
MILEI ANTIOBRERO. LA CASTA USA EL ESTADO PARA DESTRUIR LOS SALARIOS DEL PUEBLO TRABAJADOR.
El gobierno nacional prohíbe aumentos salariales superiores al 1% mensual, en un contexto de inflación del 3% mensual. Las paritarias de comercio como caso testigo de intervención y regimentación estatal.
En estos días vemos como el Estado Nacional intervino en las negociaciones paritarias del sector de comercio, dejando a mas de 1.2 millones de trabajadores sin actualización salarial. Milei y «Toto» Caputo no quieren homologar el acuerdo alcanzado entre la Federación de Empleados de Comercio (Faecys) y las cámaras empresariales del sector. Estos habían acordado un aumento de 5.4% mas una suma fija de $115.000 dividido en tres cuotas mensuales. Es decir un monto que no compensa ni de cerca la pérdida del poder adquisitivo del salario de los empleados de comercio, que hoy está en $850.000 de básico. Aunque para Milei y Caputo es una paritaria desmedida y supera el techo del 1% mensual de aumento salarial impuesto como meta por ellos mismos.
En estos días el gobierno nacional hizo todo lo posible para dar marcha atrás con el acuerdo firmado entre el sindicato y los empresarios, y hasta el día de hoy la secretaría de trabajo no homologa el acuerdo, de esta manera el pago del monto fijado no es obligatorio para la patronal. Es tan obscena la intervención estatal, que incluso algunas de las grandes empresas del sector van a pagar la primer cuota del acuerdo, aunque Milei no lo autorice, para evitar asambleas y movilizaciones de los trabajadores en sus locales.
Una vez mas vemos qué significa ser «libertario» para esta banda de lúmpenes que gobiernan, libertad absoluta para el empresariado, ninguna libertad para la clase trabajadora y el pueblo o mejor dicho, libertad para morirse de hambre para las familias obreras de nuestro país.
Esta intervención directa y descarada del gobierno nacional sobre los ingresos de los trabajadores solo es posible por la total descomposición de la gran mayoría de las conducciones sindicales, que ni quieren ni pueden organizar la defensa obrera contra este gobierno anti obrero, y por la impotencia y apatía de gran parte de nuestro pueblo trabajador.
Debemos redoblar los esfuerzos para organizar a los que hoy están dispuestos a luchar contra este gobierno, acercarnos a los desencantados y dar la discusión abierta con los trabajadores y trabajadoras que están hundidos en el desánimo y la apatía, mostrando la necesidad de construir un camino de resistencia y una alternativa a tanta barbarie, corrupción, mentiras y saqueo. Si ellos nos ponen un techo a nuestro salario y al desarrollo pleno de nuestras vidas, nosotros debemos hacer que se les mueva el piso.