El ahogo presupuestario a las altas casas de estudios viene siendo cada vez mayor por parte de este gobierno. Ya a comienzos de este año se anticipaba una reducción del presupuesto universitario de 3 millones de pesos, recortes en becas a estudiantes que ya habían sufrido una reducción de entre 10 y 20% de 2016 a 2017, y paritarias por debajo de la inflación para los y las trabajadoras de nuestras universidades. En el caso del personal administrativo y de servicios -PAS-, el acuerdo paritario fue cerrado en 15% en cuatro cuotas y sin voluntad de diálogo mientras que los y las docentes aún no han podido llegar a un acuerdo.

Esto no es nada raro para un gobierno, conducido por la gobernadora Maria Eugenia Vidal y el presidente Mauricio Macri, que ven a nuestras universidades como un gasto y ya han expresado sus intenciones de que sean un “privilegio”.

Esto trae serias consecuencias principalmente en universidades del conurbano donde el recorte presupuestario y el retraso en el giro de fondos afecta la continuidad de instituciones como la UNAJ, la UNDAV (quienes ya han expresado públicamente que la falta de fondos hace peligrar el segundo cuatrimestre), la UNQ, la UNLa entre otras. Universidades a las cuales primeras generaciones de estudiantes universitarios pudieron acceder.

Un cuatrimestre que pasó

El primer cuatrimestre qué pasó encontro a las comunidades educativas de las universidades públicas sin poder pegarle con un solo puño y ponerle un freno a este gobierno.

Desde el movimiento estudiantil no podemos esperar nada de la Federación Universitaria Argentina que, conducida por la Franja Morada, en su último congreso realizado este año siguió mostrando un espacio vacío de participación y que no se pronuncia contra los recortes que viene haciendo de este gobierno.

Por su parte, los gremios docentes vienen realizando paros y medidas de lucha en unidad, pero que aún no hemos podido desde el conjunto de la comunidad educativa poner en agenda el recorte educativo de la gestión macrista.

Por un segundo cuatrimestre que nos encuentre en las calles

Ante un gobierno que no hace más que querer avanzar sobre nuestros derechos, debemos redoblar los esfuerzos y hacer de este segundo cuatrimestre una real revolución educativa. Ya hemos visto como dentro del movimiento estudiantil, Cambiemos de la mano de Franja Morada ha intentado avanzar de forma antidemocrática sobre nuestro espacios gremiales como la Federación Universitaria de Buenos Aires. Más allá de las diferencias que tenemos en torno a su funcionamiento y participación real de las y los estudiantes en la misma, es necesario denunciar que el gobierno quiere silenciar esos espacio que hemos ganado y ahorrarse un problema ante el ahogo presupuestario que vienen realizando.

Es por eso que este segundo cuatrimestre debemos redoblar esfuerzos, debemos poner en pie a la comunidad educativa de nuestras universidades y demostrar que la universidad pública no es un gasto, no es una variable de ajuste. Es un derecho y lo vamos a defender. Ante esto, es necesario que como izquierda fortalezcamos nuestras herramientas gremiales, las llenemos de participación y lucha, abonando a la máxima unidad de acción y superando los límites de las medidas institucionales que especulen con  las necesidades de nuestros espacios.

Es así que desde Venceremos, apostamos a la construcción del Frente Juvenil Hagamos lo Imposible y distintos espacios de construction gremial docente y no docente, en la UNQ, UBA, UNLa, UNLu, UnCuyo, UnMdp, entre otras universidades, y apostamos a defender la universidad pública generando espacios de organización unitarios y luchando en las calles.

 Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan

A 100 años de la reforma universitaria no podemos hacer más que seguir defendiendo nuestros espacios de estudio, porque aún después de 100 años nos quieren hacer creer que la universidad pública no es un derecho, que nuestros contenidos tienen que estar condicionados por las multinacionales, que se pueden rebajar las condiciones de trabajo de nuestros  y nuestras docentes y no docentes  y que a la universidad pública solo pueden acceder unos y unas pocas.

Pero bien sabemos que esto no es así, tenemos una comunidad educativa de pie que va a defender nuestros derechos. Es por eso, que en la actualidad abrazamos, movilizamos y ponemos de pie nuestras universidades. El 13 de Agosto comienzan las jornadas de lucha en la UNQ y la UNAJ de las cuales vamos a formar parte e impulsaremos para que sea un grito que resuene en el resto de nuestras universidades. No vamos a permitir que las universidades del conurbano ni ninguna universidad estén en peligro. Queremos condiciones de trabajo dignas, que nadie se quede fuera de la cursada y que nuestra educación no sea una variable de ajuste. Uniendo nuestros esfuerzos contra el FMI y el recorte presupuestario, salimos a las calles para decir que la universidad pública es un derecho, no un privilegio.

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