Frente a la enorme crisis que golpea al pueblo trabajador se han gestado, a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio, procesos de resistencia y de lucha en distintas fábricas. Embrión de rebeldía, la recuperación de Zanón fue un hito en la historia de nuestra geografía, encendiendo la llama de la autogestión y la defensa de los puestos de trabajo.

Hoy, el recrudecimiento de las condiciones materiales y subjetivas de existencia nos plantea nuevos desafíos como clase, al tiempo que pone en evidencia las históricas desigualdades que padecemos mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries de la clase trabajadora. A pesar de este contexto crítico, somos nosotras/es quienes día a día damos batalla en nuestros lugares de trabajo, ponemos la cuerpa en la primera línea, no sólo para exigir por nuestros derechos, sino también en pos de garantizar el plato de comida en las ollas populares, en las meriendas para los barrios, sosteniendo las tareas de cuidado y domesticas invisibilizadas por el Estado.

En este marco, queremos recuperar las experiencias de distintas trabajadoras que son parte o han acompañado procesos de conflictos en diversas fábricas, forjando unidad y solidaridad de clase. En primera persona nos cuentan sus vivencias, comparten reflexiones sobre su rol dentro del conflicto, señalan algunos obstáculos y disputas que enfrentaron por su condición de género.

Betiana Fernández, trabajadora de Cerámica Neuquén, nos relata sobre la situación actual de la fábrica y sobre las trabajadoras particularmente.  En 2014 frente al vaciamiento patronal, les trabajadores de Cerámica Neuquén tomaron la fábrica al grito de “la fábrica es de quién la produce” y pusieron a andar un proceso colectivo de producción. Queremos resaltar que mientras publicamos esta nota, efectivos policiales, funcionarios judiciales y tasadores se presentaron en la puerta de la fábrica amenazando con avanzar en el remate de la fábrica, mientras les trabajadores se oponen y organizan la resistencia.

Betiana Fernández:Soy parte de la guardia. Estamos con una amenaza de remate constantemente y a pesar de eso seguimos produciendo. Actualmente somos 8 mujeres trabajando, cuando iniciamos la gestión obrera era 1 sola, que estaba en la producción de cerámicos. Yo entré después y trabajaba en el comedor de moza atendiendo a los compañeros.”

V- PT: ¿Cómo se reestructuran las relaciones laborales en el proceso de recuperación de la fábrica y qué repercusión tuvo en sus derechos como trabajadoras?

Betiana Fernández:Actualmente las tareas que realizamos las mujeres son varias, por ejemplo una compañera estuvo en prensa y después en la línea de producción en selección. Las demás chicas también están en la selección. También estuve en selección y ahora como dije en la Guardia. Ahora hace un año y medio entró otra mujer y se tomó para la guardia en la que somos dos mujeres ahora. Al principio sí hubo un poco de resistencia por parte de los compañeros que estábamos en otras tareas, por ejemplo, algunos no estaban de acuerdo que nosotras usáramos el autoelevador. 

Hoy piden que le saquemos tolvas, cambiar cisternas de esmaltes, etcétera. En fin, cambiaron su forma de ver las cosas. Algunos nomás fueron los que pensaban así, otros nos incentivaban a aprender. Yo siempre quise realizar esas tareas, pero no podía, y gracias a una compañera que ingresó, ella me incentivaba a animarme. Y hoy usamos el autoelevador. Tratamos de ser todos iguales, tenemos los mismos derechos. Y los compañeros nos respetan. Además nos tomamos el día 8 de marzo y lo cobramos. Lo del autoelevador me pareció fantástico (….). 

Antes a las mujeres, históricamente en la empresa, no se dejaba realizar esa tarea pero hoy las mujeres andamos de acá para allá sacando tolvas como te decía recién, y eso es histórico. Y eso incentivo varias cosas, que por ejemplo una compañera se fuera a prensa, aprendieran la línea, dar lugares también a la portería, porque mujeres no habían ahí. (…) igual todavía falta que todas las compañeras pierdan el miedo a usar el autoelevador. Agradezco la posibilidad de trabajar con  los compañeros, de entrar y trabajar acá con ellos. Seguimos luchando por la continuidad de la fábrica compañeras y compañeros, demostrando que salimos adelante también con la participación de las mujeres”.

 

Por otro lado, otra experiencia de lucha se da en el barrio La Florida-Quilmes, donde la comisión de mujeres de la ex papelera Ansabo, P.OR.Y.SO (“Papeleros Organizados y Solidarios”) han decidido ser parte activa en el proceso de recuperación de la fábrica que emprendieron sus compañeros dando pasos agigantados en la organización. En diálogo con Silvia Agüero, pudimos dar cuenta de la historia del proceso de lucha.

V- PT: ¿Cómo surgió la comisión y cuál es su lugar hoy en el conflicto?

Silvia Agüero:La comisión surgió a partir de reunirnos algunas esposas, hijas acompañando los primeros días de la lucha con nuestros compañeros, entre charlas y mates, compartiendo la misma situación nos fuimos conociendo. Acompañamos primero hasta que en un momento tuvimos que salir al ruedo poner el pecho y acompañar la lucha juntos así que, desde ese día, estamos constantemente activas, desde acompañar una marcha o un corte en el Puente Pueyrredón, en el  Metrobús como hasta hacer una comida, un guiso para compartir las guardias de los muchachos o escucharlos, que a pesar de que son hombres y parecen más fuertes, la realidad es que en lo que va todo este año de lucha los estados de ánimos van cambiando y ahí estábamos nosotras para sostenerlos. 

En este momento la comisión de mujeres está junto al  FOL (Frente de organizaciones en lucha) haciendo la olla popular los días sábados y domingo y un merendero los lunes. También estamos en la producción de sanitizantes de alcohol. Acomodamos una oficina de la dueña y ahí armamos un pequeño laboratorio con la finalidad de que esta pequeña producción llegue a quienes más lo necesitan, devolverle a la sociedad, al barrio lo que nos dio y nos siguen dando en esta lucha (…) 

Hace 15 días nos dieron la matrícula para la cooperativa asique ahora vamos por la expropiación. El proyecto de Ley está ingresado en la cámara de diputados de provincia en el mes de Diciembre así que ahora apuntamos a hacer una gran difusión  para que nos apoyen por la expropiación de ex Ansabo para que nuestros trabajadores tengan una vida a partir de esto, una vida digna y porque después de toda esta lucha se lo merecen. Así que desde la comisión de mujeres vamos a hacer todo lo que se pueda para seguir acompañando, no dejarlos y transitar juntos que es lo más lindo de esta lucha, el camino junto con los compañeros que estamos haciendo”.

 

Continuando la historia de lucha, en la Algodonera del norte santafesino de la ciudad de Avellaneda (perteneciente al grupo Vicentín), pudimos dialogar con la compañera Luciana González, ex abogada que representó a les trabajadores, quien nos compartió su experiencia en el acompañamiento del conflicto y relato las situaciones específicas de vulneración de derechos que vivencian las trabajadoras.

Luciana González:El tema de la vulneración de los derechos de las trabajadoras nunca se puso sobre la mesa por simplemente esta cuestión: Es una empresa de 450 trabajadores de las cuales sólo 15 son mujeres y esto se debió a una cuestión de que obviamente  la empresa consideró, durante muchísimo tiempo, que las mujeres éramos improductivas  para la empresa. Que teníamos muchísimas inasistencias por cuestiones familiares, que era una carga el tema de la maternidad de que trabajamos menos y teníamos menos fuerza. (…) Contaba Sonia Sanel que es una de las delegadas de las pocas mujeres que quedaron y quedó de delegada al frente de uno de los turnos de 80 hombres, ella contaba que antes generalmente eran mitad y mitad, pero con el tiempo y a medida de que se fueron jubilando las mujeres o fueron despedidas, siempre se reemplazó por un personal hombre. Si, fueron las mujeres las que cargaron sobre sus espaldas el conflicto, la cara visible del conflicto fue Sonia Sanel, una de las delegadas. Es más, cuando esa triste mañana nos atacan con el objetivo de romper la huelga desde la empresa, a las que atacan justamente son a Lucia Calderón y Sonia Sanel. Ellas son a quienes atropellan y agreden. 

V- PT: ¿Cómo es llevar adelante un conflicto siendo mujer?

Luciana González: El hecho de que éramos dos mujeres las que estábamos al frente del conflicto como abogadas, en mi caso particular y mi socia que entró más tarde, la doctora Carolina Walker a ayudarme con la causa, no fue una cuestión fácil, desde los medios de prensa mercenarios y la población que apoya a Vicentín, la oligarquía que se cree que por apoyar a Vicentín son dueños de la empresa. Las agresiones que tuvimos desde los medios de prensa por nuestra condición de mujer, como el hecho de siempre tener que acreditar nuestra capacidad más allá de que las dos representamos la mayoría de las causas resonantes con resultados favorables, pero siempre estar acreditando el hecho de nuestra capacidad, nuestra inteligencia, cuánto valemos ante la sociedad. Sufrimos agresiones y amenazas durante los 70 días que estuvimos frente al conflicto (…)

Fue una situación que me ha dolido mucho pero si, no fue fácil (…). El conflicto se sustentaba mucho en nosotras, la moral de los trabajadores estaba alta por la garra que le pusimos todas las mujeres, las pocas mujeres que éramos dentro del conflicto. Nunca se perdió nada, el conflicto se hizo público en todo el país cuando por aceiteros fuimos reemplazadas por un abogado. De ahí en mas, se perdieron todas las audiencias y al punto de que volvieron a trabajar sin haber logrado lo que en 70 días de conflicto estábamos pidiendo y solamente con la promesa de la empresa de escucharlos sin ninguna propuesta concreta. 

Es difícil ser abogada en determinados contextos, más en los sindicales, de los derechos de los trabajadores, desde lo profesional y de las mismas trabajadoras el hecho de tener un reconocimiento a su tarea (…) Sonia Sanel se llevó la peor parte de este conflicto al punto de poner en riesgo su propia vida cuando fue atropellada en una situación que generó la empresa para romper la huelga.

Además la situación de la mujer en este norte es difícil. Yo soy rosarina como Carolina, hace bastante que estoy en reconquista (…) es bastante difícil y distinta a lo que una puede estar acostumbrada en capital federal (…)  a lo que se vive acá en el norte santafesino. Desde la justicia todavía todo el tema patriarcal hasta en el discurso, es muy difícil de erradicarlo. En realidad fue toda una situación más que nueva el hecho de que estuviéramos dos mujeres al frente de una cuestión sindical y obviamente eso generó muchísima resistencia y muchísimos ataques.

V-PT: ¿Qué futuro avisorás para la Algodonera?

Luciana: “Sobre la experiencia de la ex Zanón y de la comisión de mujeres de Ansabo, quizás estas experiencias de las cooperativas sirva para lo que en un futuro pueda pasar con la algodonera Avellaneda, lamentablemente no veo un futuro alentador en lo que respecta a la empresa dado que forma parte del grupo económico Vicentin y va a arrastrar la algodonera. Aquí lo que va a ser fundamental  es preservar la fuente de trabajo y la figura de la cooperativa y las experiencias que nombré anteriormente van a ser fundamentales para poder pensar desde ahí la continuidad  de los puestos de trabajo (…) la experiencia de la cooperativa con buenos profesionales se puede manejar muy bien, y sí, podemos decir que las mujeres somos muy luchadoras y no se nos puede “comprar” y eso si puede ser un problema cuando evidentemente en algún punto se negocia por detrás con otros intereses (…) “

Estos ejemplos de lucha nos marcan horizontes y caminos, porque son experiencias praxicas de solidaridad de clase y sororidad entre compañeras, porque continúan apostando a la organización, porque no se quedan de brazos cruzados, porque cuestionan con cuerpa presente los estereotipos, mandatos y discursos, porque encabezan las luchas en pos de defender sus derechos pero también del conjunto de la clase.

Desde Venceremos Partido de Trabajadorxs extendemos todo nuestro apoyo y solidaridad a las distintas luchas que vienen llevando adelante las compañeras. 

¡Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres! 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí