Desde el comienzo de la cuarentena venimos advirtiendo y denunciando un recrudecimiento de las practicas represivas de las fuerzas de seguridad en todo el país. Un ejemplo de esto es cómo el estado se sigue apropiando de los cuerpos como pasa con Facundo Castro que se encuentro desaparecido hace más de 70 días.
Facundo Astudillo Castro es un joven trabajador de 22 años, y fue visto por última vez el 30 de abril cuando iba a dedo desde Pedro Luro hacia Bahía Blanca. Pero Facundo nunca llegó al destino porque la policía bonaerense lo detuvo por violar la cuarentena, desde ese momento no se supo más nada de él.
Su madre Cristina Castro intentó realizar la denuncia en la comisaria, pero esta no fue recibida con el argumento de que “estaría con la novia”. Recién el 5 de junio entra la denuncia a la ayudantía fiscal de Médanos-Villarino bajo la carátula de averiguación de paradero.
Este nuevo caso de desaparición forzada en democracia tiene todos los condimentos como el encubrimiento con pistas falsas, declaraciones que contradicen la versión de los policías y amenazas al abogado.
El estado, una máquina de desaparecer: Kicillof y Berni son responsables
La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad, desde la vuelta a la democracia se contabilizan mas de 200 casos como el de Miguel Bru, Luciano Arruga, Jorge Julio López, Daniel Solano y Santiago Maldonado, entre otros casos.
Esto demuestra que no hablamos de un caso aislado, como tampoco podemos decir que las fuerzas represivas son autónomas, sino que responden a sus autoridades políticas. Por eso decimos que a Facundo Castro lo desapareció la policía bonaerense y el estado es responsable, pero sus responsables tienen nombre y apellido: Sergio Berni y Axel Kicillof, que son quienes delegaron en la bonaerense el control y la militarización de la provincia.
Berni en su intento de mostrarse preocupado por el caso, lanzó una provocación a la familia diciéndole “que esta vivo, lo vamos a encontrar”, pero también declaró que no había ningún reproche a la actuación de la policía. En el mismo sentido Kicillof declaró que no hay que prejuzgar a nadie.
Por su parte, la ministra de seguridad de la Nación Sabina Frederic dijo que no hay que descartar ninguna hipótesis, esto es común en los distintos casos de desaparición forzada que se busca desviar la investigación con hipótesis falsas, cuando lo único que se tiene que investigar es la desaparición forzada a manos de la policía bonaerense. ¡VIVO SE LO LLEVARON, VIVO LO QUEREMOS!
Aunque la represión se vista de seda…
En este contexto surgen varias propuestas reformistas para terminar con la represión como poner la prioridad en la formación de las fuerzas de seguridad, una ley contra la violencia institucional y tampoco va a faltar los que pidan el control popular de las fuerzas de seguridad.
Ninguna de estas propuestas va a traer una solución, solo son maquillajes de las políticas represivas, porque es imposible terminar con la represión desde el propio estado burgués, ya que este viola sistemáticamente los derechos humanos para sostener el poder de la clase dominante.
Lo que esto significa que la represión no es una falla del sistema que hay que corregir, sino que lo que hay que destruir es el sistema capitalista. Por eso luchar por los derechos humanos significa luchar por la revolución y el socialismo.
Desde Venceremos – Partidos de Trabajadorxs exigimos aparición con vida ya de Facundo Castro, juicio y castigo a los responsables materiales y políticos, y para eso es necesario organizar la bronca y transformarla en lucha.
