Las elecciones de autoridades nacionales, provinciales y municipales de la CTA–Autónoma tendrán lugar el próximo 8 de agosto y para la intervención en ellas se conformó la Lista 6 Multicolor, en la que confluyen unitariamente distintos sectores antiburocráticos, democráticos y de lucha de ATE, Ademys, AGDUBA, CONADU Histórica, Fesprosa, CICOP, entre muchos otros.

La militancia sindical de Venceremos que interviene en distintos sindicatos que integran la CTA-A será parte activa de esta lista de unidad en la que confluimos las agrupaciones ATE Desde Abajo y Víctor Choque de ATE, junto a delegados/ as de base y activistas estatales de diversas provincias; la Haroldo Conti de Ademys, Unida de AGD-UBA, delegados/ as de CONADU–Histórica y numeroso activismo independiente de esos sindicatos, en un marco unitario más amplio.

La lista Multicolor está conformada también por las representaciones y agrupaciones ligadas al PO-CSC, IS, PTS y MST, lo que constituye un hecho inédito por la amplitud del acuerdo. Desde la CPS Rompiendo Cadenas, de la que somos parte, jugamos un rol activo en la conformación de la lista de unidad, convencidos y convencidas de que permitirá una intervención sólida en disputa con la fórmula promovida por la debilitada Lista Verde de ATE Nacional y ligada políticamente a Unidad Popular, encabezada por Ricardo Peidro (AAPM) y Hugo “Cachorro” Godoy (ATE Nacional).

A nivel nacional, la Lista Multicolor está encabezada por Ileana Celotto de AGD-UBA, ubicándose nuestro compañero Hernán “Vasco” Izurieta, delegado general de ATE-Trabajo, en el cuarto lugar de la nómina nacional. En Ciudad de Buenos Aires, la lista estará encabezada por Jorge Adaro de Ademys y en provincia de Buenos Aires el compañero Norberto Señor, dirigente de ATE Sur e integrante de la CPS Rompiendo Cadenas, será el candidato a Secretario General por la Multicolor.

28 de junio: elecciones fallidas en una Central que no es tal

Las elecciones del 8 de agosto fueron antecedidas por los comicios del sector de la CTA-A que responde a Pablo Micheli, que se desarrollaron el 28 de junio último y que, como era de esperar, naufragaron en una completa irrelevancia.

No sorprende el desenlace ya que el vacío de representación de Micheli es casi total, como lo demuestra una “Central” en la que no participa prácticamente ningún sindicato, que recibió la ayuda interesada de la Verde y Blanca de ATE Capital, que referencia a Daniel “Tano” Catalano, con el único fin de –una vez cerrados los comicios-, trabajar por la incorporación de la CTA-A a la CTA de los Trabajadores, bajo la dirección del yaskysmo con el que está alineado.

La fragilidad del acuerdo entre el michelismo y la Verde y Blanca fue tal, que Micheli ni siquiera pudo presentar nómina propia en Ciudad de Buenos Aires y su socio de ocasión sólo lo hizo para la CTA Capital, votando en blanco a nivel nacional. Como se ve, ni los propios interesados se tomaron en serio la elección.

Además de alimentar la confusión por la base, el único saldo seguro que dejará la elección del michelismo-kirchnerismo es la segura impugnación por parte del Ministerio de Trabajo, ante la duplicación de comicios, escenario de fragmentación organizativa generado por las dos facciones dirigentes de la CTA-A.

El desafío de multiplicar un sindicalismo de clase, de lucha y plural

La conformación de la lista unitaria Multicolor de los sectores y corrientes político-sindicales, que construimos desde posiciones independientes y de lucha, resulta un acierto político en el marco de la crisis de la CTA-A.

Poner en pie una lista unitaria de estas características brinda mejores condiciones para que las y los trabajadores expresemos de manera contundente que necesitamos una CTA-A que esté a la altura de las necesidades históricas de nuestro pueblo trabajador, sin  fluctuar al ritmo de las conveniencias políticas de las dirigencias de turno, de espaldas a las necesidades e intereses de la clase trabajadora y el pueblo.

Desde Venceremos – Partido de Trabajadorxs vamos por una CTA-A que postule y practique un modelo sindical alternativo a las distintas fracciones burocráticas que son responsables de debilitar a las CTA y que nos desarman en un contexto que demanda mayor fortaleza y unidad de la clase para enfrentar los despidos; rechazar el acuerdo de saqueo con el FMI y frenar las reformas regresivas que pretenden profundizar la explotación y dominación del capital sobre las y los trabajadores.

Por ello aportaremos todos nuestros esfuerzos militantes para propagandiza junto con la Lista Multicolor que otro modelo sindical no solo es posible sino necesario en este momento histórico. Estamos convencidos y convencidas que sólo a partir de métodos democráticos, con participación real de los sectores de base, con independencia y autonomía política de los partidos patronales, se puede garantizar que los intereses colectivos, de clase, estén por encima de cualquier interés particular. Y sólo a través de la lucha, en la más amplia unidad en las calles, se pueden defender y conquistar todos nuestros derechos.

Una misma crisis, dos centrales, tres elecciones

La división de la CTA se remonta a las elecciones de 2010 cuando se enfrentaron la lista N°1 encabezada por Pablo Micheli (vinculado en ese entonces a la Unidad Popular de De Gennaro) y la N°10 liderada por Hugo Yasky (ya alineado férreamente con el kirchnerismo). Al autoproclamarse ganadores de la contienda electoral los dos sectores, la fractura fue inevitable.

En las elecciones de 2014 ambos agrupamientos renovaron sus autoridades siendo las dos CTA reconocidas por el Ministerio de Trabajo, en una suerte de “divorcio legal” que conformó a ambas fracciones. Desde entonces se formalizaron las denominaciones CTA Autónoma y CTA de los Trabajadores, respectivamente.

La fractura de la CTA se produjo, exclusivamente, por las diferencias en losproyectos políticos a los cuales adscribía cada fracción, sin registrarse contrastes significativos en el modelo sindical que defienden ambos bandos. De hecho, ambos sectores no modificaron un ápice sus estatutos y estructuras organizativas, recurriendo ambos a parecidas prácticas burocráticas cuando la situación lo requiere.

La ruptura de Micheli con el sector de ATE Nacional liderado por Hugo “Cachorro” Godoy se inscribe también en este escenario. Aquí, la distancia de ambos sectores se explica principalmente por la disputa del aparato de ATE Nacional (léase caja millonaria) y, con ese objetivo, por el unilateralismo desplegado por Micheli en la definición de la táctica sindical de la CTA.

El resultado es un Micheli carente de representatividad real y jugado a su sostenimiento político-personal. Sin recursos económicos y debilitado al extremo, acercó posiciones con su viejo rival político, Hugo Yasky: así paso rápidamente de pregonar un marco de “unidad de acción” a reivindicar la “reunificación de la CTA”, en su búsqueda desesperada de supervivencia política.

Para el yaskysmo y la Verde y Blanca de ATE, en cambio, esta pseudo-unificación que le ofrece el michelismo es una inmejorable oportunidad para profundizar el quiebre de  ATE a nivel nacional y avanzar algunos casilleros en el objetivo fundamental que tiene por delante: controlar el aparato y la caja millonaria de un sindicato que supera ampliamente las y los 300.000 afiliados, según sus propios padrones.

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