El sábado 18 y el domingo 19 de junio compañerxs y amigxs de Venceremos – Partido de Trabajadorxs y compañerxs de la Imprenta trabajamos juntxs en la Casa de la Memoria «Imprenta del Pueblo Roberto Matthews». Nos propusimos redactar de conjunto esta breve crónica, para agradecer a quienes apoyaron con recursos las jornadas y para extender y seguir ampliando y difundiendo una memoria de lucha que se construye trabajando.
En torno a la preservación y recuperación material de la imprenta secreta del PRT-ERP, hoy nuestra Casa de la Memoria, también se desarrolla su recuperación social e histórica. Su recuperación política, ideológica y moral.
Evitando detenernos melancólicamente sobre lo pasado y caer en la victimización de lxs caídxs, este ejercicio de memoria activa se propone conservar y reproducir lo mejor y más avanzado de una larga y no agotada tradición de organización y lucha popular. Arrojándola sin intermediarios sobre la mesa de este presente tan complejo y aparentemente imposible de comprender y revolucionar; para enriquecer y estimular nuestra militancia cotidiana.
Con la intención de evitar la circulación de personas, comida y agua en la habitación en la que se encuentran las entradas antes cerradas y ocultas de la imprenta, estamos construyendo un nuevo baño y cocina en el patio. Sobre los cimientos mismos en los que se apoyaba un taller de herrería que servía de cobertura y disimulo.
Lo hacemos únicamente por medio de diferentes tipos de aportes solidarios y comprometidos de cientos de compañerxs de todo el país y el exterior. Sin esto, todo sería casi imposible. Y sin desconocer la importancia del dinero en el sistema en el que vivimos, la contribución más significativa sigue siendo aquella en la que por medio del trabajo voluntario se produce una creación formativa, organizativa y moralizante. La Memoria del Pueblo se construye pensando, diciendo y fundamentalmente trabajando y militando codo a codo, con enorme compromiso y proporcional alegría.
Entre los días sábado, domingo y lunes, alrededor de 25 compañerxs y amigxs de Venceremos Partido de Trabajadorxs del Gran Buenos Aires, Capital Federal, Neuquén y Córdoba junto a compañerxs anfitrionxs de la Imprenta participamos de esta construcción.
La colocación de puertas y ventanas de la cocina y el baño nuevos, el montaje de la estructura para su techo, el tratamiento al techo de ladrillos donde estará la biblioteca y la limpieza del patio y galería fueron las tareas concretas realizadas. El cuidado de las niñas con propuestas de actividades variadas y cocinar los almuerzos fueron trabajos complementarios hechos también colectivamente.
Bajamos, con sumo cuidado y guía de les compas, a la bóveda. La fuerza de las ideas, la contundencia de un proyecto que pudo realizar lo imposible, impacta, conmueve e interpela en estos tiempos de posibilismo.
Ha avanzado también en el fin de semana la filmación de «8 metros», documental en el que vienen trabajando lxs compañerxs de Venceremos – Partido de Trabajadorxs, para multiplicar la difusión de esta Casa que no tiene paralelo en ningún otro lugar de la Argentina, ni del mundo.
Con este espíritu de lucha y vida, extendida a la presencia activa de más 50 compañerxs, el sábado homenajeamos a Luis Aguirre, recibiendo y contagiándonos para siempre de su ejemplo de revolucionario, compañero, amigo y padre. Las palabras del Vasco, de Mariana, de Walter, de su compañera Marta, el recorrido por su vida leído por compañeras jóvenes de la Imprenta y el cierre con el cuarteto de tango Nafta, también integrado por jóvenes, permitieron que quienes no tuvimos la suerte de conocerlo personalmente, supiéramos quién fue Luis.
Custodiadxs por don Martín Miguel de Güemes y Manuel Belgrano, con los aires de resistencia y rebelión originaria que no han cesado de soplar desde el nefasto 12 de octubre, pudimos sentir la experiencia de Victoria y Héctor, de Matilde y el Picante, de Luis y del Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército del Pueblo. Esa memoria que se hace presente y actúa para volver a traer a la actualidad el proyecto de revolución socialista que le dio origen.
Quienes participamos de esta experiencia salimos distintxs de lo que entramos. También la Casa. Los lazos estrechados en la tarea, en la charla informal y en el intercambio colectivo se han vuelto más sólidos en este fin de semana de sol, de calor militante, de sororidad y fraternidad.
Desde hace un poco más de tres años, las entradas a esta Imprenta volvieron a estar abiertas al pueblo que necesite escribir con tinta roja su historia y construir un futuro digno de ser vivido.

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