Este jueves 9 de abril, en el marco de una olla popular en la puerta del Frigorífico Penta, los trabajadores fueron reprimidos duramente por la policía mientras exigían el pago de sus salarios y que se reactive la producción. Este frigorífico se encuentra cerrado por lockout patronal desde el 17 de marzo. Desde esa fecha, 250 familias del frigorífico están sin respuesta, dado que las puertas se encuentran cerradas por la patronal con la excusa de no haber hacienda para faenar. Sin embargo, los frigoríficos más cercanos están recibiendo el doble de cabezas y a sus trabajadores les acrecientan los ritmos de producción para aumentar los kilos. Como si esto fuera poco, los trabajadores están entrando a su segunda quincena sin cobrar.
La respuesta de los trabajadores y la respuesta de las «autoridades»
El relato de los hechos muestra que los compañeros siguieron cumpliendo horario todos los días. Presentándose en la planta para cumplir con su jornada, aunque no los dejaran pasar. En algunas oportunidades aparecieron, con actitud provocadora, representantes o socios de la patronal, sin dar ningún tipo de respuesta.
Este jueves 9 de abril, en el marco de una olla popular con alrededor de 200 trabajadores del frigorífico la policía reprimió duramente, dejando a dos trabajadores hospitalizados y más de 10 heridos de bala de goma. No hubo excusa, ni presentación de razones, más que defender al dueño del frigorífico.
Los sucesos se desenvolvieron como a continuación se detallan. Dentro de la planta aún trabajan tercerizados y preecarizados, en mantenimiento y limpieza. Cuando estos trabajadores se dispusieron a salir los 200 compañeros del frigorífico intentaron entrar. Su objetivo era tomar eso que se les arrebato, la fuente de trabajo. Entraron de manera pacífica, sin golpear, ni romper ni amenazar a nadie. La respuesta de la policía fue una represión cuerpo a cuerpo. La saña fue tremenda, pateando trabajadores en el piso, repartiendo garrotazos y disparando balas de goma a pocos metros de distancia. Como si esto fuera poco se reforzó la presencia policial de manera casi instantánea. En cuestión de minutos había 15 móviles policiales, antimotines y otras fuerzas. En el mismo momento, un trabajador seguía desmayado en el piso teniendo que esperar 40 minutos una ambulancia, mientras que alrededor de él seguían pegándole a otros trabajadores.
Luego de la represión se hicieron presentes en el lugar un grupo de concejales de Quilmes que no pudieron dar muchas explicaciones. Los trabajadores planteaban algo simple, que pongan en vereda a la policía y a la patronal, que le hagan cumplir la ley como se la hacen cumplir a cualquier laburante. Claramente los funcionarios no podían responder a nada, a pesar además de que hacía unos días Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, había prometido a los trabajadores de Penta que se iba a solucionar este problema. No solo no se soluciono sino que además se reprimió.
Sobre este cuadro represivo contra los trabajadores hay que agregar también las patotas que estaban dentro del frigorífico que agitaban palos desde adentro como señal de amenaza. Muchos laburantes del Penta viven en el barrio y reconocen a parte de esta patota como «gente de Mayra Mendoza».
En concreto, esta es la respuesta que se les da a las y los trabajadores, a quienes hoy sostenemos la producción de alimentos, medicamentos y servicios entre tantas cosas elementales. Esta es la respuesta a las y los que arriesgan la vida trabajando en este contexto de emergencia sanitaria. Esta es la respuesta para los que trabajamos.
¿Y los patrones y estafadores?
Por efectos de la pandemia terminan siendo hechos más crudos situaciones que quizás son moneda corriente en este sistema, como por ejemplo la ductilidad de las leyes y decretos presidenciales según a quien le toque. Un trabajador puede ser apaleado por romper la cuarentena, pero un empresario puede dejar a 250 familias en la calle de un día para otros sin pagarles un peso y no se hace nada. Un ejemplo de empresario que hace honor a su clase es Ricardo Bruzzese, denunciado por los trabajadores como un estafador.
Ricardo Bruzzese es desde hace unos años el presidente de la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (CADIF) y uno de los principales operadores de la carne en el Mercado de Liniers.
Como titular de esta cámara patronal fue uno de los que acordó a principios de mayo de 2018 con el gremio de la carne un paupérrimo acuerdo paritario de un 15% de aumento, pagado además en dos tramos (abril y setiembre), plegándose así animosamente a la estrategia macrista de descargar el peso de la crisis en la clase trabajadora. Recordemos que la inflación de 2018 terminó siendo, según el INDEC, del 47,6%, la cifra más alta en los últimos 27 años, de acuerdo al mismo organismo.
Sin embargo su apego a la política macrista, de todxs es conocido que Bruzzese fue, de la mano de su padrino político, Guillermo Moreno. Partícipe de alguno de los momentos más oscuros del kirchnerismo, al que engrosó sus filas con la agrupación Bases Nacionales Peronistas, agrupación que se extendió nacionalmente y de la cual fue presidente. Fue candidato a intendente de la Matanza en 2011, candidatura en la que llegó a estar habilitado para competir con el sello del Partido de la Victoria, pero de la que debió bajarse tras el desvelamiento de los tejes y manejes económicos de Sergio Schoklender. Estos lo implicaban directamente, tanto al ser impresos sus afiches de campaña con fondos públicos en la imprenta que manejaba Schoklender, como por el uso por éste de terrenos ubicados en el Mercado Central, aunque en ese momento Bruzzese indicó en un comunicado que “Cristina Kirchner me ha requerido acompañarla. Ello exige dar un paso al costado de mi aspiración personal a la Intendencia de mi amada Matanza priorizando siempre el lugar que demande el Proyecto Nacional»
En el mismo año, poco antes que eso, y también de la mano de Moreno, con Bruzzese manejó el programa “Carne para Todos”. Fallido programa que recorrió algunos municipios del conurbano bonaerense durante unos pocos meses, según dicen, lo que duró la campaña política, y luego brilló por su ausencia.
De todas formas el mismo programa fue denunciado porque durante su corto tiempo para ofrecer estos “cortes populares” se montó una operación donde estos se intercambiaban por habilitaciones de cuotas en el registro de operaciones de exportación, el destino de estos cortes también es objeto de denuncias, pues habrían sido vendidos para embutidos.
Hacia mediados de 2013, con Moreno aún en la secretaría de comercio, el ya dueño de las firmas dedicadas al comercio de carne vacuna “El Padrino de Don Corleone” y “Kriolla”, Bruzzese se convirtió en el jefe del grupo Penta, un grupo formado por tres plantas frigoríficas (Penta, Arenales y Nueva Escocia) que era el mayor comprador de hacienda en el Mercado de Liniers.
En 2014, ya con Moreno fuera de la secretaría y sin padrinos políticos, Bruzzese llamó a concurso de acreedores en su frigorífico Nueva Escocia, poniendo en vilo la continuidad laboral de 300 empleados. El frigorífico al final fue rescatado, pero para muchos la maniobra que hizo peligrar 300 puestos de trabajo fue una “devolución de favores” y una puja de poder contra un kirchnerismo que lo había desamparado política y económicamente. En este último punto, es de consignar que, apenas adquirido, el grupo empezó a acumular una abultada deuda con los consignatarios de Liniers que llegó hasta los 30 millones de pesos.
En 2016 al frigorífico Penta, ubicado en Bernal, le dieron de baja la matrícula por haber adulterado documentos para faenar sin que los animales llegaran al peso mínimo (figuraban animales de 80 kilos cuando en realidad pesaban 60), una reconocida maniobra de evasión impositiva.
La disputa será en la calle
Es evidente que no hay decreto ni ley que frene la ambición patronal. El poder político o bien no lo está logrando o es cómplice. Cualquiera de las dos que sea la respuesta a las y los trabajadores no nos queda otra que pelear en la calle y en puerta de fábrica por todos nuestros derechos. Nuestra única garantía es la organización en el lugar de trabajo de todas y todos los compañeros. Por el triunfo de la pelea del Penta y de todas y todos los trabajadores que vienen siendo atacados por las patronales.
¡¡Todo el apoyo a las familias trabajadoras del frigorifico el penta!!
¡¡Apertura y pago de las quincenas atrasadas!!