Una nueva jornada de lucha de los movimientos sociales tuvo lugar este jueves en distintos puntos del país. El “Polentazo”, organizado por el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) junto a el FPDS CN, FPDS, MTD Aníbal Verón y otras organizaciones combativas, tuvo su presencia destacada en el centro de la Ciudad de Buenos Aires por tercera semana consecutiva. En un marco donde se profundiza el deterioro del salario y los ingresos de las familias trabajadoras ante una devaluación de casi el 30%, las organizaciones sociales salen a la calle en unidad para exigir una recomposición en los salarios en general y en los programas de empleo de las cooperativas en particular. En esta ocasión, se logró confluir en unidad con el triunvirato piquetero (CTEP, CCC Y BdP) que convocó a asambleas en distintos puntos del país y también instalaron ollas populares.

Para este jueves, el Gobierno Nacional había convocado a la reunión del Consejo del Salario con el fin de discutir, junto a empresarios y sindicalistas, un nuevo aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil. Dicha reunión fue postergada para el viernes 30 con el argumento de que la nueva gestión del Ministerio de Hacienda, a cargo de Hernan Lacunza, pueda planificar de una mejor manera la reunión. A pesar de la postergación, los movimientos sociales definieron salir con sus reclamos y exigir en las calles una recomposición acorde a los niveles de pobreza a indigencia en los que se encuentra casi la mitad de la población en nuestro país. Con los últimos datos oficiales de julio, una familia necesitó $ 31.934 para no ser considerada pobre. Muy lejos del SMVM que se encuentra en $ 12.500 y más aún de los $ 7500 que hoy perciben las y los trabajadores cooperativistas. Las últimas medidas oficiales que pretenden compensar la pulverización de los ingresos (quita del IVA en alimentos, bono de $ 5000 y $ 2000, un plus de $ 1000 en la AUH por dos meses, entre otros) son absolutamente insuficientes ante la brutal devaluación reciente. Mientras los bancos, el capital financiero y el campo continua enrriqueciendose con la timba financiera y una nueva devaluación, el Gobierno de Macri y el FMI pretende que las y los trabajadores seamos la variable de ajuste.

Este mismo jueves, en Buenos Aires también salieron a la calle sindicatos combativos como el SUTNA, Ademys, el Espacio de Trabajadorxs de Zona Norte, Madygraft y la izquierda. La jornada de lucha tuvo su réplica en varias provincias del país. Destacamos la presencia del FOL en Jujuy movilizando con un arco amplio de organizaciones sociales; en Rosario, donde el Polentazo llegó a las oficinas de ANSES y sede del Ministerio de Desarrollo Social de Nación y movilizando también por la tarde junto al sindicalismo combativo, trabajadores en conflicto y la izquierda; en Neuquén se realizó una volanteada en el centro; en Mendoza con una movilizacion amplia de organizaciones sociales junto al SUTE y otros sindicatos se movilizaron por la tarde; en Córdoba, una delegación participó de la asamblea convocada por la CTEP y llamó a trabajar por la unidad para luchar de las organizaciones. También se realizaron movilizaciones en Salta, Misiones, Tucumán, Chaco, Santiago del Estero y Rio Negro. En todas las actividades con la consigna que marca la urgencia del momento y una perspectiva en adelante: la deuda es con el pueblo, no con el FMI.

Para la semana próxima, se esperan nuevas medidas convocadas por los movimientos sociales con un programa reivindicativo concreto que incluye el aumento de los programas de trabajo, la apertura de nuevos cupos para desocupadxs y un urgente aumento en la asistencia alimentaria de comedores y merenderos. Desde Venceremos Partido de Trabajadorxs creemos que el esfuerzo por la unidad que realizan movimientos sociales como el FOL es fundamental para frenar ahora mismo el saqueo al que nos está llevando el gobierno de Macri y conquistar una recomposición en los ingresos de las y los trabajadores. Sin desconocer las diferencias políticas con movimientos que han sido parte del gobierno durante el kirchnerismo o con otros sectores de la izquierda con los cuales no se comparten métodos de construcción, si no se pone la unidad por encima, la lucha por defender los derechos de los sectores más postergados de la clase trabajadora se vuelve un desafío imposible.

Al mismo tiempo, es fundamental seguir exigiendo una ruptura con el FMI y sus políticas de ajuste y miseria. La opción para las y los laburantes no puede ser quedarnos en nuestras casas esperando la asunción de un nuevo gobierno. La lucha es aquí y ahora. Hay una deuda y es con el pueblo.

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