El próximo 2 y 3 de diciembre, comienza en la región el séptimo tramo del juicio contra los responsables del “Operativo Cutral Có”, que involucra el secuestro de jóvenes de Neuquén Capital, Cutral Có y el interior de Neuquén, trasladados en vuelos nocturnos hasta el centro de detención de Bahía Blanca.

Los testimonios de lxs protagonistas de esta historia constituyen una oportunidad más para reivindicar la lucha de lxs 30 mil detenidxs desaparecidxs, mantener viva la memoria y la verdad hasta lograr cancel común, perpetua y  efectiva a todxs lxs resposables. El genocidio cívico, militar y eclesiástico que en 1976 irrumpió en el país, intentó borrar el carácter revolucionario de la lucha que llevó adelante la generación setentista. Así como en el resto del  país, Neuquén tiene como protagonistas de esta experiencia valiosas compañeras que resisten y luchan junto a nosotrxs cada día.

El hecho que, por primera vez en la región, se juzgue por separado delitos de índole sexual hacia mujeres, constituye una conquista de los organismos de derechos humanos y de la lucha feminista. Llega para visibilizar el componente opresor y patriarcal del genocidio, que se ensañan contra los cuerpos de aquellas/es jóvenes, mujeres y disidencias comprometidas/es con la revolución socialista.

Desde Venceremos-PT entrevistamos a Dora Seguel, integrante del Partido Revolucionario de los Trabajadores en esa época, secuestrada con tan solo 16 años, junto con sus dos hermanas. Y a Elida Sifuente, también integrante del PRT y estudiante de Trabajo Social por ese entonces.

Venceremos-Partido de Trabajadorxs: ¿Como evalúan el desarrollo de los juicios contra los crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar en la región?

Elida Sifuentes: Creo que los juicios tienen el valor, en sí mismo, de quedar inscriptos en la historia,  me parece que eso tiene una importancia muy grande, porque están desapareciendo las madres, las abuelas, quienes vivimos aquella época, quienes somos parte de la lucha y que por eso fuimos encarceladxs, exiliadxs, están los compañeros y las compañeras desaparecidxs, y ya no van a quedar testimonios, pero si va a quedar la historia y eso me parece que es el valor importante. El otro valor creo yo, es el fruto de la lucha de organizaciones de Derechos Humanos que nunca claudicaron, que siempre estuvieron detrás de los juicios, y particularmente en Neuquén una persona que motorizó, y es insoslayable, es Noemí Labrune, acompañada de un montón de compañeros y compañeras obviamente. Yo creo que en cualquier proceso nunca hay individualidad, siempre hay cuestiones colectivas, construcciones colectivas. Así que se lograron los juicios por la lucha de los organismos, más allá del indulto, no claudicaron y finalmente se concretaron. Y  lo otro para quienes hemos sido testigxs y por ahí tengamos que nuevamente atestiguar, es desde lo subjetivo, reparador, poder ponerle palabras a todo lo vivido, más allá de que es muy doloroso, porque es volver a pasar, a vivir ese momento, y es un compromiso muy fuerte tratar de no olvidarse de nada, de recordar y siempre lo que se recuerda es muy doloroso, pero poder ponerle palabras en un ámbito público, frente a los jueces, frente a abogados, frente a todos los que acompañan, es otra cosa, es como poder sacarlo afuera y compartirlo. Es como que el recuerdo duele menos.

Dora Seguel: Realmente es así, nosotras, bueno ellas estuvieron guardadas (por Elida y compañeras) pero en la cárcel, en Devoto, yo quedé afuera a la semana, y fue empezar desde ahí. Mi familia y todo el resto de lxs compañerxs que estábamos afuera empezamos a luchar por su libertad, no es que nos fuimos y nos guardamos, a escondernos hasta que se diera la oportunidad. Desde el momento que nos largaron a la semana ya estábamos haciendo denuncias en el comando, porque en ese lugar habíamos visto a compañeras, habíamos escuchado nombres que no te los borras más, nunca más en tu vida. Los rostros, por ejemplo el de Alicia Pifarre, la vi quince minutos, su rostro no me lo voy a olvidar jamás, igual que la fila de lxs compañerxs, antes de que nos hicieran firmar la libertad para llevarnos a Bahía Blanca. Son hechos que quedan adentro tuyo y van a ser para siempre, ruidos, sonidos, las rejas cuando pedíamos ir al baño, y cuando entramos y cuando nos fuimos. Decidimos no guardarnos porque lo que buscaban era eso, sembrar el terror en los que quedábamos en libertad, para que no dijéramos nada o para que comentáramos y sembráramos el miedo. Sin embargo salimos y seguimos la lucha, ellas desde la cárcel y nosotros desde la calle. Desde el lugar que se podía tratábamos de hacer algo por lxs compañerxs. Los juicios lo que nos traen, es la posibilidad de masificarlo, porque empieza a salir en todos los periódicos, hay entrevistas que nos permiten que trascienda mucho mas, porque ya es un hecho histórico, que nos cuesta aceptar porque es tan reciente, a pesar que pasaron 44 años. Por eso son importantes los registros, porque es historia viva. La memoria está muy viva, y seguimos participando en los juicios con las banderas en alto por lxs compañerxs.

V-PT: ¿Cuáles son los principales crímenes enjuiciados en este tramo del proceso?

E.S: Por cuestiones técnicas, jurídicas, se separo el juicio en tramos, entonces por ejemplo los imputados son los mismos y los delitos que se imputan son más o menos los mismos, desaparición, tormentos y por primera vez en Neuquén se va a tomar el delito de índole sexual como un delito independiente de lo que son las torturas, porque todo lo que ha sido violaciones y vejámenes de índole sexual, en algunos juicios se tomaron como parte de la tortura, como una cosa más. Los organismos de derechos humanos lograron poder escindirlo y que la violación sea un delito en sí mismo, esto es la primera vez que ocurre en Neuquén y se daría en este juicio.

D.S: Preguntarán por qué hacer tanto hincapié en este tramo sobre el delito de las violaciones. Hubo compañeras que denunciaron en los juicios anteriores que habían sido violadas durante las sesiones de tortura. Hasta ese momento no había sido tenido en cuenta como delito de lesa humanidad. A partir de 2015, se comienza desde Buenos Aires con unas compañeras, y yo había ido a Bahía Blanca a declarar por Mónica Moran, y también pedí que sea tenido en cuenta como delito de lesa humanidad y a partir de ahí,  se siguió acá en Neuquén, se traslado mi causa a Neuquén, mi tramo esta acá, antes estaba en Bahía.

Es sumamente importante diferenciar las situaciones de tortura, todas son aberrantes, todos son vejámenes y difíciles de narrar, pero concretos, reales. Hablándolo con otros compañeros, como con Juan Cruz Goñi, que trabajó específicamente este tema, como marca y las huellas que deja, el daño que produce, o sea es una lucha que se mantiene y es constante. Es muy importante que sea tomado de esa manera y juzgado desde ese ángulo. Delito de lesa humanidad, no es un tormento común.

V-PT: Teniendo en cuenta que los delitos de índole sexual no fueron hechos aislados, se cometieron en todos los centros de tortura. ¿Qué vinculación encuentran con los abusos sexuales que sufrieron las mujeres chilenas en las revueltas que comenzaron en el octubre pasado?

E.S: No solo en la revuelta de Chile, sino que siempre ha sido usada la violación hacia las mujeres desde el poder, como forma de sometimiento. Ha pasado en las luchas de Europa, ha pasado en la conquista de América. En las distintas formas de las luchas de clases, donde hay un opresor o un conquistador, quien sustenta el poder recurre a este delito como una forma más de sometimiento, al que somos sometidas las mujeres, si bien hay antecedentes de hombres que han sido violados, sobre todo es un delito del que somos victima las mujeres, en general, y es como un instrumento de dominación que se han usado para someter, el poder usa este instrumento.

D.S: Por el machismo, hay compañeros que no se han podido animar a relatarlo, violaciones hacia ellos. Y no siempre se ha tenido tan en cuenta, viste como que los “varoncitos se lo tienen que bancar”.  Hizo mucho ruido que yo fuera una niña, que tuviera 16 años, porque era adolescente. Lo utilizaron, que no fue durante el interrogatorio, digo tampoco está avalado que sea durante el interrogatorio, ese recurso de tortura y vejamen, sino que era continuamente en el caso mío una revancha, una bronca, un querer destruirte, aniquilarte psicológicamente, emocionalmente, porque continuamente era el insulto, el agravio por la edad y por ser mujer. Como que por ser mujer y tener 16 años no tenía derecho a tener una ideología política, ni a militar en un partido. Después de la sesión de tortura termino en una violación, acá en Cutral Có y allá en Bahía Blanca en el momento de traslado. Entonces decís, por qué lo hicieron, porque buscaban lo que ellos decían y me decían al oído constantemente, que no sirviera para nada. Cuando a vos te dicen no vas a servir para nada, vas a ser una porquería, que no vas a poder mirar a la cara a nadie, qué es lo que te están transmitiendo. Precisamente eso, que no puedas recuperarte de la situación que viviste, que no puedas sobrellevarla. Entonces una se busca herramientas, en ese momento los psicólogos no estaban preparados para trabajar con nosotras, entonces tenes que buscar herramientas dentro vos misma. Para mí la gran herramienta era que no iban a poder conmigo, cada vez que la empezaba a ver jodido, me decía, no van a poder conmigo y salía adelante, como podía con los pedazos y arrancaba. De eso se trata, por eso yo creo que es tan importante.

Vamos a ver y espero, que a estos jueces les quepa bien el zapato, y que realmente sea ejemplar lo que hagan. Espero que hagamos mucho ruido, adentro y afuera.

V-PT ¿Que podrían destacar de la experiencia militante de las personas que denuncian los crímenes?

E.S: Creo que no hay nada de particular en los militantes, o en la militancia de aquella época. En todo caso el contexto histórico era diferente, como dijo Dorita, una va haciendo elecciones en la vida, y nosotros y nosotras creo que hicimos una elección, que era desde una mirada crítica, de lo que pasaba en nuestro entorno, particularmente en ese momento yo era estudiante de servicio social, pensar como están las cosas y que hago contra las injusticias. Es lo mismo que le puede pasar a un militante hoy, en un contexto diferente. Optar por el conjunto, por arremangarse y hacer algo, terminar con las injusticias, con el hambre, con la pobreza. Creo que no se trata de colocar en un lugar de héroes o victimas a la militancia de los 70’, no se trata de eso. Nos toco vivir en un momento del mundo muy diferente al de ahora, donde había aspectos en ese mundo, que daban cuenta de que era posible transformar la realidad, era muy visible. El mundo estaba dividido en dos, había una parte del mundo que tenía gobierno socialista, era reciente la revolución en Cuba, las movilizaciones en Europa. Era muy palpable y teníamos claro que queríamos socialismo, no había medias tintas. Queríamos hacer la revolución, una condición que estaba dada por el contexto histórico.

Hoy después de casi medio siglo, el mundo se ha modificado, y no quiere decir con esto, que hayan desaparecido las motivaciones que teníamos en ese entonces, sino que hoy nos demuestra que quienes sustentan el poder, son muy poderosos y han podido rearmarse y seguir dominando. Quizás ahora después de un retroceso como el que hubo, esta como más lejana la imagen del triunfo. En aquel momento, yo me pienso y parecía que faltaba poquito para tener una Argentina Socialista, una América Latina Socialista, replicar Cuba por todo el mundo. Hoy vivenciamos algo bastante diferente, esa en todo caso sería la diferencia.

D.S: Cuando en ese momento nos preparábamos y leíamos, queríamos llegar a estar bien formados para participar y demás, es verdad que lo veíamos mucho más cerca y estábamos ahí de lograrlo. Los ideales siguen siendo los mismos, sigue siendo el otro. Había compañeros de la construcción, cosechadores, campesinos. Si analizo y comparo la realidad social de aquella época con la actual, ahora estamos mucho peor en relación, y hemos perdido derechos. Lo que nos conmovía eran los ideales y el amor por el otro. El no soportar el hecho de que el otro esté viviendo con falta de calidad de vida, salud, de posibilidad de progreso, en lo elemental, tener acceso a educación. Mira lo que pasa ahora con el acceso a la educación, y la sobre explotación a los docentes. En casa lo que se hablaba mucho con mis hermanas era de esa necesidad de darlo todo, y sabíamos en el caso de estar militando en el PRT, era todo un tema, porque sabíamos que estábamos desde la clandestinidad y lo que estaba pasando ya en otros lugares del país. Se veía pesada la mano, y no nos fuimos, decidimos seguir y estar, esos eran los ideales, no como locos, sino pensando en el de al lado.

V-PT ¿Cual es su reflexión sobre la importancia de reconstruir el vínculo entre la militancia de los ’70 y las tareas actuales de la militancia?

E.S.: El vinculo esta dado en los hechos. Indudablemente el contexto histórico mundial ha cambiado.  Coincido con Dorita, la pobreza se ha incrementado y por lo tanto el nivel de injusticia que viven los sectores populares es aún mayor. En aquella época todavía estaban los ecos del Estado de bienestar. Hablamos de explotados, y hoy sigue habiendo explotados, pero hoy además están los excluidos, no hay empleo, no hay trabajo. Se ha encontrado otras formas de dominación. Hoy es evidente la crisis y están buscando la manera de armarse. Pero siempre existe de los sectores explotados la posibilidad de presentar lucha, a veces más a veces menos, pero siempre está la posibilidad de presentar la lucha.  Quizás este contexto, que nos ha ubicado en la situación que nos encuentra a todxs de pandemia, nos brinde la posibilidad de encontrar caminos que nos lleven a lograr mejores formas organizativas y fortalecernos para seguir dando la lucha.

D.S.: Me llama mucha la atención del interés de los jóvenes en los juicios por acercarse, y eso es lo que me preocupa más en este tramo, que quizás no se va a poder hacer, que vayan a presenciarnos, pero son las realidades con las que nos vamos a encontrar.

Me acuerdo la frase que decíamos “Mente fría, corazón caliente” A seguir adelante, mente fría para poder analizar, corazón ardiendo para darle fuerza.

El tribunal Oral de Neuquén fijó para el 2 y 3 de diciembre el comienzo del séptimo tramo del juicio a la “Escuelita”. El juicio será de forma mixta, por zoom y en algunas audiencias de forma presencial con limitaciones en la concurrencia. Habrá transmisiones por el canal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Desde Venceremos PT, llamamos a hacernos más presentes que nunca en este juicio, difundiendo y retransmitiendo por todos los medios posibles los valiosos testimonios de compañeras y compañeros que se sobrepusieron a los intentos de silencio, olvido y humillación. Para masificar la escucha, a “hacer ruido”; que los represores y sus cómplices sientan la presión del pueblo diciendo “Nunca más” “Ni olvido, ni perdón” “30 mil compañerxs detenidxs y desaparecidxs, presente”.

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