Ecuador: el pueblo en las calles contra el ajuste de Lenin Moreno y el FMI

Los pueblos de Nuestra América sabemos lo que significa el FMI: ajuste, represión, deterioro de nuestras condiciones de vida y de trabajo. También sabemos que la única forma de poner límite al despojo sin fin que promueven los empresarios, los gobernantes y los organismos internacionales es luchando, masivamente, en las calles. Hoy Ecuador suma una nueva página a una larga y reiterada historia de saqueo en nuestro continente.

En un guión repetido en nuestras latitudes, el pasado martes el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, anunció un conjunto de reformas económicas con el objetivo de “reducir el déficit fiscal” exigido por el FMI para mantener el acuerdo de financiación por 4200 millones de dólares. Una de las principales medidas fue el retiro del subsidio al combustible, lo que supondría el aumento de los ingresos estatales por 1300 millones de dólares. Argumentando que es una forma de combatir el contrabando y que resulta mejor que aumentar el IVA, el gobierno de Moreno descarga sobre la población el costo de emprolijar sus cuentas. Al aumentar sensiblemente el costo del transporte de personas y mercancías, la eliminación de subsidio impacta de lleno contra los ingresos de las y los trabajadores y el pueblo en general.
Fiel a su papel de lacayo del imperialismo, Moreno anunció además que se retirará de la OPEP el año próximo. Hace meses que Ecuador incumple las cuotas de producción de petróleo acordadas con el resto de los productores de petróleo, en un contexto de baja de los precios.

Por si no fuera suficiente con lo anterior, el “paquetazo” incluye una reforma laboral. La misma por la que militan los empresarios “nacionales” y el FMI en todo el continente. El proyecto reduce a la mitad la cantidad de días de vacaciones de los empleados/as estatales (de 30 a 15), asimilando las condiciones del sector público a las imperantes en el sector privado formal. Junto a ello, extiende a 3 años el período durante el cual se puede despedir sin indemnización. En una economía estancada, el gobierno ecuatoriano repite la falacia de que la recuperación de la actividad depende de que los trabajadores acepten que sus ya escasos derechos laborales se vean cercenados de forma drástica.

El día de hoy, 3 de octubre, con todo el transporte paralizado, el pueblo tomó las calles para exigir la salida del presidente y a rechazar las medidas del FMI. La movilización de organizaciones sociales y sindicales fue reprimida por las fuerzas de seguridad. La resistencia en las calles continúa y el paro de transportes se extiende en forma indefinida. El gobierno, por su parte, ha redoblado la apuesta estableciendo el estado de excepción.

Esta es la cara de la democracia de los mercados y de los organismos internacionales: miseria a gran escala para las mayorías, beneficio para las minorías locales y extranjeras; represión contra el pueblo, pleitesía contra los empresarios y el imperialismo. Pero también la lucha del pueblo ecuatoriano muestra que hay reservas de resistencia y de dignidad para poner freno a la ofensiva.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí