Conversamos con nuestra compañera Marianela “Pini” Navarro, integrante también del Frente de Organizaciones en Lucha y de la Delegación Argentina en Solidaridad con el Pueblo de Bolivia, que viajó hacia Bolivia para registrar cientos de denuncias de los crímenes cometidos por el gobierno de facto de Jeanine Añez.
“El odio racial es muy muy fuerte y el ataque está dirigido principalmente hacia el movimiento indígena, hacia los sectores humildes de Bolivia y por supuesto, hacia las mujeres de pollera, hacia las feminidades en general, hacia la Whipala”
El estado de situación actual
“Bolivia, sufre hoy un golpe de Estado. Una dictadura militar de una magnitud que no veíamos desde hace varias décadas atrás. Desde la delegación internacionalista que viajamos hasta las tierras más golpeadas, recogimos cientos de denuncias que muestran una clara violación a los Derechos Humanos. Los primeros casos que registramos fueron de familias asesinadas y de al menos 3 cuerpos, que todavía figuran como NN encontrados en Senkata. Registramos también que hay personas asesinadas en Potosí, en Cochabamba y por supuesto que también hemos recibido denuncias de torturas en los sitios de detención. Que también hay que denunciar, que las detenciones son arbitrarias y que al día de hoy ni siquiera existen listados oficiales. Lo único que se informa es la situación “legal” de esos detenidos: en su gran mayoría han sido procesados bajo la causa de sedición y terrorismo.”
“Por otra parte, hemos recibido denuncias de violaciones sistemáticas hacia mujeres y niñas por parte de las fuerzas del ejército. La situación es alarmante, el disciplinamiento a los cuerpos feminizados ha avanzado como en otros lugares de América Latina. En este sentido, son las mujeres bolivianas las que están al frente del proceso de resistencia, como son también sujetas que activan el proceso político de reorganización del movimiento popular, que hoy atraviesa una situación generalizada de persecución. Todo el sector político, sindical y social opositor al régimen, está siendo perseguido y criminalizado. Y son las mujeres las que están sufriendo más duramente, la ferocidad de la represión de este golpe de estado.”
“También es alarmante la práctica de desapariciones, hay varias denuncias sobre todo en Cochabamba. Actualmente desde la Delegación internacionalista, estamos procesando todos los testimonios, para dar un informe final en los próximos días y además para hacer una presentación a los organismos internacionales en defensa de los Derechos Humanos.”
“Es imperiosamente urgente, denunciar que los sectores más golpeados son los sectores populares. El odio racial es muy fuerte, y es sostenido e impulsado también por los grupos fascistas, cuya máxima expresión es la Unión Juvenil Cruceñista. Sin embargo, también hay sectores fascistas en las fuerzas armadas, en las fuerzas policiales, en los sectores concentrados de la burguesía como también en la iglesia (y las iglesias). Son diversos los sitios de agrupamiento de estos sectores, si bien tienen su epicentro en Santa Cruz, están en todo el país.”
“El odio racial es muy muy fuerte y el ataque está dirigido principalmente hacia el movimiento indígena, hacia los sectores humildes de Bolivia y por supuesto, hacia las Mujeres de pollera, hacia las feminidades en general, hacia la Whipala.”
“En este sentido, también las iglesias (como siempre) han sido cómplices del golpe de estado. La asunción de Jeanine Añez con la biblia en mano, al igual que Camacho, es un símbolo muy fuerte y claro. Como dice la frase de Galeano “Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron cierren los ojos y recen. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia”. 500 años de resistencia y la historia, se vuelve a repetir.”
Las causas del golpe: una ofensiva continental
“Definir las causas del golpe es pensar en el marco de una ofensiva continental por parte del imperialismo. No se puede desconocer la responsabilidad de Donald Trump y de la embajada estadounidense en la gestación del golpe. También nuestra lectura debe incluir el escenario de revueltas en todo el continente. No por casualidad el imperialismo ha salido con recientes declaraciones, señalando que va a apoyar a los gobiernos, para evitar las revueltas populares. En toda la región enfrentamos el mismo plan económico y político: el intento para que América Latina vuelva a ser el patio trasero de los Estados Unidos y eso, implica avanzar sobre el movimiento obrero y popular en general, como se intentó hacer en Ecuador. Sin embargo, el movimiento indígena ha logrado un triunfo muy importante, derrotando el plan del Fondo Monetario Internacional. El estado de excepción y la represión que ya lleva dos meses en Chile, la represión continúa en Haití, el proceso de reforma laboral que está enfrentando Colombia (reforma que intenta llevar al trabajador prácticamente a condiciones de esclavitud), sumado a Bolivia que venía de un gobierno populista (de Evo Morales), son la muestra de que los sectores concentrados no admiten ni mínimas reformas.”
“Lo que está sucediendo en toda la región es la muestra de la ferocidad del sistema. Muestra que es necesario profundizar los cambios sociales, como también evidencia los límites de los gobiernos que no han profundizado la independencia económica y la soberanía política de sus proyectos. Pero, por otra parte, también este panorama muestra que el continente entero tiene grandes reservas de lucha y que ningún gobierno en adelante, va a poder mantener el orden institucional sin atender a las demandas que se están planteando.”
Las tareas urgentes:
“La actualidad reciente de Bolivia, está atravesada por una desmovilización general del movimiento popular, a excepción de Cochabamba y del Alto. Allí todavía se resiste. Sin embargo, también hay que mencionar que los niveles de persecución política, son generalizados. Gran parte de la dirigencia social está en la clandestinidad, por la represión. El acuerdo que se ha firmado, entre un gran sector militar que hoy tiene el mando del Estado y el MAS (como fuerza política mayoritaria) supone, una transición a base de una fenomenal persecución hacia el movimiento popular, desde una gran impunidad por parte del Estado.”
“Por lo tanto, no pueden considerarse elecciones legítimas, las que se establezcan en el próximo período, porque no existen ni las mínimas garantías constitucionales para el retorno de la democracia. En este sentido y desde nuestra perspectiva guevarista, nuestra lucha es internacional por su contenido. Estamos interpelades por la dura situación que vive el continente y en particular el pueblo de Bolivia. Por eso nuestra tarea principal es redoblar los esfuerzos para romper el cerco mediático, por que los medios de comunicación están al servicio del poder. Debemos redoblar los esfuerzos por difundir cada denuncia, porque los casos de criminalización y tortura que se viven en Bolivia, son delitos de Lesa Humanidad.”
“Y también es necesario rodear de acciones de lucha y solidaridad, fundamentalmente en contra de la avanzada derechista en el continente, en contra de la injerencia del imperialismo en nuestros países, en contra de los planes que tiene el Fondo Monetario Internacional. Esa, es nuestra responsabilidad, es nuestra tarea urgente.”