El 19 de julio de 1976, en Villa Martelli, Pcia. de Bs. As., un operativo de la dictadura genocida atacó y aniquiló a la dirección del PRT-ERP: Mario Roberto Santucho, Domingo Menna, Liliana Delfino, Ana María Lanzillottto y Benito Urteaga. El aparato represivo del estado aplicaba un duro golpe contra la dirección de una organización revolucionaria que había puesto en jaque a la burguesía local. Las y los militantes del PRT-ERP, aquellos que los milicos genocidas calificaban como “irrecuperables”, venían siendo objeto de un exterminio que ya habían iniciado previamente las bandas militares, policiales y parapoliciales, como la A.A.A. durante el último gobierno de Perón.

El PRT-ERP fue un partido que encarnó las ideas del Che Guevara, se nutrió de los aportes del marxismo y los tradujo a una praxis original y creadora, peleando decididamente para llevar al poder una revolución socialista en nuestro país y en nuestro continente. Fue una organización que integró en un mismo ideario las rebeliones de los pueblos originarios, las guerras de la independencia y las enseñanzas de las revoluciones soviética, china, cubana, vietnamita. Lejos de las visiones que tergiversan la historia, ya sea desde el negacionismo que traza una apología de los milicos, o desde el reformismo y la izquierda tradicional, que reducen sesgadamente el desarrollo del PRT al “guerrillerismo”, este partido integró en su seno a miles de cuadros y alentó los procesos de organización de masas en los planos sindical, cultural, de los derechos humanos; a la par, desarrolló y organizó la violencia popular y revolucionaria mediante acciones armadas que pusieron en jaque a la burguesía y su aparato represivo.

A 48 años de la caída de la dirección del PRT, y con un gobierno apologista del terrorismo de estado en el poder, queda cada vez más claro para quien quiera verlo: como planteara Santucho en su Poder burgués y poder revolucionario (1974), ya sea mediante el engaño o la represión abierta, las artimañas con las cuales se sostiene la burguesía en el poder están a la vista. La construcción de una alternativa revolucionaria es una necesidad cada vez más imperiosa. Las experiencias de gobierno y dirigentes que nos trajeron hasta acá, que abrieron la puerta a un gobierno nefasto y de extrema derecha, son las que sostienen que el capitalismo puede tener un “rostro humano”. Ese rostro no es otro que el del extractivismo, la desigualdad, el hambre infantil en el país de las vacas… esos males se ven hoy acrecentados por el saqueo voraz de la gran burguesía y el imperialismo que sostienen a Milei, un verdadero bufón que ocupa el gobierno junto a un séquito impresentable.

Como homenaje a lxs caídxs, volvemos a publicar un audiovisual elaborado por nuestra organización: “19 de julio. Semilla de Revolución”.

Además, publicamos un trabajo realizado por nuestro compañero, Carlos “Vasco” Orzaocoa, que a medio siglo de la publicación de Poder y poder, el imprescindible folleto elaborado por Mario Roberto Santucho, rescata aspectos fundamentales del pensamiento de este dirigente:

Mario Roberto Santucho. Sus ideas. Su pensamiento.

Este escrito de Orzaocoa fue publicado, también, por la Casa de la Memoria “Imprenta del pueblo Roberto Matthews”, y es un adelanto de una reedición del citado libro de Santucho que en breve verá la luz.

Pese al genocidio, el ejemplo de lucha de Santucho y del PRT está vivo. Vive en las barricadas y en las peleas que nuestro pueblo y los pueblos del continente siguen dando. Vive en la perspectiva de construir una sociedad sin explotación ni opresión, una sociedad socialista.

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