Con una movilización central a Plaza de Mayo, en la que confluyeron caravanas con representantes de los principales conflictos en curso (YC Río Turbio, FANAZUL, INTI, Hospital Posadas, entre otras), se realizó este 15 de febrero el Paro nacional de ATE y la jornada de lucha de la CTA-Autónoma, en coordinación con el SUTNA, Ademys, SiPreBA y Aceiteros, entre otras organizaciones sindicales. Diversos movimientos sociales como el FOL, CTEP, CCC y Barrios de Pie que sumaron delegaciones a la manifestación en CABA, ya que en ese mismo horario estaban protagonizando una importante movilización en la ciudad de La Plata con reclamos sectoriales dirigidos a la gobernadora María Eugenia Vidal.
Por su parte, la conducción kirchnerista de ATE Capital movilizó en soledad al Ministerio de Trabajo de la Nación, en un nuevo capítulo de una irresponsable y sostenida división del sindicato estatal -atravesada por la disputa al interior de las CTA que este año tienen que elegir conducciones a nivel nacional- que limita fuertemente las perspectivas de lucha de ATE en un contexto de desguace del Estado y despidos masivos. El próximo episodio de ese internismo aparatista, de espaldas a las necesidades de las y los trabajadores/as, lo tendremos en breve con la casi segura negativa de ATE Nacional a sumarse a la manifestación convocada por Camioneros, Corriente Federal de Trabajadores y las conducciones de ambas CTA´s para el 21 de febrero.
Sin la masividad que podía suponerse, la jornada del 15 tuvo como aspecto positivo, no obstante, su capacidad de reunir en una misma movilización a los principales sectores en conflicto, expresando en hechos que la única posibilidad de quebrar la ofensiva ajustadora del macrismo es a través de la coordinación de las luchas y la ampliación de la movilización callejera a partir de la más amplia unidad de acción.
Los sectores democráticos y de lucha del movimiento obrero debemos intervenir con iniciativa en este escenario, construyendo con audacia esa perspectiva de unidad de acción y sosteniendo con firmeza la independencia política de clase, para forjar una salida obrera y popular de fondo, ante los ataques del gobierno nacional y los gobernadores
