Codicia patronal y precarización laboral
El accidente ocurrió este domingo 11/11 en el sector CD3 de la planta de Shell en Dock Sud. Fue en medio de la “parada de planta” para realizar una puesta a punto. Se produjo una explosión durante tareas de mantenimiento, producto de la precarización en el trabajo que ejercen la multinacional y las tercerizadas. El saldo: tres compañeros trabajadores heridos, uno que se encontraba en estado de extrema gravedad acaba de perder su vida a costa de esta situación de desidia.
En Shell, como ocurre en muchas fábricas, ante la enorme presión por aumentar la producción se vienen reduciendo los tiempos de las paradas de planta: se apuran las tareas, se presiona para achicar los “tiempos muertos”; se hostiga a los obreros para que la facturación y las ganancias millonarias sigan su curso. Tareas complejas y muy riesgosas son tercerizadas. Shell reduce la tasa de accidentes de los obreros de planta en sus estadísticas, pero al costo de trasladar esa labor (y los accidentes) a empresas contratistas que precarizan a los laburantes en sus condiciones de trabajo y en la seguridad: de eso depende su ganancia. La planta cada vez posee menor mantenimiento; cada vez se vuelven más frágiles y riesgosas las condiciones para la labor, y se pone en riesgo la vida de los trabajadores y de los vecinos de la zona al generar condiciones de trabajo que ponen a la refinería siempre al borde de un accidente grave.
La ecuación de la muerte
Empresas transnacionales que facturan cifras millonarias por día, por lo cual cada minuto para ellos vale, literalmente, oro. Funcionarios de los dos lados del mostrador, como el exministro Aranguren, cuyas fortunas se tiñen de sangre obrera. Empresas tercerizadas, como en este caso HIdrocinetic SA, que no se encargan de garantizar la inversión adecuada para brindar capacitación y equipos de seguridad, y que “ahorran” en capacitación y elementos de seguridad para ganar más dinero, a la vez que presionan para aumentar el ritmo de trabajo. Accidentados que debieron ser socorridos por los propios trabajadores. La burocracia sindical mirando para otro lado. La empresa minimizando el accidente y presionando para que se retome la producción ni bien terminada la parada de planta… Se trata del cinismo de las multinacionales que generan condiciones que provocan los accidentes, apurando tiempos y avasallando francos u horas de descanso, y a la vez cuando hay un accidente quieren deslindar su responsabilidad en los obreros que ellos mismos presionan y precarizan.
En un hecho como éste se ve reflejado el verdadero rostro del capitalismo: la ganancia vale más que la seguridad y que la vida de obreros y obreras. Esto es lo que no aceptamos; esto es lo que no queremos; para cambiar esto, necesitamos organizarnos y luchar.
Si puede evitarse, no es un accidente. Basta de explotación y voracidad capitalista. Por condiciones dignas y seguras de trabajo. Organización en cada lugar de trabajo para exigir condiciones adecuadas de labor.
#BastaDeAsesinatosLaborales
Toda la solidaridad con las y los laburantes de Shell.