No tenemos duda alguna de la necesidad de solidarizarnos con la lucha del pueblo palestino para liberarse del colonialismo sionista. Pero, ¿cómo expresar dicha solidaridad? ¿Cómo lograr una movilización que los medios no puedan ocultar? ¿Cómo crear las condiciones para que el Estado argentino se vea obligado a intervenir a favor del pueblo palestino? En definitiva, ¿cómo generar una solidaridad masiva de nuestro pueblo con lxs palestinxs?

La ocupación sionista

Esta ocupación, no fue producto de una invasión militar directa y única. Durante el curso de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Inglés ocupó territorios en Asia y África.  Uno de esos territorios era Palestina, donde convivían en paz una minoría de judíos con lxs palestinxs.

El sionismo, con la complacencia/complicidad del imperialismo británico, utilizando algunos párrafos bíblicos (con pinceladas de pseudo autenticidad histórica) inició el proceso de una ocupación sistemática del territorio con la compra de tierras (el sionismo para ese recurso nunca tuvo problemas). Dicha ocupación se multiplicó con la llegada de quienes venían escapando de las persecuciones antisemitas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

El sionismo jamás se planteó compartir con lxs palestinxs el territorio que la «Santa Biblia» le otorgaba al «elegido» pueblo judío. Al poco tiempo comenzaron las acciones armadas para expulsarles. Los ingleses, al cabo de un tiempo, ante la imposibilidad de «ordenar» el territorio, decidieron retirarse del polvorín, facilitando con su retirada el avance sobre el pueblo palestino. Ese fue el inicio de la limpieza étnica orquestada por el sionismo.

La historia es muy clara en esto: 15.000 muertos y más de 700.000 palestinxs expulsadxs de sus tierras. Pero hablamos de una historia en movimiento. La limpieza étnica sigue en proceso y somos testigos en tiempo real de la barbarie sionista.

La gran paradoja

El pueblo judío ha sido víctima de enormes persecuciones. Ha sobrevivido a la limpieza étnica llevada a cabo por el nazismo. Sin embargo de su seno ha nacido una ideología tan nefasta como la que quiso exterminarlo: el sionismo. Cárceles repletas de hombres, mujeres y niñxs, por el sólo hecho de luchar por su dignidad. Asesina a palestinxs a plena luz del día. Les expulsa de sus casas que luego demuelen para crear asentamientos de colonos sionistas. El odio racista se expresa obligando a sus moradores legítimxs (está documentado) a derribar sus propias viviendas.

Hoy Israel ha desarrollado el apartheid. Cuenta para ello con el apoyo incondicional de EEUU y la indiferencia de la mayoría de los gobiernos de los países que integran esa maquinaria en descomposición llamada ONU.

Todo esto sería suficiente para justificar respuestas solidarias contundentes de parte de nuestro pueblo. Sin embargo predomina el desconocimiento absoluto de esta situación. Por eso es necesario profundizar, explicar, debatir. ¿Por qué nos debe importar lo que sucede en Palestina? ¿Cómo nos afecta su realidad? ¿Cómo podemos ayudar, efectivamente, con acciones solidarias?

Es una misma y única lucha, allá y acá

Los contextos son distintos, las particularidades son diferentes, las culturas no son iguales. Sin embargo las clases que se enfrentan son las mismas. Los intereses en pugna son los mismos. Aquí y allá. Los enemigos del pueblo argentino pertenecen a la misma clase social que los enemigos de lxs palestinxs.

No es como nos hicieron creer, que el conflicto era árabe – israelí.  Así lo presentaron, incluso las burguesías árabes, para retacear su apoyo a lxs palestinxs. De no ser así, ellxs no estarían en campos de refugiados absolutamente abandonados a su suerte. Otra prueba son los acuerdos de Israel con varios países árabes.

También es llamativo que las organizaciones que hoy se disputan el pseudo control de Cisjordania y Gaza, y que confrontarán en próximas elecciones, no representan los objetivos profundos del pueblo palestino. En ese sentido cabe señalar la búsqueda de «La Ruta Palestina Alternativa» por parte de organizaciones que no acuerdan con Hamas ni con Al Fatah porque éstas vienen conciliando posiciones con el opresor.

La política de Israel, en su rol de portaviones yanqui en el corazón de Medio Oriente, está determinada por Estados Unidos que, más allá del poder del sionismo norteamericano, tiene sus intereses imperialistas.

Por lo tanto, tenemos el mismo enemigo. Su lucha es nuestra lucha. Dónde y cuándo se le pegue al imperialismo y se lo debilite, están debilitando a nuestro enemigo. Y si el dónde y cuándo es aquí, en Nuestramérica, estaremos debilitando al enemigo de nuestrxs hermanxs palestinxs. Sus logros, sus triunfos, serán nuestrxs, de la misma manera que nuestras victorias serán las suyas. Es una misma y única lucha, allá y acá.

Movilicemos, volanteemos, saquemos documentos. Todo eso es importante y ayuda. Pero lo que más nos ayudará a nosotrxs y a ellxs son los avances que se logren/logremos en las distintas latitudes en la lucha de clases.

Por lo tanto incorporemos sus reivindicaciones. Impulsemos fuertemente para que Argentina rompa relaciones con Israel, que el gobierno local deje de coquetear «diplomáticamente» con el sionismo fascista que hoy gobierna Israel.

Ningún acuerdo comercial, ni cultural, ni deportivo mientras el pueblo palestino siga oprimido por el sionismo.

 

David Alterman

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