El jueves 5 de abril se llevó a cabo la jornada de paro en la Provincia de Buenos Aires, con una movilización a la Casa de la Gobernación de la provincia en La Plata. Dicha medida había sido anunciada la semana pasada por ATE, el FUDB (SUTEBA- FEB- SADOP-AMET-UDOCBA), AJB Y CICOP, sindicatos bonaerenses que nuclean a trabajadores/as estatales, docentes, judiciales y profesionales de la salud respectivamente. Una acción unitaria con un pliego de reivindicaciones común centrado en la exigencia de paritarias sin techo y rechazo al 15% que quiere imponer el gobierno, la defensa del IOMA y del IPS y mayor presupuesto en Educación, Salud, Justicia y Niñez.
La gobernadora Vidal, decidida a profundizar el ajuste sobre los y las trabajadoras, está aferrada a la pauta oficial del 15% de aumento salarial, sin cláusula gatillo, y tiene el objetivo de introducir el presentismo en la composición del salario.
El día miércoles 4 se realizó la sexta reunión paritaria con el FUDB. En el transcurso de cada reunión, el gobierno mantuvo el ofrecimiento del 15% y solo fue variando las sumas por fuera del salario: $6 mil de presentismo al año, $3 mil por capacitación y en esta ocasión agregò $2.520 de material didáctico. Cifras que los y las docentes cobrarían una vez en el año. La intención del gobierno es que en el futuro estas sumas sean parte de la composición salarial. Los sindicatos rechazaron, lo cual era previsible. Por ello la gobernadora preparó un escenario para dirigirse a la audiencia pública que incluyó una carta dirigida a la docencia, una conferencia de prensa y la participación en programas televisivos. El discurso de Vidal en este momento no está centrado única y específicamente en golpear a los referentes sindicales, sino en continuar instalando conceptos que forman parte de la matriz ideológica de las reformas laborales y educativas en curso, como lo son el mérito por capacitación y por cumplimiento en el trabajo, el vínculo entre escuela y el mundo del trabajo, la formación docente, entre otros.
Además de un discurso, Vidal necesitaba un triunfo de cara a la jornada de lucha del 5 de abril y lo obtuvo gracias a los gremios estatales “dialoguistas” que, el mismo miércoles 4, aceptaron el aumento del 15% en tres cuotas más el pago de una suma de 3 mil pesos en concepto de presentismo. Los que acordaron son: UPCN y los sindicatos que integran Fegeppba, entre ellos, Salud Pública, AERI (nuclea a los empleados del ministerio de Economía y Arba) y APOC (Organismos de Control), y Soeme, una ironía dado que es un gremio intervenido tras la detención de Marcelo Balcedo. ATE rechazó la propuesta y añadió al pliego reivindicativo que impulsó el paro y la movilización de la jornada de ayer, el repudio al acuerdo efectuado por los sindicatos mencionados. Cabe agregar que este sector viene exigiendo la reincorporación de los/as despedidos/as y el pase a planta permanente de miles de compañeros/as que están a merced de la precarización y la inestabilidad.
Por su parte, los/as trabajadores/as judiciales de la Provincia de Buenos Aires nucleados en AJB aún no han sido convocados a discutir paritaria para este año. Han convocado al paro y movilización del 5 de abril exigiendo ser convocados/as y anticipando el rechazo al techo del 15%. Desde el sector exigen mayor presupuesto a la justicia donde hay más de mil nuevos nombramientos trabados. El gobierno y los medios de comunicación han venido instalando la idea que en la justicia no se trabaja, que tienen muchas vacaciones y sueldos altos. Una idea que va a contrapelo de la realidad de los/as trabajadores/as judiciales que denuncian las condiciones laborales indignas: con montañas de expedientes, sin calefacción y con edificios que se caen a pedazos, y la violencia laboral por parte de jueces y funcionarios. La batería mediática pretende plantear la necesidad de una reforma judicial que va de la mano del ajuste y vaciamiento de la justicia, intentando avasallar derechos conquistados de los/as trabajadores/as judiciales.
Cicop aún no fue convocado a discutir paritaria. Los/as trabajadores/as de la salud denuncian que los salarios insuficientes repercuten en servicios cerrados o en vías de cerrarse, hospitales que no tienen garantizada la pediatría, neonatología, el estado edilicio critico de hospitales y centros de salud. Entre otros reclamos el cumplimiento del acuerdo paritario de pase a planta de becarios/as, condiciones laborales de residentes (aportes previsionales, reconocimiento como trabajadores/as).
La jornada de lucha en unidad de los distintos sectores reunió a miles de trabajadores/as en la calle, el mayor volumen se vio en las columnas docentes. Una jornada que expresa la necesidad de miles de trabajadores/as de dar respuestas a los permanentes ataques al bolsillo y a los derechos conquistados. Las distintas conducciones sindicales que hoy se alinean contra el ajuste de Vidal, tienen sin embargo responsabilidades en la grave precarización laboral y en las políticas públicas que denuncian. Forjan una unidad que es absolutamente necesaria, pero sin correrse de sus métodos burocráticos, el armado unitario queda estructurado por arriba alejado de las instancias de debate y decisión y participación de las bases, espacios naturales para construir un plan de lucha que ponga freno al avance de las reformas y al ajuste del gobierno de Cambiemos.
