
La lucha por el aborto legal seguro y gratuito, que combinó una acumulación de años de organización y una masiva participación popular en los últimos meses, expresó en el 8A una jornada histórica para el movimiento de mujeres y disidencias. Hacia el ENM tenemos que continuar redoblando nuestros esfuerzos en la pelea por la conquista de este derecho.
Los intensos meses de lucha que se sucedieron en el país a partir de la 7ma presentación del proyecto de Interrupción voluntaria del embarazo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito dejan un saldo importantísimo y altamente positivo para el movimiento de mujeres, disidencias y los diversos feminismos organizados. Sin lugar a dudas, conquistamos un “piso” del que no se vuelve, ya que hemos logrado la despenalización social del aborto, que salga de la clandestinidad y deje de ser un tema tabú.
No sólo hemos logrado poner en discusión las muertes por aborto clandestino y la cuestión de clase que esto conlleva, sino también que la legalización es una cuestión de salud pública esencial, como eje de interpelación masiva, que logró conmover a amplios sectores, incluyendo también el eje de la autonomía sexual de las mujeres y disidencias, y el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos.
Las escuelas, centros de estudio, las fábricas, las plazas, los medios de comunicación fueron inundados con la marea verde por medio de pañuelazos y actividades diversas que pusieron en la escena principal la pelea por un derecho postergado para las mujeres y personas con capacidad de gestar. En cada ciudad, en cada provincia a lo largo y ancho de nuestro país se visibilizó y organizó la lucha por la aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. También logramos un importantísimo apoyo a nivel internacional, contagiando nuestra lucha no sólo en toda América Latina, sino también con movilizaciones en numerosos países de otros continentes.
Sabemos que de esta acumulación histórica, no hay vuelta atrás, que el nivel de visibilización y movilización masiva que hemos logrado nos pone por delante la tarea de continuar nuestra lucha para que más temprano que tarde, el aborto sea legal, seguro y gratuito.
La reacción del conservadurismo y el oscurantismo clerical: el juego de las iglesias
Luego de la aprobación del proyecto de ley en la Cámara de Diputados el 14J, la iglesia católica, las evangélicas y sectores reaccionarios pusieron en movimiento todo el poder a su alcance para desplegar una estrategia en común que frenara la posibilidad de la aprobación en Senadores, demostrando así su peso en la vida política de nuestro país. El voto desfavorable de 38 senadorxs bajo argumentaciones criminalizadoras, no científicas o en base a creencias religiosas, evidenció la fuerte presión que estos sectores ejercieron.
Al poder político que tiene la iglesia católica en nuestra historia como país, reafirmado hoy en la figura del Papa; se sumó el peso político que vienen acumulando las iglesias evangélicas (situación que se expresa a nivel continental). En un documento presentado a senadores día previos a la votación, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina advertía: “Para el pueblo evangélico aquí representado, esta línea no es negociable y sabremos tener en cuenta vuestra decisión en el momento que nos toque votar”, siendo que esta alianza no recibe ningún financiamiento estatal y representa el 13% de la población.
Como no podía ser de otra forma, a las iglesias se sumaron sectores reaccionarios, nacionalistas y fascistas que realizaron un fuerte despliegue no sólo en términos de aportar a las movilizaciones convocadas, sino también ejerciendo el amedrentamiento y la violencia física en contra de las identidades (sobre todo mujeres jóvenes) que se mostraban a favor de la legalización del aborto.
El gobierno y el quiebre de los bloques políticos
El gobierno de Macri ha intentado despegarse del resultado en sí, pero sin duda, la votación no deja de expresar la política que viene impulsando en todos los órdenes. Así como el plan de disciplinamiento de la clase trabajadora y el pueblo en general comenzó a base de ajustes, despidos, criminalización y represión, esta derrota parcial en Senadores muestra también un intento de dar un golpe al movimiento de mujeres, disidencias y feminismos, que ha marcado una impronta cuestionadora al poder político, al gobierno y en otro orden de discusiones al conjunto de relaciones desiguales que se dan bajo el sistema capitalista y el sistema patriarcal.
Salidos ya de la escena legislativa, desde el Poder Ejecutivo se promueve generar una posición de “consenso” que lo deje mejor parado, planteando la incorporación de una supuesta despenalización del aborto bajo modificaciones del código penal. Propuesta que se encuentra lejos de la lucha por la aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Por otra parte, no podemos dejar de mencionar que el debate por la legalización del aborto también tensionó todos los bloques políticos de la clase dominante. El llamamiento de la Franja Morada a lxs senadores de la UCR para que voten a favor del proyecto, la toma del comité central del partido por parte de la juventud radical y la “apretada” a Cobos en Mendoza son partes de esa situación. Por su parte ni bien anunciado el debate en Senadores, el FPV anunció que su bloque de conjunto votaría por la positiva, cuestión que no pudo sostener, mostrando también las tensiones al interior de ese bloque. Que sectores con los cuales no compartimos planteos de fondo y tenemos profundas diferencias políticas en distintos aspectos hoy apoyen el aborto legal, seguro, gratuito, es una victoria nuestra, del movimiento de mujeres, disidencias y feminismos, y es también un acierto de la izquierda que siempre incluyó en su programa este punto.
Continuamos la lucha por aborto legal: Trelew allá vamos
Frente al escenario de rechazo que se presentó en Senadores, tenemos que continuar redoblando nuestros esfuerzos en la pelea por la legalización del aborto. En este sentido es importante señalar, que todos estos meses (y años) nos han permitido construir experiencia y sacar algunas conclusiones. La organización por abajo, paciente, en nuestros lugares de trabajo y estudio, ganando las calles y las plazas nos ha permitido ir logrando visibilización y masividad. Tenemos que continuar fortaleciendo espacios de encuentro, intercambio y organización que permitan canalizar la participación de mujeres y disidencias en esta lucha. La implementación real de la ESI, la construcción de redes de contención, acompañamiento y socorrismo, el abordaje desde la salud en las barriadas, la difusión de materiales son algunas de las tareas cotidianas a seguir promoviendo.
De la mano de ello, no podemos desconocer que hay una batalla política que el movimiento de mujeres y disidencias comenzamos a poner sobre la mesa, que es por un lado el cuestionamiento a la “representatividad” de una casta de 70 que definen por sobre la voluntad popular. Como así también la lucha por un Estado laico y la separación de la iglesia del Estado es una consigna que comienza a ser incorporada con mayor fuerza.
En el mismo sentido, sostenemos la propuesta de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito, que promueve a no votar candidatxs que se hayan posicionado en contra del proyecto IVE e instaron a cada partido a que incluya en su plataforma electoral esta demanda. De cara a las elecciones de 2019 es un eje central de nuestras propuestas programáticas el aborto legal, seguro y gratuito.
En este contexto, nuestra próxima parada es el ENM en Trelew, ciudad que en la historia de nuestra clase nos señala el camino de la unidad revolucionaria.
Este nuevo ENM será la primera fecha masiva del movimiento de mujeres y disidencias posterior al 8A donde el eje por el aborto legal, seguro y gratuito tomará el centro de la escena para seguir construyendo los caminos de organización para lograr este derecho y todos aquellos por los que venimos dando batalla. Es una tarea de primer orden llegar a octubre con nuestra fuerza organizada para seguir demostrando que en este camino no hay vuelta atrás.
Acá no se rinde nadie
¡Abajo el patriarcado que va a caer!
¡Arriba el feminismo, que va a vencer!