El jueves 23 de Julio lxs trabajadorxs del Ministerio de Desarrollo Humano y Habitat llevaron adelante una medida de lucha para visibilizar sus reclamos, ya que el ministerio es declarado esencial pero sus trabajadores son precarizados, la respuesta que recibieron fue un ataque de una patota del Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA). Con frecuencia los gobiernos tercerizan la represión en grupos de choque paraestatales para intervenir en conflictos.

 

Esenciales con todos los derechos

Desde el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) lxs trabajadorxs del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat vienen denunciando la falta de condiciones dignas para llevar adelante sus tareas.

Algunos de los reclamos son la falta de personal en hogares, refugios y paradores de la dirección de mujer, de niñez y de adicciones. Además, mientras el Ministerio es declarado esencial lxs trabajadores siguen precarizadxs: muchxs estan contratadxs con salarios de miseria, no cobran bonos, ni aguinaldos, ni tienen ART, ni reciben plus en reconocimiento a la tarea que realizan. Como tampoco se aplican correctamente los protocolos de actuación antes casos sospechosos o confirmados de COVID-19.

Hace algunas semanas lxs trabajadorxs en una asamblea de más de 130 personas votaron un plan de lucha con distintas acciones. Ante la falta de respuesta del gobierno de la Ciudad decidieron hacer una presencia en el Ministerio, y lograron una reunión con el sector de recursos humanos, pero cuando se retiraban del predio fueron atacadxs por una patota del SUTECBA.

Tercerización de la represión para disciplinar al pueblo trabajador

Esta no es la primera vez que el SUTECBA lleva adelante estas prácticas patoteriles, en el año 2012 “la banda del Cuca Alcucero” ingresó a la base operativa del programa BAP (Buenos Aires Presente) exhibiendo armas de fuego, rompiendo puertas y ventanas y amenazando a los trabajadorxs que estaban organizando la movilización del día siguiente para exigir la reincorporación de los compañerxs despedidxs.

Pero el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no es el único que terceriza la represión en estos grupos de choque, sino que es una práctica que sostienen todos los gobiernos sin importar el color. Cuando lxs trabajadores se organizan de forma independiente y por abajo, se tiene que enfrentar a la triple alianza antiobrera: gobiernos y sus agentes estatales, las patronales y la burocracia sindical con sus patotas.

Un claro ejemplo de esta práctica que sigue vigente, fue el 20 de octubre de 2010 cuando fue asesinado el compañero Mariano Ferreyra (militante del Partido Obrero) por una patota de la Unión Ferroviaria, y además ese día resultaron heridxs Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos. Y en la actualidad podemos hablar del ataque de la patota del sindicato petrolero a docentes en Chubut, o el amedrentamiento por medio de barras bravas que sufrieron lxs trabajadorxs del frigorífico Penta.

Esta modalidad represiva cada vez es más utilizada con el objetivo de disciplinar a lxs trabajadores organizadxs, pero con el menor costo político posible sin manchar el nombre de la gestión gobernante, y de la misma manera tampoco se contribuye a la deslegitimación de sus fuerzas represivas “formales”.

Desde Venceremos- Partido de Trabajadorxs expresamos toda nuestra solidaridad a lxs trabajadorxs estatales de promoción social, y hacemos responsable de este ataque a Horacio Rodriguez Larreta y María Migliore. Mientras ellos tienen a sus perros guardianes para defender a los patrones que vulneran nuestros derechos, nosotros tenemos la organización, la solidaridad de clase, y la lucha para resistir y vencer.

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