La situación edilicia, de falta de insumos y de bajo presupuesto de las escuelas públicas es hartamente conocida, a punto tal de haber generado tragedias que costaron vidas. Con complicidad de las burocracias sindicales, todos los gobiernos en las últimas décadas se han ocupado de ningunear esta situación, de no darle importancia, como si las escuelas debieran mantenerse con lo justo, con lo mínimo para que un conjunto de estudiantes y trabajadores transiten por allí un rato por día, se vayan y todo se mantenga igual, atado con alambre, siempre al filo de una nueva tragedia.

Pero era claro que alguna vez debía ocurrir algo que sacuda la estantería, que sacuda el statu quo y ponga a la vista de todes una situación insostenible en el tiempo, la ocasional caída de un techo en alguna escuela generaba sacudones espasmódicos pero insuficientes en la opinión pública general, la explosión de la escuela de Moreno que costó la vida de dos trabajadores fue un hito que marcaría un antes y un después pero que gracias al accionar de la burocracia sindical del SUTEBA, de funcionarios y medios de comunicación también iría perdiendo fuerza para que finalmente todo se mantenga como está; hoy una nueva y gigantesca tormenta se cierne sobre esta problemática y amenaza una vez más con poner el tema sobre el tapete, una pandemia mundial que tiene como principal herramienta para ser combatida a la higiene y a los espacios amplios, ventilados y dignos en general. En lo que llevamos de cuarentena hemos escuchado en más de una oportunidad a ministros de educación decirnos que se está pensando en el regreso a las aulas, incluso en algunas provincias se comienza a implementar dicho regreso. Ante esto nos preguntamos ¿están las escuelas en condiciones para recibir a estudiantes, docentes y auxiliares? Entrevistamos a Marisabel Grau (profesora de CABA y secretaria de prensa de ADEMyS), a Clarisa Rearte, docente de educación especial de Lomas de Zamora y a Agustín Rodríguez, director de primaria, también de Lomas, esto nos respondieron

 

V-PT: ¿Están las escuelas, principalmente del sector público, en condiciones para retomar las clases presenciales?

 

Marisabel Grau: En la Ciudad de Buenos Aires no están dadas las condiciones ni epidemiológicas ni sanitarias para la vuelta a clases. Por un lado, el estado de la infraestructura de buena parte de las escuelas ya era calamitoso: falta de agua en barrios enteros y por ende en las escuelas de esos barrios, falta de ventilación adecuada, falta de elementos de limpieza e higiene y de personal auxiliar de limpieza. A esto se suman problemas como la falta de mantenimiento de la estructura edilicia, con techos que se caen, puertas y ventanas sin picaportes, sin vidrios, baños con caños rotos, falta de calefacción, etc.

En la zona sur de la Ciudad, la nula construcción de escuelas en los últimos años, y el continuo incremento de la población, ha generado falta de vacantes, con más de 20 mil niñes que se quedan sin escuela en todos los niveles y al mismo tiempo un nivel elevado de hacinamiento, con aulas pequeñas que superan los 35 y hasta 40 estudiantes.

Por otra parte, año a año vemos cómo se recortan los insumos, tecnología y material didáctico que llega a los establecimientos, docentes y familias, con las obvias consecuencias negativas que esto trae para el desarrollo de nuestra tarea, mientras se recortan también programas y salarios, generando un enorme deterioro de las condiciones educativas y de trabajo de la docencia.

 

Clarisa Rearte: El pensar como volver a las aulas, más aún en la educación espacial, es algo que nos preocupa a las docentes del sector, principalmente en aquellas escuelas que están en barrios humildes, en contextos de pobreza donde los problemas se profundizan aún más. Las docentes de la rama especial, como aquellas que trabajamos con niños de inclusión en las primarias, somos también la mayoría de las veces sostén físico de los chicos, trabajamos poniendo el cuerpo, es muy difícil en nuestro trabajo mantener el distanciamiento social, nosotras trabajamos muy en contacto con los chicos, nos sentamos a su lado, muchas veces tenemos que guiar sus manos para que puedan escribir, ayudarlos a moverse, a algunos les cambiamos los pañales, el vínculo entre docente y estudiante en este nivel es muy estrecho, los chicos te abrazan, buscan contención, es algo inevitable en la educación especial. A esto se suma por supuesto las cuestiones edilicias, en una de las escuelas donde yo trabajo tenemos, por ejemplo, un grupo de 14 chicos en sillas de ruedas en un espacio de dos por dos, es una situación insostenible, hace años venimos reclamando en esta escuela por un edificio nuevo, pero hasta ahora no hemos recibido respuestas.

 

Agustín Rodríguez: Sinceramente pienso que los establecimientos no están en condiciones para garantizar el regreso a clases. Las condiciones de la escuela para la enseñanza en realidad hace mucho que no están dadas, son los equipos de trabajo quienes sostienen con su compromiso la escuela, ya que hay muchas cosas que el estado no cumple, como por ejemplo cuestiones edilicias o de seguridad e higiene. Sin ir más lejos en el marco mismo de la pandemia no fueron entregados los elementos de higiene necesarios, durante los repartos de mercadería a las familias apenas si nos llegaron algún bidoncito de lavandina y algún pan de jabón. A esto se debe agregar el propio contexto donde cada escuela se encuentra, en nuestro caso, la EP n° 89 se encuentra en un barrio muy humilde donde tampoco están dadas las condiciones para que la gente pueda cuidarse correctamente, muchos deben salir a trabajar aun rompiendo la cuarentena, otros no tienen las condiciones de habitabilidad para estar tanto tiempo aislados y la presencia del estado es deficiente, no existen campañas de prevención, no existen los testeos que deberían, todo esto genera que este tipo de comunidades, más vulnerables en todos los aspectos, también estén más expuestas al contagio, generando entonces un panorama donde, tanto por la situación de la escuela como por la situación de toda la comunidad, la posibilidad de volver a las clases presenciales se hace muy difícil

 

V-PT: ¿Aprovechó el gobierno los meses de cuarentena para realizar al menos obras mínimas que permitan un regreso a clases seguro, o la única estrategia sigue siendo mantener las clases virtuales, a las que no todes pueden acceder?

 

Clarisa Rearte: Yo trabajo en escuelas primarias, una escuela de educación especial y una escuela domiciliaria con chicos con discapacidad motora. Las primarias tienen muchos problemas edilicios, con aulas sin ventilación ni calefacción, con filtraciones que incluso inundan la biblioteca, con problemas de gas, etcétera. Luego, la escuela domiciliaria, que funciona en la casa del casero de una primaria, es una escuela muy chica ya que es una casa adaptada en realidad, allí aparecen problemas de todo tipo, ya que además los chicos usan sillas de ruedas, no hay espacio, hay una sola habitación un poco más amplia pero que igual queda muy chica, hay un solo baño e incluso los actos debemos hacerlos afuera, aun en invierno. En este último caso hace tiempo venimos esperando la construcción de una nueva escuela, hace años se comenzaron con obras, pero luego se abandonaron y ahora ese lugar funciona como deposito de la policía donde dejan vehículos abandonados, no tenemos noticias de otras obras.

 

Agustín Rodríguez: Bueno, claramente no, el gobierno no aprovechó para nada este tiempo para poner en condiciones las escuelas que no lo están. Porque la lógica sigue siendo siempre la misma, es decir, ir tapando agujeros, ir atando con alambre cuando en realidad las escuelas lo que necesitan es una inversión de fondo para poder ponerlas en condiciones. Claramente ninguno de los gobiernos ha invertido plata en infraestructura, y si la ha invertido es insuficiente y no llega a las escuelas. Está a la vista que hay una situación de desborde en todo sentido, económico y sanitario, que está poniendo en jaque la política del retorno a clases en unas supuestas condiciones de seguridad. Así que son cuestiones que todos debemos debatir para tomar consciencia de qué es lo que se está jugando en este retorno a clases, de qué modo se van a exponer docentes y comunidad toda en este retorno sin estar dadas las condiciones de infraestructura y de inversión de parte del estado.

 

Marisabel Grau: Hasta ahora nada se ha realizado en términos de infraestructura, ni para resolver lo pendiente, ni para adaptar las escuelas a las condiciones que serían necesarias para garantizar la seguridad y salubridad en una posible vuelta a clases. Los protocolos que se han elaborado tanto a nivel nacional como jurisdiccional son absolutamente impracticables. Baste mencionar que no se ha regularizado la provisión de agua para barrios enteros en la Ciudad.

Lejos de resolver estas cuestiones, desde los gobiernos han aprovechado la situación crítica para intentar avanzar en una reforma laboral y educativa que continúa empobreciendo contenidos. Lo que se pretende es transformar la escuela pública en un espacio de contención social y de aprendizaje de pautas y conocimientos básicos que se requerirán para un mercado laboral precarizado, con docentes que dejan de serlo para convertirse en «facilitadores» de contenidos producidos por empresas que venden plataformas; el famoso teletrabajo busca ser impuesto como parte de la normalidad que vino para quedarse, con los consecuentes perjuicios laborales y educativos que trae.

Pero ante todo ello, los y las docentes no nos quedamos de brazos cruzados. Continuamos organizándonos, junto a las familias y comunidad educativa, junto a les estudiantes, y demás trabajadores, para dar pelea en defensa de la educación pública y por todos nuestros derechos.

 

Mientras el gobierno se enorgullece por haber llegado a un acuerdo para pagar una deuda externa ilegítima y fraudulenta, docentes, estudiantes y auxiliares de la educación continúan en la incertidumbre sobre cuando se retomarán las clases presenciales y en como se llevará a cabo dicho retorno. Las escuelas, aun luego de ser sacudidxs por la pandemia, siguen en la misma situación deplorable de siempre. Desde Venceremos PT seguiremos exigiendo que son aquellos grandes empresarios que se han enriquecido a costa de la explotación de nuestro pueblo quienes deben pagar esta vez, seguiremos exigiendo que la vida, la salud y la dignidad del pueblo trabajador es la única y real prioridad. ¡Por trabajo y educación digna y segura!  

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí