Nuevamente Gaza es bombardeada por las fuerzas armadas de Israel. Ofensiva “preventiva” a supuestos futuros ataques de organizaciones palestinas.

Las agresiones israelíes nunca se han detenido ¿Cómo catalogar, si no, la permanente usurpación de tierras en Cisjordania? ¿Cómo denominar la matanza continua de palestinos a manos de colonos civiles o de las Fuerzas de Ocupación Israelí (mal llamadas Fuerzas de Defensa Israelí: FDI)?

Actualmente la cifra de israelíes que viven en Cisjordania son varios cientos de miles y van en aumento. Cada asentamiento (en realidad pequeña ciudad) que se establece en esas tierras implica la expulsión de palestinos, toma de tierras y, nunca falta, el asesinato de mujeres, niños y hombres que resisten el atropello.

Años de represión y de provocaciones de todo tipo preceden a los sucesos de esta semana. No se puede analizar la realidad como una foto, sin tener en cuenta los antecedentes. Cuando la muerte, el despojo, las encarcelaciones arbitrarias son parte de la cotidianeidad, tratar de sacar conclusiones al margen de dicha realidad es, como mínimo, incoherente.

Con esta apretada síntesis podemos comprender qué sucede actualmente.

Hace unos días se arrestó a Bassam al Saadi, acusado de ser el jefe militar de la Yihad Islámica en Cisjordania. Dicha organización exige su liberación inmediata. A partir de dichas declaraciones el gobierno israelí determina que la seguridad del país está en riesgo, se establece el estado de alerta. A continuación, el 5 de agosto, comienza la Operación «Despuntar del Amanecer». Esta operación significa, ni más ni menos, que un nuevo bombardeo a Gaza. Israel lo denomina “ataque preventivo”.

Es inaudito considerar a una ofensiva militar en la que, como consecuencia, mueren civiles (más de 30 y entre ellxs, 6 niñxs), como un acto de defensa. Sin embargo es práctica habitual que Israel, y su protector EEUU, denominen a sus ataques como defensivos. Pero es coherente con el desarrollo de esta historia: ¿qué más contradictorio que un pueblo perseguido y que sufrió el Holocausto sea el que acompañe y justifique la Limpieza Étnica de otro pueblo?

La derechización de la sociedad israelí es un proceso que se profundiza desde 1967 (la Guerra de los Seis Días) y se agudiza con cada operación militar. Podemos afirmar que esta nueva avanzada contra los palestinos surge de la situación política interna de Israel y no como respuesta a la resistencia del pueblo palestino. Tan es así que las campañas electorales hacen centro en quiénes son más agresivos, más colonizadores y menos contemplativos con los palestinos.

Y esta campaña militar no es ajena a dicha situación. El Parlamento israelí aprobó el 30 de junio su disolución y convocó a elecciones anticipadas para noviembre de este año, dando por terminado un período de poco más de un año del Ejecutivo integrado por Bennet y Lapid (el primero de extrema derecha  y el segundo de derecha, mal llamado centro). Siendo Lapid Primer Ministro interino, éste se esfuerza en hacer su propia campaña electoral y durante la misma, «casualmente» se suceden las detenciones y bombardeos que aún continúan al momento de escribir esta nota.

Desde hace un tiempo dentro de Israel han surgido voces en contra de la ocupación, incluso de parte de un pequeño sector del sionismo. Avanza la organización y el activismo en contra del apartheid israelí y por los derechos de los palestinos. Sin embargo, a pesar de ser un activismo muy comprometido, es muy incipiente aún y su incidencia en la realidad es muy débil.

Teniendo en cuenta esta situación, resulta imprescindible la solidaridad internacional para contrarrestar la ofensiva del imperialismo yanqui (nuestro enemigo común), cuya influencia en la región es determinante. Los acuerdos diplomáticos entre Israel y distintos países árabes debilitan aún más las posibilidades de liberarse para el pueblo palestino.

Parte importante de la fortaleza del sionismo gobernante reside en la indiferencia del mundo ante semejante ultraje. Por lo tanto dicha solidaridad internacional requiere, en nuestro caso, la acción contundente de las diferentes fuerzas políticas de izquierda y populares, exigiendo al gobierno argentino romper relaciones con el genocida Estado de Israel.

Organicemos y desarrollemos la más amplia y decisiva solidaridad con el pueblo palestino. Ellos y ellas lo necesitan.

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