«No es un día de festejos, sino de reflexión y lucha»

Ayer, día internacional de la clase trabajadora, y a pesar de la lluvia, se realizó en Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe, un masivo acto encabezado por los trabajadores aceiteros en el que participaron centenas de trabajadoras y trabajadores, organizaciones sindicales, políticas, sociales y de DDH. En principio, la actividad se realizaría frente a Cargill, que entró en conflicto este año tras el despido de 33 compañeros de las plantas ubicadas en VGG y Pueblo Alvear y que hoy se encuentran acampando en la puerta de la planta, pero debido al mal tiempo se trasladó al club Talleres en la vecina localidad. Desde Venceremos, participamos con una nutrida delegación de compañeros y compañeras de Rosario, Buenos Aires y Mar del Plata.

Luego de movilizarnos por Gálvez, el acto se inició con un documento conjunto que leyeron, entre otros/as, referentes de la CTA, CCC, AMSAFE y la cooperativa La Toma. Luego hubo dos horadores: Daniel Yofra, secretario general de la federación aceitera y Adrián «El Mono» Ávalos, secretario general del sindicato aceitero de Rosario.

El documento unitario expresó una clara denuncia al gobierno nacional y los gobernadores por el ajuste, los tarifazos, la reforma laboral y previsional, en defensa del empleo y contra los despidos. Ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de luchar en unidad y con independencia política contra los gobiernos y las burocracias sindicales, contra el techo salarial y en defensa de su conquista de salario mínimo vital y móvil.

Por su parte, Yofra inició su intervención remarcando que «El primero de mayo no es un día de festejos sino de reflexión y de lucha» y en relación a los despidos en Cargill agregó: «Hoy los aceiteros estamos peleándola porque las patronales pensaron que al despedir trabajadores nosotros íbamos a hacer lo que hace la mayoría de las organizaciones sindicales, que no defienden a sus trabajadores, y se equivocaron, estamos utilizando el derecho y la herramienta fundamental que tenemos los trabajadores que es la huelga». Luego tomó la palabra El Mono Ávalos y advirtió: «Queremos decirle a Cargill que la Federación aceitera no está dispuesta a firmar un 15 % y bajar la bandera del salario mínimo vital y móvil» subrayando que no van a entregar el convenio ni a los compañeros de Cargill y que de persistir la intransigencia de las multinacionales deberán enfrentarse a un «Tercer Rosariazo».

La lucha de los trabajadores aceiteros representa un ejemplo y bandera para toda la clase obrera argentina, su lucha es nuestra lucha y la de todas las trabajadoras y trabajadores que luchan contra el ajuste y la represión de Cambiemos.

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