Con casi un millón de nuevos contagios en tan solo dos semanas, la tercera ola de Covid golpea fuertemente a nuestro país. A contramano de este dato, los gobiernos nacional y locales van suprimiendo medidas de resguardo sanitario como el aislamiento de contactos estrechos. El gobierno responde a un empresariado preocupado por el ausentismo laboral reduciendo los cuidados y flexibilizando protocolos. Nuevamente, la salud de lxs laburantes y el pueblo es la variable de ajuste.

 

En los últimos 14 días se produjeron casi un millón de infecciones por Covid en Argentina (977.400). El crecimiento de la contagiosidad en dicho lapso llegó al 700%. Esto, mostrado en gráficos, muestra un salto vertical que representa el avance exponencial de la enfermedad.

Este martes 11 de enero, se registraron 134.439 contagios. Las zonas más comprometidas siguen siendo los grandes centros urbanos. La provincia de Bs. As., con la mayoría de casos en su área metropolitana, contabilizó este 11 de enero casi 50.000 positivos; le sigue CABA, que en solo 202 km2 de superficie superó los 15.700 casos. Luego, Córdoba, con más de 14.600. La ciudad porteña sigue teniendo el récord absoluto de contagios por habitante, siendo en este sentido la capital de la “apertura” y la circulación del Covid, con 22.973 casos cada 100.000 habitantes. O dicho de otra manera, casi un 23% de contagiadxs, prácticamente 1 de cada 4 personas.

Las nuevas cepas, entre ellas la Delta y la Ómicron inciden en este escenario. A eso se suma un abandono de medidas de cuidado que el estado va desmontando, las dificultades materiales para sostener mecanismos de prevención y el relajamiento social tras dos años de pandemia. Si bien la letalidad de la nueva variante Ómicron es menor y el avance en la vacunación genera mejores condiciones para enfrentar esta nueva oleada, el crecimiento en la ocupación de camas de terapia intensiva de las últimas dos semanas fue de un 134%. En algunas jurisdicciones como CABA, las internaciones por Covid se triplicaron en menos de un mes (ver Página 12; 08-01-22). Se trata de señales de alerta que los gobiernos conocen pero deciden no ponderar. Por el contrario: en pleno período de multiplicación de los contagios, donde cada día supera con un nuevo récord al anterior, desde el Ministerio de Salud de la Nación, desde el COFESA (Comité Federal de Salud) y desde el ejecutivo de las distintas jurisdicciones se van eliminando medidas de cuidado y flexibilizando protocolos que suprimen o reducen los aislamientos de casos sospechosos o contactos estrechos. Esta paradoja de reducir cuidados en pleno pico de contagios tiene una explicación: la ganancia empresaria.

 

Nueva variante más contagiosa y menos letal… pero no inocua

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la variante Ómicron, extremadamente contagiosa, “es capaz de fijarse más fácilmente en las células humanas” que las variantes preexistentes y contagiar a personas que ya habían cursado la enfermedad o que estaban vacunadas. Los funcionarios de este organismo alertan respecto de que más de la mitad de la población europea puede contagiarse en los próximos dos meses si no se toman medidas para evitarlo (ver La Nación; 11/1/2022). Lejos de los pronósticos que tratan de minimizar los alcances de esta nueva cepa y explícita o implícitamente sugieren el abandono de medidas de cuidado, la OMS no concuerda con las especulaciones que sentencian el pasaje de pandemia a endemia para el Covid; es decir, que esta enfermedad ya esté adoptando un alcance mucho más predecible, acotado y circunscripto a determinados territorios y momentos. El aumento en los casos graves y fatales no es proporcional al de los contagios… pero viene experimentando un crecimiento sostenido. Esto desmiente las lecturas que relativizan el riesgo de las nuevas cepas.

La importancia de la vacunación es innegable en la disminución de casos graves y de muchos contagios. Pero queda a la vista que no es la única variable y que no evita la propagación del virus. Los planteos del empresariado y los gobiernos que adjudican a la vacunación cualidades casi mágicas, al punto de suprimir cualquier otra medida de protección y prevención, no son más que artilugios. Se trata así de que la maquinaria económica, mediante la que lxs trabajadorxs sostienen las ganancias del empresariado, no se detenga.

 

Más contagios, menos testeos, menos aislamientos

En las reuniones que el Ministro de Economía Guzmán viene sosteniendo con empresarios y burócratas sindicales para implementar un nuevo “pacto social” de cara al acuerdo con el FMI que el gobierno promueve, una invitada clave fue la Ministra de Salud Carla Vizzotti. Ante la cúpula de Toyota, Syngenta y Natura, entre otras empresas, Vizzotti se comprometió a trabajar junto con las direcciones sindicales burocráticas, como las que estaban allí (Daer y Rodríguez, entre otras) para bajar el “ausentismo laboral” que los casos sospechosos de Covid generan (ver La Nación; 06-01-22). Es decir, que en plena explosión de contagios la preocupación principal de la cartera de Salud es Económica, y desde el punto de vista del cuidado de la ganancia empresarial. Las patronales se quejan de que el ausentismo por Covid (contagios más casos sospechosos) llega hasta el 20% de sus planteles. En lugar de cumplir los protocolos para evitar las infecciones, promover la contratación de nuevos empleados que releven a lxs ausentesy reforzar los cuidados, Vizzotti prometió hace una semana flexibilizar las pautas de aislamiento. Y cumplió.

Este 11 de enero, horas antes de que se anunciara un nuevo récord de contagios, la ministra Vizzotti anunció una peligrosa flexibilización en los protocolos sanitarios. Quienes cuenten con el esquema completo de vacunación y hayan recibido de manera reciente el refuerzo en su inoculación, quedarán exceptuados de aislarse en caso de ser contacto estrecho.

A esta medida se suman otras, como por ejemplo que las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART) dejarán de dar cobertura automáticamente a lxs trabajadorxs registradxs que contrajeran Covid. Hasta ahora, se consideraban las infecciones como enfermedad laboral no listada. A partir de esta modificación, deberán intervenir comisiones médicas que evaluarán si la ART dará (o no) cobertura. En el área de Salud, lxs trabajadorxs médicxs de distintos hospitales, entre ellos el Posadas, vienen denunciando cómo dejarán de ser considerados contacto estrecho quienes compartan espacio laboral en el hospital con un caso positivo, limitándose esta categoría sólo a familiares convivientes y no a casos referidos al espacio de trabajo. El común denominador: flexibilizar los protocolos para cuidar el bolsillo de banqueros, patrones y del propio Estado como empleador. Lo que le quieren ahorrar a las patronales, se paga en salud y en vidas de laburantes.

 

 

La flexibilización de protocolos, es flexibilización laboral que pone en riesgo nuestra salud

¿Cuál es el criterio sanitario por el cual se flexibilizan los protocolos en el momento de mayor expansión de los contagios? Todas las medidas estatales que reducen cuidados deliberadamente, pero fundamentalmente las de resguardo sanitario en ámbitos de circulación masiva y de trabajo, se explican por una misma razón. La protección de las ganancias patronales, la presión laboral del estado como empleador, la necesidad de recaudación fiscal. Ante un gobierno jugado a un mayor ajuste, exigido por el FMI y ejecutado sin reparos pese a las declaraciones altisonantes, cabe la mayor unidad de acción en las calles. Es momento de retomar las medidas de autocuidado y exigirlas como trabajadorxs a nuestras patronales; conformar comisiones de salud y de control en los lugares de empleo; no abandonar las calles pero extremar los recaudos.

Ante el ajuste en curso, y el que el nuevo pacto con el FMI promueve, unidad, lucha y organización.

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