Nunca más claro cuál es el rol de la justicia burguesa, machista y patriarcal. Nunca mejor explicitado el rol de los medios de comunicación. Aún sentimos llena de bronca nuestra garganta, llenos de indignación nuestros corazones y nuestros puños todavía cerrados dispuestos a luchar.
La búsqueda de justicia y verdad todavía nos mantiene movilizadas/os en pie de lucha, atentas/os porque no quedará impune el rol de la justicia, de las fiscales y jueces, que sólo se encargaron de corromper evidencias, de desviar la atención acusando a un profesor inocente y más aún victimizando a toda la comunidad de la ENAM, revictimizando a Anahí y acusándola de su propio crimen.
Nunca quedó más evidente el rol de los jueces machistas y patriarcales, y de este Estado que funciona de protector de misóginos, violadores y femicidas.
Mientras tanto los medios de comunicación, pretenden construir una imagen especializada y heróica, de una policía que sólo tiene especialización en coimas devenidas del proxenetismo y las redes de trata. A la vez que se construye un castigo contra Anahí por el sólo hecho de ser mujer: ¿qué hacía sola? ¿Por qué salió a caminar por ese lugar? ¿Era depresiva? ¿Así que estaba fanatizada con su profesor del secundario? ¿Daba pocas explicaciones a su familia?, y así se reconstruye un escenario de farándula donde parece más importante difundir los sentires de Anahí, que encontrar a su femicida. Es más importante la muerte sobre la muerte y construir el relato de que la culpa, siempre la tienen las mujeres.
Mientras tanto el Estado en sus distintas jurisdicciones y formas (Nación, Provincia y Municipio) es el responsable directo del asesinato de Anahí, por no garantizar para las mujeres una vida libre de violencia machista y por no garantizar los recursos necesarios para la investigación del femicidio.
A pesar del dolor, nosotras/os tenemos esperanzas y lucha, nuestras principales armas para encontrar justicia y verdad. El único camino para compartirnos la tristeza y la esperanza, para darnos fuerza, porque sabemos que arderán las calles si es necesario, para que podamos vivir una vida libre de violencias.
Por todo ello, el 4 de septiembre acompañamos la movilización hacia los Tribunales de Lomas de Zamora, exigiendo justicia por Anahí ¡Vivas y libres nos queremos!
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GISELLE
Flavia Giselle Gil era vicedirectora en Avellaneda, mujer de nuestra clase trabajadora, afiliada a su sindicato docente, delegada de escuela, activista por un sindicato democrático, participativo y que luche verdaderamente por los derechos de las y los docentes.
Hace dos meses Giselle fue brutalmente violentada por su pareja, quien la atacó severamente. Permaneció dos meses internada hasta que hace unas semanas falleció.
La muerte de Giselle, es otro crimen machista que permanece invisible ante los ojos de la prensa local y nacional; y más aún ante el Estado. Nada se dice de esta luchadora por la educación pública, alguien que sentía en los más hondo las injusticias y se organizaba para cambiarlas.
Desde nuestro compartido dolor, saludamos la organización y lucha contra viento y marea que realizan las amigas/os y compañeras/os de Giselle, convocando movilizaciones y volanteadas. Porque de ninguna forma vamos a aceptar jamás, que maten a nuestras docentes, a nuestras luchadoras y que nada ocurra a cambio.
Queremos justicia para Giselle, justicia para todas las mujeres de nuestro pueblo.
Basta de violencia machista, basta de femicidios. ¡VIVAS Y LIBRES NOS QUEREMOS!