
El 25 de mayo de 1965, en un escenario de alza en la lucha de clases en nuestro país y el continente, al calor de la revolución cubana triunfante y el ejemplo de la resistencia vietnamita, nacía en Argentina el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). La fecha de su fundación no fue casual: el PRT fue un intento de síntesis de diversas luchas preexistentes, concebidas desde el marxismo revolucionario y proyectadas hacia el presente. De la fusión de dos núcleos, Palabra Obrera (liderado por Nahuel Moreno) y el Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP) de los hermanos Santucho, surgía este partido que escribiría las páginas más elevadas en la historia reciente de la lucha de clases en nuestro país.
Como se señala en el libro recientemente publicado por Ediciones La Llamarada, Breve reseña del PRT/ERP/JG: “El PRT fue una organización política revolucionaria que actuó en las décadas de 1960 y 1970 en Argentina. De inspiración marxista-leninista, se planteó la lucha por la conquista del poder político con el objetivo de instaurar un Gobierno Obrero y Popular y desarrollar una Revolución Socialista, como parte de una revolución continental. Esta fue la única organización que, en su época, puso sobre la mesa de la política nacional la cuestión del poder revolucionario como algo complejo, articulado a través de múltiples facetas, entre las que la cuestión armada era una. Y esto a diferencia de las organizaciones armadas peronistas, que tenían una visión bastante más confusa, que vinculaba (de distintas maneras) la toma del poder con el retorno del general Perón. (…) El PRT-ERP se diferenció, además, del conjunto de la izquierda, alejándose de las opciones reformistas o insurreccionalistas. Su fuerza radicó en la decisión de llevar adelante esta percepción a la práctica. Así, realizó un intento de combinar teoría y praxis, para elaborar una concepción dialéctica sobre el carácter de la revolución argentina y latinoamericana, sobre la relación entre un partido revolucionarlo y el ejército popular, sobre la articulación entre la lucha de masas y la lucha armada”.
El PRT y luego el ERP fueron organizaciones que junto a una generación de miles de luchadorxs pusieron en jaque a la burguesía en nuestro país. Sus militantes, calificados por el enemigo como “incorregibles”, fueron particular objeto de persecución y aniquilación por parte del terrorismo de estado, incluyendo la dictadura de Lanusse, las AAA del último peronismo y la dictadura genocida del 76.
A 57 años de la fundación de ese partido que supo nuclear a miles de compañerxs en las fábricas, los ingenios azucareros, las barriadas, los frentes cultural, estudiantil, de DD.HH. y militar, y organizarlos para la toma del poder, saludamos con admiración a dicha experiencia. El desafío de lxs revolucionarixs es retomar con espíritu crítico e innovador las mejores enseñanzas de las mejores experiencias. No para intentar su copia, sino para aprender de sus múltiples aciertos y retomar las enseñanzas que el enemigo quiso sepultar.
¡Viva el PRT-ERP! ¡Viva la Revolución socialista en nuestro país y nuestra América!