Centro Cultural Sudaka

La pandemia y la cuarentena afectan la vida social de diferentes maneras. Los espacios culturales también sufren el impacto de la restricción de circulación y afecta directamente sus actividades. Lugares de encuentro, de creación, de intercambio, y también de organización y resistencia popular, que forjan una mirada donde los problemas son sociales y las respuestas colectivas. Para conocer más de cerca el trabajo de base y territorial que realizan, entrevistamos en esta oportunidad a les compañeres del Centro Cultural Sudaka del barrio Solano en Quilmes.

 Venceremos-Partido de Trabajadores: ¿Cómo surge el centro cultural Sudaka? ¿Qué necesidades los llevaron a armar el espacio?

Sudaka: En el conurbano los barrios céntricos son los que están repletos de alternativas artísticas mientras que las periferias son las más olvidadas y Solano no era la excepción. No había espacios para artistas que eran del propio barrio o espacios abiertos para la comunidad. A lo sumo sociedades de fomento. En general les artistas tenían que irse a Quilmes u otras ciudades para poder expresarse, emigrando de Solano.

A partir de esa necesidad surge la idea de construir un espacio cultural y social en el barrio. La necesidad primera era la existencia de un lugar para que artistas y, en un primer momento, específicamente musicxs, pudieran tocar.

Así el Sudaka surge en el año 2017. Empezamos un grupo de cinco compas a patear Solano buscando un espacio. Estuvimos unos seis meses en la búsqueda hasta que conseguimos el espacio, en la Donato Álvarez, atrás del Gauchito Gil. Cuando abrimos, lo primero que hicimos fue convocar una asamblea abierta para quienes quisieran participar. Así se fueron arrimando distintos artistas, conocides, amigues de nosotres. Al principio fue todo un desafío porque muches se organizaban por primera vez, porque nos conocíamos poco y porque también era pensar todo de cero: el nombre, el logo, cómo organizar las actividades culturales.

 V-PT: ¿Qué actividades desarrollan? ¿Cómo es el vínculo con el barrio?

S: desde los comienzos del espacio hasta marzo de este año que comenzó la cuarentena, nunca paramos de tener actividades culturales.  Variedad de artistas y estilos han transitado por el espacio: musicxs, bailarinxs, plástiques, gente haciendo tela… inclusive hemos organizado carnavales, corsos, ciclos y festivales como por ejemplo el «Spinettalandia».

En el verano del 2018 sumamos la apuesta de comenzar con talleres gratuitos abiertos para toda la comunidad, esto nos permitió comenzar a forjar un vinculo con lxs vecines del barrio ya que le sujetx que transitaba las actividades culturales solia ser aledañx al barrio. Los talleres fueron orientadxs hacia niñes y adolescentes. Desde una perspectiva de educación popular, donde elles eran protagonistas. Ademas, frente a un necesidad de trabajo amigxs artistas se han acercado ofreciendo dar clases de aquellx que tanto amaban y por lo que tantos años habían estudiado, es asi como surgieron los talleres con un arancel mínimo: teatro, guitarra, yoga, bateria,…

V-PT: ¿Cuáles son sus principios y objetivos?

S: el Sudaka lo planteamos como un espacio de lucha, de dar la batalla cultural contrahegemónica, fomentar otros valores, valores anticapitalistas, no individualistas. Nadie asegura que es fácil pero esa es la lucha.
Trabajamos desde la autogestión, teniendo iniciativas para poder financiarnos y así no regalar nuestra independencia, para poder tomar las decisiones nosotres, sin depender de nadie.
Es un espacio popular, abierto al barrio, a los artistas. Así es que todos los fines de semana abríamos el espacio para actividades culturales, antes de la cuarentena, para que artistas pudieran desplegar su arte, compartirlo.
También dábamos talleres gratuitos para niñes y adolescentes desde una perspectiva de educación popular, donde elles eran protagonistas, desde donde también dábamos la batalla por una cultura distinta. Esto era lo que más nos permitía el vínculo con el barrio.

Todo lo que hacemos, lo hacemos porque sabemos que es un aporte para el barrio y porque en ese hacer nos transformamos y al mismo tiempo damos una batalla cultural contrahegemónica.

Trabajamos desde la autogestión, teniendo iniciativas para poder financiarnos. De esa manera no regalamos nuestra independencia. Autogestión como elección contra el sistema y los intereses que hay detrás de cada gestión de turno. La autogestión requiere de mucha garra, de mucho corazón, de mucho poner el cuerpo, pero es lo que nos permite ser genuinxs y construir desde lo colectivo, tomando las decisiones en asamblea y entre todes.

También buscamos mantener la llama del feminismo viva e incluir a todo tipo de identidad autopercibida. Con aciertos y caídas, aprendemos desde las vivencias, experiencias y sentires. Como espacio cultural buscamos crear una cultura que no responda al machismo. Una cultura que repudie el accionar violento. Hablar, problematizar las construcciones sociales que se presentan como naturales y universales. Por eso nuestra convicción es estar siempre del lado de las pibas. Vivimos en tiempo de cambios y el feminismo marcó nuestras vidas. Apostamos a la deconstrucción de género, de mujeres, de hombres y disidencias porque tenemxs compañerxs con lxs que transitamos el espacio y creemos que el feminismo es una elección de vida. El hecho que el Sudaka se autodefina feminista requiere mucho compromiso y es un desafío, pero lo asumimos, y estamos para acompañar a las pibas y disidencias.

Construimos un espacio popular, abierto al barrio, abierto a todes aquellxs quienes apuestan a algo distinto, a eso que se rebela ante todo, a la transformación social y ese es nuestro objetivo, tener un espacio para el barrio, para lxs artistas, para la reflexión y el debate crítico, para aprehender y capacitarnos, porque seguiremos siempre apostando a transformar todo como lo conocemos y luchar en la calle, con lxs de abajo, organizadxs por las injusticias sociales.

V-PT: ¿Cómo impacta en la actividad que desarrollan la situación actual de cuarentena y de crisis económica?

S: Cuando empieza la cuarentena tuvimos que cortar la mayoría de las actividades. Lo único que seguimos sosteniendo fue la merienda y la olla popular, actividades que llevamos adelante de conjunto con el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL). Lo positivo de esta situación es que pudimos vincularnos mucho más con el barrio, conocer nuevxs vecinxs y sus historias. Nos valoran un montón como espacio y por lo que hacemos. Otro aspecto positivo es que nunca cortamos la actividad, que estamos predispuestxs a poner el cuerpo en lo necesario para nuestro barrio, para el pueblo.

Con respecto a la situación económica, como mencionamos, cuando hacíamos actividades culturales nosotres podíamos financiar el espacio con la plata que se juntaba con la venta de bebidas y comida. Pero ahora estamos imposibilitadxs a hacer eso, así que tuvimos que reinventarnos. Desde aportes que nos han hecho, hasta rifas y distintas iniciativas virtuales que nos ayudan a sortear el momento.

La crisis económica la vemos en el barrio también. Un barrio de gente laburante, pero que en estas condiciones muches quedan desempleadxs, sin poder hacer la changuita para subsistir. Se acercan al Sudaka a buscar el almuerzo, la merienda, y así vemos como se acerca más gente cada vez que brindamos alimentos. Ahí el laburo de conjunto con el FOL nos potencia, y también es mucha gente que se solidariza y nos hace llegar donaciones para seguir sosteniendo lo que hacemos.

V-PT: ¿Por qué es importante organizarse?

S: Un lema que nace en este contexto de pandemia y encierro, en el cual se vieron intensificados muchos problemas que parten de la desigualdad y el egoísmo individual, es que la salida es colectiva. El lema lo trabajamos ahora porque la misma lucha que hacemos también se ve intensificada, pero es algo que desde el comienzo, a partir de la primer actividad, creímos que iba por ahí. El colectivo como punto de unión de diferentes pensares y vivencias que nos atraviesan hace que ampliemos una mirada hacia distintas realidades. Y ahí la organización es fundamental, tanto como para llegar a los fines que tenemos, como también debatir y llegar a reflexiones superadoras, o como para hacer visible las injusticias que se llevan a cabo en la sociedad.

Organizarse permite una emancipación propia, construir qué tipo de sujetx queremos ser, conocerse a sí mismo, conocer a otre, construirse a unx mismx. Generar una autoconciencia y saber valerse por sí mismo. Construir qué queremos y qué camino queremos seguir.

V-PT: ¿Qué papel juegan los espacios como el Sudaka en la organización?

Espacios como el Sudaka son una alternativa de organización, presentando diferentes opciones, desde una merienda, una actividad, una huerta para personas que nunca se han organizado.

La organización, lo colectivo nos plantea muchos desafíos, no hay nada que permanezca quieto, todo cambia y se transforma, y es en ese movimiento cotidiano en el que nos presentamos para convivir con esa actividad fluida tratando de dejar una huella, a través del ejemplo y la acción, para el futuro.

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