Sin más margen de maniobra para nuevas dilaciones, la convocatoria al paro general por parte del triunvirato de la CGT para el lunes 25 de junio, es un intento de la conducción cegetista de ofrecer una válvula de escape ante la presión de las bases obreras, a raíz del deterioro imparable de las condiciones de vida de nuestro pueblo trabajador.

El carácter pasivo y aislado de la medida de fuerza no deja demasiadas dudas de que la intención fundamental es descomprimir el malestar por abajo; sin embargo, la convocatoria forzada ofrece una gran oportunidad para instalar las reivindicaciones fundamentales de la clase trabajadora en la actual coyuntura, en el marco del durísimo ajuste del gobierno nacional y el FMI, que se exacerbará drásticamente en los próximos meses.

Frente a la cómplice pasividad cegetista y la moderación de las CTA (que llaman a movilizar a sus bases de manera episódica con la mira puesta en las elecciones de 2019), los sectores antiburocráticos y combativos del movimiento obrero tenemos que aportar a la construcción de una jornada que muestre una disposición de lucha que esté a la altura de los ataques que el gobierno de Cambiemos descarga sobre el pueblo.

Por eso planteamos la necesidad de construir un paro activo mediante movilizaciones o cortes de los principales accesos de cada ciudad en todo el país, para multiplicar la exigencia a las conducciones sindicales de que se ponga en pie un plan de lucha unificado y sostenido en el tiempo, con el objetivo de derrotar en las calles las políticas de ajuste del gobierno macrista.

Para alcanzar semejantes objetivos de lucha, debemos apostar a la más amplia unidad de acción de todos los sectores del movimiento obrero que quieran salir a la pelea, cuestión que será central en las luchas por venir, al tiempo que forjamos instancias propias de reagrupamiento y coordinación de los sectores antiburocráticos y combativos.

La formidable movilización del movimiento de mujeres e identidades disidentes que el 13 y 14J, en jornadas épicas, logró la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley de Aborto legal, seguro y gratuito, marca un rumbo de acción claro; que, a su vez, tiene como antecedentes inmediatos las movilizaciones populares de diciembre de 2017, en el marco de la  discusión parlamentaria de la reforma previsional.

En esta perspectiva, valoramos positivamente la convocatoria al Encuentro obrero del 23 de junio en el micro-estadio de Lanús. Para fortalecerse, además de contar con la importante presencia de delegaciones nutridas por quienes militamos en fuerzas de izquierda, el encuentro debe crecer y manifestar claramente una voluntad de confluencia con diversas y heterogéneas expresiones sindicales democráticas y combativas (y no sostener un “delimitacionismo” permanente que conduce al aislamiento).

La crisis económica, social y política se encuentra en una coyuntura de suma tensión y la derrota de los planes de ajuste sólo puede alcanzarse mediante expresiones masivas y combativas de lucha. El gobierno de Cambiemos pretenderá avanzar nuevamente con sus reformas neoliberales –con la flexibilización laboral a la cabeza- y esa nueva ofensiva no podrá ser derrotada sólo con la fuerza de las y los que pensamos más o menos parecido.

Por esto mismo, necesitamos una coordinación amplia que interpele y pueda empalmar con distintos sindicatos, comisiones internas y sectores en lucha antiburocráticos  (como Aceiteros, Sipreba, Cuerpo de Delegados de la Línea 60, por ejemplo) y movimientos sociales combativos, para ofrecer una referencia real de lucha no sectaria para amplios sectores de trabajadores y trabajadoras de base, que están sufriendo los efectos del ajustazo y tienen mucha bronca por las entregadas de la burocracia sindical.

Desde Venceremos – Partido de Trabajadorxs postulamos una intervención que pueda combinar respuestas a las demandas urgentes y también las estratégicas que tenemos como clase trabajadora: vamos por una amplia unidad de acción y plan de lucha unificado para enfrentar en las calles el ajuste del macrismo y el FMI; defendemos la democracia sindical, asambleas y los métodos antiburocráticos en los lugares de trabajo para forjar sindicatos de las y los trabajadores/as; y, junto a esto, apostamos a construir más unidad de la izquierda anticapitalista, antipatriarcal, antiimperialista y socialista para alumbrar una salida de fondo para las mayorías obreras y populares.

  • ¡Por aumentos de salarios superiores a la inflación!
  • ¡Basta de despidos y tarifazos!
  • ¡Trabajo para todos/as con todos los derechos!
  • ¡No a la reforma laboral flexibilizadora!
  • ¡Por la aprobación en el Senado de la ley de aborto legal, seguro y gratuito!
  • ¡Por la unidad de la clase trabajadora contra el gobierno y el FMI!
  • ¡Los y las trabajadoras debemos ser protagonistas!

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