Durante la ultima semana hemos visto como el covid-19 se fue expandido por el conurbano sur de la provincia de Buenos Aires, sobre todo en las barriadas populares y villas, donde cientos y miles de trabajadorxs viven hacinadxs y se ven forzadxs constantemente a “romper” la cuarentena para garantizar el plato de comida del día. Surgen dudas en relación a si el gobierno provincial y de los distintos municipios estaban preparadxs para dar asistencia y prevenir esta situación. Nos preguntamos qué acciones se fueron realizando para evitar que se diera esta propagación en la ultima semana, cuando ya el ejemplo de la villa 31 daba a entender como impacta el virus cuando este llega a las barriadas populares.

Los números son contundentes, si realizamos el recorte en el conurbano sur, en los últimos días los casos fueron creciendo de 30, 40 o 50 casos por día, dependiendo el distrito. Según la información, Avellaneda (949 casos 125 recuperados 19 defunciones), Lanús (755 casos 97 recuperados 9 defunciones) y Lomas de Zamora (753 casos 86 recuperados 16 defunciones), son los municipios con los ritmos de contagios más altos en la ultima semana, siendo los barrios populares y villas las zonas con mas riesgo. Semanas atrás la situación era distinta, los casos aumentaban entre 10 y 20 casos por día según el distrito, no habiendo mucha diferencia entre los pacientes recuperados y los casos comprobados. Hasta acá, todo entraría dentro de las previsiones que informaban las cadenas nacionales sobre el pico de contagio hacia finales de Mayo y principio de Julio, pero mas allá de los datos, lo que queda claro es que no se focalizó, ni se controlo donde iba a darse esa expansión. Una vez mas somos lxs trabajadorxs quienes padecemos las consecuencia de esta crisis sanitaria, social y económica.

Hace tres semanas surgieron los casos de coronavirus en Villa Azul, Quilmes (http://venceremos-arg.org/2020/05/27/decidia-y-abandono-en-villa-azul/), donde se vio claramente en que condiciones se vive la cuarentena en las barriadas populares y villas del conurbano sur de la provincia. Los casos de Villa Lujan son ejemplo de lo que viven miles de trabajadorxs: hacinamiento, falta de servicios básicos (agua, cloacas, luz, gas natural), acceso a una vivienda digna, acceso a la salud, trabajos precarizados, etc. Es imposible que en estas condiciones se pueda garantizar una cuarentena, si hay que salir a buscar algún trabajo para comer y sobrevivir.

El covid avanza en las barriadas populares del conurbano sur llegando a Monte Chingolo y Villa Caraza en Lanús; Santa Marta, Villa Fiorito, Villa Albertina, Ingeniero Budge y Santa Catalina en Lomas de Zamora, siendo los barrios con mas casos. Ante esta situación, numerosas organizaciones sociales y políticas, venimos reclamando mas medidas de prevención y kit sanitarios para los barrios mas vulnerables, entendiendo que son las únicas herramientas hoy en día para evitar la propagación y el aumento de casos. A su vez se exige mayor presupuesto y partidas alimentarias para los comedores populares y comunitarios.

En Lanús, si bien se vienen realizando operativos sanitarios, en los cuales las organizaciones sociales cumplen un rol fundamental acompañando a lxs vecinxs, las partidas presupuestarias que provienen de la nación no se están destinando a los comedores populares y comunitarios. En las Barriadas de Lomas de Zamora la situación es muy similar, hay faltante de alimentos en los comedores y elementos de higiene. Los kit no están llegando y los contagios siguen creciendo en las villas y los barrios populares. Ante esta situación, distintas organizaciones sociales vienen realizando movilizaciones al municipio, ollas populares y un corte en Puente La Noria el pasado 9 de junio, para reclamar por la partida de alimentos para que los comedores puedan alimentar cientos y miles de vecinxs en los barrios.

Trabajadorxs en la primera línea de exposición

Hay un hecho relevante en todo esto, y es que lxs trabajadorxs estamos siendo expuestos constantemente al virus. Si hablamos de la primera línea, hablamos de lxs trabajadores de la salud que por la falta de recursos como materiales higiénicos y sanitarios en los hospitales, están expuestos a contagio directo del los casos confirmados. Es el caso de de Maria Esther Ledesma, enfermera del sector de Pediatría del hospital Gandulfo (Lomas de Zamora), que la semana pasada falleció por coronavirus. Ella padecía padecía obesidad, diabetes, problemas cardíacos, pero como era menor de 60 años, le negaron licencia y nuevamente la desidia del estado la asesinó. Como Maria Esther, hay muchos casos de contagio y de fallecimiento entre lxs trabajadores de la salud, donde cuenta del deterioro del sistema de salud, por la falta de presupuesto y políticas del estado.

En el transporte publico existen numerosos los casos positivos en el ferrocarril Roca, donde se conocieron los primeros contagios en los Talleres de Remedios de Escalada al transcurrir un mes de la cuarentena. Hoy hay casos positivos a lo largo de toda la línea y en sus distintos talleres, pero la empresa y el sindicato no dieron respuestas concretas y las que dieron fueron tardías (http://venceremos-arg.org/2020/06/09/coronavirus-en-linea-roca-trabajadorxs-contagiadxs-y-desidia-empresarial/).

Para lxs trabajadorxs precarizadxs e informales que se encuentran en las condiciones más vulnerables, como ya hemos mencionado,  la flexibilización de la cuarentena comenzó hace mucho. Son trabajadorxs que día a día tiene que salir a la calle para poder llevar el alimento a sus casas, donde viven generalmente hacinados por falta de políticas publicas que garanticen una vivienda digna. Tampoco  alcanza con un subsidio de 10 mil pesos para vivir todo el mes, sino que es necesario que el estado amplié el subsidio y genere puestos de trabajo.

En numerosos medios hegemónicos, pero desde el gobierno también, sostienen una y otra vez que este es un virus que no tiene “distinción de clases”, que afecta y ataca a todxs por igual. Nosotrxs decimos que no. Que no es lo mismo cuando el virus llega a nuestras villas en donde somos forzadxs a vivir en condiciones precarias y cuando somos parte del sector que esta mas en riesgo. Decimos que no afecta por igual, si por garantizar las ganancias de lxs empresarixs, lxs trabajadorxs tenemos que exponernos constantemente al virus saliendo de la cuarentena a trabajar, en trabajos informales o precarios. Decimos que no es lo mismo que lxs trabajadorxs de la salud tengan que exponer sus vidas constantemente porque no están los materiales y elementos necesarios para realizar sus tareas y atender los casos. No son las mismas condiciones cuando en las barriadas populares y villas nos organizamos para garantizar las ollas populares, porque la desidia de los gobiernos de turno durante años nos marginalizó a las condiciones en las que vivimos. Porque con hambre no hay cuarentena que valga. No es lo mismo si las mujeres y disidencias tienen que convivir con su agresor por la cuarentena y no se garantizan refugios u hogares para transitar esta pandemia.

No estamos en las mismas condiciones, si el estado sostiene el sueldo de los CEOs, aplicando un programa que beneficia a grandes empresas que se enriquecieron durante los últimos años, en vez de cobrarles impuestos a las grandes fortunas, para destinarlo a las mayorías populares.

Mientras las condiciones de nuestra clase sigan de esta manera, nunca va a ser igual como nos afecta la pandemia, ni la crisis social y económica que estamos atravesando. Ante esto se redoblan nuestras tareas y esfuerzos por construir la mas amplia unidad, entre quienes venimos sosteniendo las ollas populares y los comedores, entre quienes venimos movilizando y realizando cortes de rutas, para enfrentar este contexto y a quienes quieran cargarlo sobre la espalda de lxs trabajadorxs.

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