Desde Córdoba. 29 de Octubre 2020. Carlos Vasco Orzaocoa
Imágenes: Germán Romeo Pena para AnRed
En la madrugada del jueves 29 de Octubre 4.000 policías bonaerenses al mando de Sergio Berni concretaron el desalojo de la Toma de Guernica. Con gases y balas de goma y de plomo desarmaron y quemaron las casillas que con tanto esfuerzo habían levantado los vecinos. No dejaron que sacaran sus pertenencias ni documentos. Todo quedó hecho cenizas. Varias decenas de ocupantes fueron detenidos. Tanto el Juzgado como el gobierno provincial de Kicillof planificaron y ordenaron el desalojo. Contaron con el aval del Gobierno Nacional de Alberto y Cristina Fernández. Ningún funcionario del gobierno ni de su “ala izquierda” kirchnerista estuvo apoyando a los ocupantes.
Muy distinto trato dispensa el gobierno a los Fondos Financieros que quedaron en pesos pero que ahora tienen la oportunidad de comprar bonos en dólares que tenían el ANSES y el Banco Central y por los que se les paga intereses del 17 y 18% anual cuando en el mercado internacional se obtienen créditos al 0%. También vende dólares link a cotización del dólar oficial y al de futuro. Y establece relaciones con Techint vía Tecpetrol que es uno de los principales actores en Vaca Muerta; los Rocca tendrán excelentes subsidios para extraer gas más la promesa en firme de saldarle las diferencias que por devaluación no le reconoció Macri. Excelentes relaciones del gobierno con Marcos Bulgheroni, el hombre más adinerado del país, dueño de Pan American Energy (PAE) para explotar petróleo convencional asociado a una empresa estatal China. También con Urquía de Aceitera General Dehesa. Y es que en materia de extractivismo no hay grieta. A los que se fugaron 100.000 millones de dólares en un lustro y a las 300 principales empresas del país, mayoritariamente extranjeras, a las que el Estado les pagó los salarios de sus trabajadores con las ATP, el gobierno les provee de subsidio y créditos favorables. Para los trabajadores más precarizados, huyendo de la Pandemia y el hacinamiento y que necesitan tierra y vivienda van dirigidos los palos y tiros de la Bonaerense.
Este Peronismo, en el que dice inspirarse el Gobierno, ha perdido todo latido bonapartista cuando históricamente fue su ADN. Pero como en la vida nada es en vano, el 17 de Octubre vimos a este Peronismo exhausto.
Sergio Massa, Presidente de la Cámara de Diputados e integrante del Frente de Todos, debe estar muy satisfecho con el desalojo de Guernica. Cumplieron con su reclamo: “Yo defiendo la Propiedad Privada” para hacer coro con el reclamo de las Cámaras empresariales de “defensa de las Instituciones, defensa del Patrimonio Personal y el Estado de Derecho”. La burguesía mundial y local hacen centro en esa defensa, atento a que ninguna crisis anterior ha puesto tan en debate la propiedad privada como la que se desarrolla en la actualidad.
En efecto, la crisis mundial y local del Capital, unida a esta crisis humanitaria de la Pandemia (…y de las futuras) ha adquirido características históricas inéditas. Y millones de trabajadores del mundo han entendido que la única perspectiva real de dar una solución salvadora es con la nacionalización de todos los servicios de salud, de los laboratorios y emporios farmacéuticos junto a la elevación de la condición laboral del personal de la salud, de sus salarios y formación profesional.
Y que el problema de la vivienda y de todo el planeamiento urbano con equilibrio medio-ambiental, sólo es posible con la nacionalización de toda la banca para que el ahorro y trabajo de los argentinos no sirva a la fuga y el robo de unos pocos de siempre sino a las necesidades vitales del pueblo argentino. Y estas urgencias no son para un mero programa electoral. Es imprescindible que sean asumidas por todas las organizaciones del campo popular, por todos los trabajadores.