Luego de una decena de días de movilización, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, renunció a su cargo, al igual que once funcionarios asociados a lo que se conoció masivamente como “ChatGate”
Puerto Rico en los papeles, es un Estado Independiente asociado a Estados Unidos, es decir un status colonial sólo disimulado por la retórica liberal. Al igual que lo fue Cuba a principios de siglo XX, el estado centro americano fue de los últimos bastiones del colonialismo español que pasó a manos del pujante imperialismo yanqui, siendo hoy, junto con las Islas Malvinas, dos de las expresiones más claras de la permanencia de la “marca colonial” en nuestro continente.
Ese pueblo, que hace tan sólo dos años sufrió los efectos catastróficos de un huracán que se cobró miles de vidas y cuyos daños materiales aún no han sido reparados, salió masivamente a la calle durante dos semanas, pidiendo la renuncia del gobernador Ricardo “Ricky” Roselló y sus “brothers” (funcionarios más allegados). Los motivos: la publicación chats de Telegram en los que se evidenciaban corruptelas, se burlaban de la comunidad LGTBIQ , descargaban toda su misoginia contra Melissa Mark-Riverito, expresidenta del Consejo de la Ciudad de Nueva York, fantaseaban abiertamente con el asesinato de la principal opositora Carmen Camen Yulin Cruz, alcaldesa de la capital, e incluso chistes escatológicos en torno a las víctimas del huracán María. Cabe señalar, que Roselló, miembro del Partido Nuevo Progresista, es expresión del sector anexionista de las clases dominantes puertorriqueñas que sostienen eliminar cualquier pretensión de autodeterminación nacional.
Luego de que un informe periodístico dio a conocer todo lo anterior, la indignación no se hizo a esperar y de manera creciente, día a día, las movilizaciones fueron creciendo. La participación de figuras mediáticas como Ricky Martín, Rene Pérez (ex Calle 13) y el reggeatonero Bud Bunny le otorgaron mayor repercusión mediática. La inmediata y masiva respuesta popular logró lo pedido, y el día de ayer los funcionarios debieron renunciar. Los niveles de movilización alcanzados son inéditos para la sociedad puertorriqueña siendo la primera vez que se logra la renuncia de un gobernante desde 1947 cuando comenzaron a votar a sus propias autoridades. Al mismo tiempo, la movilización se da en el marco de una verdadera crisis económica, que tiene sus inicios en 2008 y se ha profundizado tras el huracán María de 2017. Conjuntamente, han tomado mayor vigor los reclamos contra la violencia machista y en pos los derechos LGTBIQ que parecen marcar el comienzo de un movimiento de mayor alcance. Reclamos por derechos civiles, crisis económica y deslegitimación de la casta gobernante parecen ser variables tendientes ha profundizar el procesos abierto en estas semanas.De modo totalmente hipócrita y aprovechando la situación para pegarle a los demócratas (ya que un sector de este partido fue asesor directo de “Ricky” durante su mandato) Trump se pronunció por las redes definiendo a Roselló como un gobernador terrible, principalmente por sus dichos sobre las víctimas del huracán. Cabe recordar que fue Trump, quién en 2017 viajó a la isla para recriminarle a los pobladores los costos que le estaban generando al Estado y los ciudadanos “yanquis de primera” la ayuda humanitaria para los afectados del desastre natural.
En el congreso estadounidense, también el demócrata Bernie Sanders, expresó su admiración por el pueblo puertoriqueño que señaló que quien asuma deberá escuchar los reclamos populares y oponerse a la corrupción y austeridad de Wall Street. Paradójicamente, fue la última administración demócrata de Barack Obama, la que creo la Junta de Supervisión Fiscal, grupo de banqueros encargada de ejecutar el ajuste y emitirla deuda para el “Estado asociado”. Tanto demócratas como republicanos no se mueven de un acuerdo fundamental: perpetuar la condición colonial de Puerto Rico y no “gastar” más de lo que amerita.
Quién asumirá la gobernaciónes Wanda Vazquéz, también acusada de haber malversado fondos destinados a la ayuda de los sectores afectados por el huracán. Queda entonces por ver que alcances continúa teniendo la movilización popular. Nada se puede esperar de una casta política que no está dispuesta a romper la dependencia colonial y seguir sosteniendo sus negociados y privilegios.La situación puertorriqueña actualiza la siempre presente necesidad de la unidad latinoamericana para romper los lazos con el imperialismo

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí