por Magali Marcovich – CICOP Hospital San Martín de La Plata

Durante todo el gobierno de Macri, la salud nunca ha sido prioridad. La verdadera intención del gobierno es el desfinanciamiento progresivo de la salud pública, la precarización de sus trabajadores y trabajadoras y el recorte de planes de salud para el pueblo, con el objetivo de fortalecer al sector privado, disminuir el gasto público y sumar puntos en la relación con el FMI.

Hacia la reestructuración neoliberal del sistema de salud

Sumadas a la poca capacidad para poner en marcha la Cobertura Universal de Salud (analizada en A Vencer de julio de 2018), las políticas de salud del macrismo rondan entre la desidia y el recorte. En lo que va de estos años de gobierno de Cambiemos hemos sufrido masivos despidos en el Hospital Posadas, el recorte de programas sensibles como el de VIH y medicación oncológica, el desfinanciamiento del Programa Remediar que otorgaba medicamentos esenciales gratuitos en el primer nivel de atención, la falta de inversión en hospitales y unidades sanitarias (a sabiendas que la mayoría de ellos se encuentran en malas condiciones edilicias), entre otras tantas políticas de ajuste más. Para un gobierno que define a la salud pública como un “gasto”, el único objetivo es achicarlo.

La salud está en un segundo plano en todos los órdenes de la política de Cambiemos. En este contexto se comprende la degradación del Ministerio de Salud de la Nación a una Secretaría del Ministerio de Desarrollo Social. Y si bien el impacto simbólico de por sí ya es fuerte, lo grave viene detrás del recorte en todos los programas y en la quita de la potestad de generar políticas de salud a nivel nacional. ¿Para qué se necesita una mirada global de algo que tienen el objetivo de desaparecer? No está de más decir que luego del `45, momento en el que se creó el Ministerio de Salud de la Nación, fue solo durante las dictaduras militares cuando se lo degradó a secretaria.

Esto sin lugar a dudas deja a los sectores más empobrecidos con menos acceso a la salud, lo que representa un acto criminal teniendo en cuenta el aumento de la pobreza y la indigencia, el vaciamiento del PAMI y la quita de pensiones por discapacidad.

Presupuesto 2019 y más ajuste

El Presupuesto de 2019 presentado por el macrismo va en sintonía con sus políticas sanitarias y los deseos del FMI. El gobierno hizo explícito que los drásticos recortes en salud y educación son solo para compensar el pago de la deuda y el aumento de presupuesto en Fuerzas de Seguridad. En salud se proyecta una reducción del 90% del Programa de Atención a la Madre y el Niño, 46% en el programa de VIH e infecciones de transmisión sexual, 75% en el de prevención de enfermedades endémicas, por citar algunos ejemplos. No está de más mencionar que estas áreas son sensibles y su reducción se traduce directamente en empeoramiento de las condiciones de vida del pueblo argentino.

Las políticas nacionales de precarización y ajuste se replican en los distintos distritos. En la Ciudad de Buenos Aires, el proyecto de creación del Complejo Hospitalario Sur, aprobado por decreto, establece la concentración de 5 hospitales en el terreno del Hospital Muñiz: es decir el Hospital Udaondo, Hospital Ferrer, Hospital Municipal de Oncología “Marie Curie”, el Instituto de Rehabilitación Psicofísica y el Hospital Muñiz funcionarían en el mismo edificio, lo que representa no solo un recorte en prestaciones, sino también despidos masivos y un negocio inmobiliario multimillonario.

En provincia de Buenos Aires se avanza en algunos municipios con la creación de la Red AMBA, mediante la cual desembolsarían 830 millones de pesos de provincia a los municipios para refaccionar unidades sanitarias y aumentar salarios. Este programa no contempla las formas de contratación y prevé que los salarios vayan siendo absorbidos por los municipios 20% anualmente, misma situación que el Programa Médicos Comunitarios que terminó sin el pago a las y los becados.

Las y los laburantes resisten

Las y los trabajadores de la salud resistimos al ajuste. El sindicato de profesionales de la salud de provincia (CICOP) lleva 25 días de paro en lo que va del año y las respuestas de la gobernadora Vidal y el ministro de Salud Scarsi son altamente deficitarias. En oposición al discurso dialoguista del gobierno, hemos tenido un solo llamado a paritarias en todo el 2018 en el cual se nos ofreció una paupérrima propuesta del 15% en cuotas, hoy actualizada con un 15% más al salario de diciembre de 2017, propuesta que el conjunto de los y las trabajadoras hemos rechazado de plano. Las mesas técnicas están prácticamente anuladas, por lo que la discusión sobre el ingreso de becarios/as y las mejoras estructurales en el sistema de Salud, como lo edilicio, no son parte de la agenda del Ministerio de Salud provincial. Con mucho esfuerzo venimos sosteniendo espacios unitarios con otros sindicatos y laburantes para poder romper el techo paritario, tarea indispensable para ganarle esta pulseada al oficialismo.

Las y los residentes, quienes hoy somos la mano de obra barata para el sistema de salud público, venimos de una lucha histórica por la conquista de nuestros derechos. Lucha que se renueva en los últimos años con el intento de modificación de nuestro reglamento por parte del oficialismo, frente a lo que nos hemos organizado junto al sindicato para exigir el reconocimiento de todos nuestros derechos como laburantes. Nuestras jornadas laborales llegan a ser hasta de 30 horas corridas, trabajamos 80 horas semanales, cobramos 60 pesos la hora, sin aportes previsionales y con salarios de ingresantes que rozan la línea de la pobreza; puntos centrales y sentidos por todas y todos nosotros. El gobierno se niega a reconocer nuestros reclamos pero le decimos una y otra vez que no estamos dispuestos/as a retroceder. Sin duda los desafíos son grandes pero con organización y lucha el horizonte será más prometedor que este presente de saqueo.

Asimismo, las y los trabajadores de la salud hemos apoyado y sido parte de la lucha del movimiento feminista por el aborto legal, seguro y gratuito tanto desde los sindicatos como desde la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, impulsando la campaña “Contá con Nosotrxs”, con el fin de seguir garantizando derechos a las personas que desean interrumpir sus embarazos. Sostenemos la importancia de seguir dando la pelea en las calles y en los lugares de trabajo junto a nuestros compañeros y compañeras con la convicción de que la maternidad será deseada o no será.

Lucha y organización

La salud pública desde hace tiempo estaría vaciada sino fuera por la lucha de la comunidad y de las y los trabajadores de la salud. La organización y la unidad en la acción se vuelven eje fundamental para derrotar el ajuste del gobierno de los CEOs. Una muestra de esto fue la Marcha Federal por la Salud donde movilizaron cientos de miles de personas agrupados en sindicatos, organizaciones sociales y políticas, y también muchísimas personas no organizadas sensibilizadas por el tema. Esta Marcha tuvo como punto principal el rechazo a la degradación del Ministerio de Salud de la Nación, además de otras reivindicaciones.

La lucha de las y los trabajadores de la salud, tanto los y las nucleadas en ATE como en CICOP, también representa un fenómeno a sostener con la unidad con otros sectores en similares condiciones, como AJB (Judiciales Bonaerenses) y SUTEBA. Los mejores resultados los hemos obtenido cuando la clase trabajadora golpea con un único puño a la indiferencia de los de arriba.

Es nuestra responsabilidad pugnar por la unidad de acción y fortalecer a los sindicatos, con democracia de base y ganando las calles. Es momento de demostrar en las calles que la salud del pueblo no se vende, se defiende, hasta lograr un Sistema Único de Salud a la talla de nuestro pueblo, donde estén cubiertas todas las necesidades de las personas y donde el acceso a la salud no sea un privilegio.

 ¡Aborto legal para no morir!

 No a la CUS

No al Presupuesto de ajuste

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