En un acto premeditado de abandono de persona, el colonialismo sionista avanza en su política de exterminio y limpieza étnica. Con el último gobierno se ha intensificado a niveles intolerables. La resistencia del pueblo palestino.

El mejor método para describir una ideología es su aplicación política práctica.

Ayer, martes 2 de mayo de 2023, el régimen sionista-fascista ha cometido un nuevo crimen de lesa humanidad. Es la aplicación práctica de sus objetivos de limpieza étnica para barrer al pueblo de Palestina del territorio usurpado desde hace 75 años, con el aval del imperialismo y la necedad de una parte de gobiernos del mundo.

El asesinato de Khader Adnan, a los 86 días de huelga de hambre, indigna sobremanera por las consecuencias de la política represiva de Israel. La huelga de hambre es una práctica pacífica de resistencia. Los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes, no intentan suicidarse. Expresan con este método la lucha por la vida digna. En este caso concreto el objetivo buscado era permitir que su familia lo visitara, ser hospitalizado y estar acompañado de cerca por un profesional de la organización Médicos por los Derechos Humanos de Israel (PHRI por su sigla en inglés) y que su información médica no se compartiera con autoridades israelíes. Hace dos días el tribunal militar israelí de la prisión de Ofer le negó todo lo solicitado.

Había sido arrestado en 12 oportunidades sumando ocho años de encarcelamiento. Evidentemente ya existía, de hecho, su sentencia a muerte antes de apresarlo en la madrugada del 5 de febrero de este año.

Tanto la sentencia como su asesinato no responden a acciones judiciales. Éstas ocultan las verdaderas razones de su persecución y muerte. Su ejecución (¿cómo llamar al abandono en su celda cuando necesitaba desde hace días atención médica en un hospital?) fue la decisión política de un Estado colonialista que pretende ocupar todo el territorio de Palestina barriendo a sus legítimos moradores.

La práctica de la destrucción de cultivos, la demolición de viviendas, la agresión permanente, la persecución, las detenciones de niñes y mujeres, el apartheid, las torturas psicológicas y físicas, y el asesinato expresan claramente la política del sionismo, independientemente del color político del gobierno de turno.

Otro dato que describe al sionismo y a la farsa de “democracia” israelí es que actualmente, casi 5.000 palestinos y palestinas están detenidxs en cárceles, de los cuales más de 1.000 se encuentran en detención administrativa, es decir sin la existencia de cargos ni juicios. Desde 1967 han pasado por las cárceles israelíes más de un millón de palestinxs.

Todo esto no sólo justifica sino que avala la resistencia del pueblo palestino con todos los métodos a su alcance. Y su realidad nos interpela a los y las revolucionarias de todo el planeta. Su enemigo es el mismo que oprime a toda Latinoamérica y buena parte del mundo. Es el mismo sistema y el mismo opresor: el imperialismo yanqui, que en este caso utiliza el brazo del Estado de Israel. Hoy, uno de nuestros aportes debe ser la lucha para que el gobierno argentino rompa relaciones con el colonialismo sionista.

Su lucha es nuestra lucha porque sus triunfos serán los nuestros.

¡Khader Adnan, Presente!

¡Hasta la Victoria Siempre!

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