La Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco se encuentra en lucha por la educación pública. Esto sucede en una provincia que viene llevando adelante un feroz ajuste sobre los trabajadores estatales, quienes enfrentaron durante los meses del primer cuatrimestre una gran lucha con acampes en supervisiones de escuelas y la toma del Ministerio de educación, sumado a la lucha de lxs estudiantes por el boleto educativo gratuito que se les quiso arrebatar. En este contexto, lxs docentes universitarixs y pre-universitarixs no iniciaron el segundo cuatrimestre, sumándose a las medidas de fuerza nacionales, convocadas por la Conadu Histórica.
En este contexto la lucha confluyó también con los trabajadores que dependen del CONICET ya que el ajuste no sólo se manifiesta en la paritaria docente sino también en las actividades de ciencia y técnica. Por esta razón se decidió realizar una feria de ciencias, titulada “Ciencia con viento en contra” el 16 de agosto. Esta actividad se realizó en el marco de una jornada nacional en contra del ajuste en ciencia y tecnología. Es importante remarcar que esta es la primera feria de ciencias realizada en esta Universidad para protestar contra las medidas de ajuste.
A medida que las asambleas continuaron se fueron llenando de más docentes y también de estudiantes, interesados en articular la lucha. Las clases públicas comenzaron a inundar los pasillos de la Universidad. Algunas facultades comenzaron a hacer reuniones informativas con sus estudiantes, comentándoles el conflicto salarial pero también el contexto nacional de ajuste a la educación pública. De a poco se sumaron más estudiantes y docentes, confluyendo en un abrazo simbólico realizado el viernes 24 de agosto. Sin embargo, muchxs estudiantes entendieron que no alcanza con abrazos simbólicos y surgió la propuesta de tomar la Universidad, la cual fue rechazada en asamblea.
Con argumentos tan falsos como peligrosos de que “A la universidad se viene a estudiar y no a hacer política” ó “Todo bien con su reclamo pero que sea de las puertas para afuera”, se frenó la medida sin proponer otra alternativa. A partir de esta situación, estudiantes autoconvocadxs, de humanidades en su mayoría, propusieron una vigilia informativa en el ingreso de la universidad, sin interrupción de clase, respetando lo que se había decidido en asamblea. Esto generó reacciones en la conducción de este centro de estudiantes, así como en la Federación Universitaria Patagónica (conducida por la Franja Morada), sectores que se ven sobrepasados por la dimensión del conflicto y por las iniciativas de cientos de estudiantes que se consideran sujetos políticos y quieren pelear por sus derechos. Estas reacciones contrastan con el amplio apoyo que tuvieron lxs estudiantes de la vigilia, por parte de docentes que se acercaron a traerles carpas, bolsas de dormir, yerba y comida. Además, se realizó una asamblea inter claustros con amplia convocatoria y al día siguiente un compartir de arte que llenó nuevamente el hall de ingreso a la Universidad. A través de las clases públicas, lxs docentes universitarios también salieron a responder, desde sus diferentes disciplinas, que toda educación es política y que el conocimiento que se produce también lo es. Así, al calor de la vigilia informativa, las clases públicas y la denuncia del ajuste, se comenzaron a pintar banderas de Institutos de investigación o de distintas carreras, en vistas a la marcha en defensa de la de la educación pública.
La amplia convocatoria que tuvo esta marcha, con más de 7.000 personas que recorrieron los 4 km. que separan a la Universidad del centro de la ciudad, fueron una muestra de toda la comunidad universitaria que se planta frente al ajuste que está sufriendo nuestro sistema educativo, que no tiene otro objetivo sino el vaciamiento y la privatización. La vigilia informativa de lxs estudiantes en defensa de la educación pública también provocó reacciones de sectores de ultra derecha, apareciendo pintadas en las paredes de la Universidad con consignas tales como “Fuera marxistas y putos” y “Los carapintadas tenían razón”. Repudiamos estas pintadas y reafirmamos cada vez más nuestro compromiso con una educación crítica y emancipadora. Esta semana seguimos el plan de lucha, encontrándonos docentes, estudiantes y no docentes, todos con el mismo objetivo, defender la educación pública, laica, gratuita, feminista y de calidad.
¡Viva la rebelión educativa! ¡Plata para educación y no para el FMI!
*Agradecemos la colaboración desde Chubut