A lo largo de esta semana, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) realizará en Buenos Aires el Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico. Bajo el título “Las luchas por la igualdad, la justicia social y la democracia en un mundo turbulento” miles de intelectuales, investigadores/as y activistas participarán de conferencias, paneles y mesas sobre temáticas diversas.

CLACSO fue fundado en 1967 como institución no gubernamental vinculada a la UNESCO. En la actualidad, son 654 los centros de investigación que se nuclean en el Consejo pertenecientes a cincuenta y un países, principalmente de América Latina pero también de otros continentes. Existe una enorme diversidad en términos de enfoques, adscripciones teóricas y políticas en ese gran universo, así como diferentes formas y grados de compromiso de los mismos con las luchas sociales y políticas de cada país y de la región. La variedad de paneles y mesas temáticas, que se desarrollarán en varias sedes en simultáneo expresan esta heterogeneidad sobre la base de un posicionamiento general a favor del pensamiento crítico y de la promoción de la democratización del conocimiento y de las sociedades. Sin duda, esas definiciones permiten nuclear un arco amplio de expresiones teóricas e ideológicas que abarcan desde el cuestionamiento al neoliberalismo desde una perspectiva de un capitalismo distribucionista y/o neodesarrollista, hasta expresiones críticas del sistema capitalista y que entienden al neoliberalismo como una expresión concreta de ese modo de producción en la etapa actual, incluyendo los matices y divergencias que ambas perspectivas contienen en su interior.

Sin embargo, la apertura que se realizará el lunes en el microestadio del club Ferrocarril oeste tendrá una participación prácticamente excluyente de importantes figuras políticas de los gobiernos “progresistas” de la última década y media: Cristina Kirchner, Dilma Rouseff, Pepe Mujica, entre otros y otras. Es decir, políticamente el acto más masivo del Foro, su acto de apertura, toma una definición en la que se da voz a expresiones de un progresismo que cuestiona al “capitalismo salvaje” y que cuando estuvieron al frente de los gobiernos se propusieron  construir un “capitalismo serio”. Es cierto que las diferencias de los diversos proyectos capitalistas tienen impacto en las condiciones de vida, organización y lucha de los pueblos. Pero esto no debería conducir al callejón sin salida del posibilismo.

La necesaria unidad de acción para enfrentar la ofensiva neoliberal y derechista que avanza sobre nuestro continente no debería traducirse en el progresivo y creciente desdibujamiento de los proyectos que apuntan las armas de la crítica a la raíz de las desigualdades, injusticias y miserias: la explotación capitalista. El imperialismo, la xenofobia, el patriarcado, la destrucción ambiental y el oscurantismo de las religiones o la pseudociencia  se articulan y potencian con esa base social en que una minoría vive de la explotación del trabajo ajeno; un sistema que lleva en su esencia la mercantilización de la vida y que prioriza la ganancia y el dinero por sobre las necesidades humanas.

Volver sobre estas cuestiones es necesario ya que las diferencias estratégicas tienen profunda actualidad en el modo en que se encara (o no) la lucha contra ese enemigo inmediato. La prioridad del terreno institucional en la lucha contra  los gobiernos y fracciones abierta y descaradamente neoliberales constituye unas de las debilidades para que la pelea sea a fondo, con protagonismo popular, en las calles, y sin dilación. Planteado como “contracumbre” a la próxima Cumbre de presidentes del G20, no hay movilización como cierre o corolario de la semana de intercambio y desarrollo del pensamiento. ¿Y no es en la acción donde en definitiva debe probarse la verdad?

Desde Venceremos – Partido de Trabajadorxs valoramos cualquier instancias que permite profundizar el conocimiento crítico de la realidad. El debate con corrientes diversas es una condición para el desarrollo del pensamiento. No obstante, seguimos y seguiremos luchando contra un orden social que condena al hambre, a la explotación, a la miseria y a la guerra a la mayoría de la humanidad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí