender dicha sesión. El proyecto no se trataría en la fecha programada lo que abre un mejor escenario para la resistencia.
Más que desafortunadas fueron las declaraciones del gobernador de Chubut hace tan solo unas semanas atrás, al subestimar la capacidad del pueblo de dar marcha atrás su proyecto megaminero, la persistencia de aquellxs catalogadxs como “unos 500 ruidosos” al final pudieron deternerlo. La presión popular fue un elemento clave para que algunxs representantes del gobierno nacional le den el espaldarazo a la iniciativa y la dejen sin votos suficientes para avanzar. Tal como ocurrió en Mendoza con el intento de derogación de la Ley 7722 que protege el agua de la minería, las autoridades del PJ Chubut no quieren pagar el costo político de aprobar un proyecto sin licencia social.
En diciembre de 2019, un recién asumido Alberto Fernández anunciaba ante empresarios que habían logrado “que en la meseta de Chubut se explote oro y plata”. Meses después, con el impulso de funcionarios nacionales y el padrinazgo de Sergio Massa, el gobernador chubutense anuncia su intención de modificar el marco legal que desde 2003 prohíbe la actividad minera metalífera a cielo abierto en la provincia. Para ello, y en el marco del Plan Estratégico de Desarrollo Minero, cuenta también con el consentimiento del Secretario de Minería de Nación, Alberto Hensel y el Ministro de Desarrollo Productivo de Nación, Matías Kulfas.
La pandemia parece haber profundizado una crisis sistémica, en la que se apoya el lobby minero para proponerse como única salida. La provincia de Chubut se encuentra sumergida desde hace años en una crisis de sobreendeudamiento que impide el pago de salarios en tiempo y forma sin ayuda del gobierno nacional. Pero la población viene rechazando la actividad desde 2003, con el lema “No cambiamos salarios por megaminería”.
Con consignas como NO ES NO, se sigue en estado de alerta entre quienes deciden ir a fondo y evitar, con la movilización popular, que avance este proyecto. Levantamos con orgullo el ejemplo del pueblo chubutense que resiste y amenaza ante los embates de este gobierno nacional y provincial que han apostado al extractivismo como foco productivo de la argentina. Entendemos que lejos de ser un triunfo definitivo, es una voz de aliento y un mensaje claro para quienes no elegimos resignarnos frente al modelo de explotación, contaminación y saqueo. Ninguna expectativa de bienestar podrá venir de las multinacionales y los planes “anti-crisis” de los gobiernos. Solo a través de la organización popular es posible lograr cambiar el curso de las cosas, no es momento de quedarnos en nuestros sillones y esperar a que el cambio pase por ventana, por el contrario proliferemos el ejemplo de Chubut, Mendoza, de todas las comunidades indígenas y del movimiento feminista revolucionario, comunitario y popular. Sigamos en pie de lucha contra el avance de la megamineria y las industrias extractivas, que contaminan, dañan nuestros territorios, y que atacan los cuerpos de mujeres, niñeces, identidades ancestrales y disidencias por sobre todo. La resistencia del pueblo chubutense sigue avanzando sobre el gobierno de Arcioni y la megaminería.

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