Este domingo 12 de septiembre se realizan las PASO. Elecciones que preceden a las Legislativas, y donde los partidos mayoritarios y patronales, peronismo y frentes opositores de derecha, acaparan la vidriera. En un contexto de miseria creciente, con medio país literalmente sumergido en la pobreza, ninguno de los frentes políticos del sistema discute públicamente qué va a hacer con la impagable deuda externa, con la destrucción de nuestro ambiente por el extractivismo, con los millonarios que fugan divisas gracias al saqueo de nuestros recursos y bienes comunes.

 

Se acercan las elecciones en medio de una campaña carente de vuelo y que genera poco entusiasmo. Ninguna expectativa pueden generar quienes gobiernan a nivel nacional, o bonaerense aplicando desalojos a las familias sin techo, pero cediendo ante cada presión de un empresariado cada vez más rico, como ocurre con el Frente de Todos. Son los pagadores de una deuda contra el pueblo. Menos se puede esperar del macrismo y radicalismo de Juntos, cuyas políticas han sido abiertamente serviles hacia las patronales y el imperialismo. Son los fugadores de la deuda que el peronismo paga sin cuestionamientos. Tampoco puede hablarse de “alternativa” cuando se piensa en los fachos-liberales como Milei o Espert. Detrás de su perfil de bufones mediáticos, hay un programa de extrema derecha, represivo y con recetas como las que aplicó Cavallo antes de salir eyectado por una movilización popular en su último paso por los despachos ministeriales, durante la Alianza. Son los herederos de Martínez de Hoz, con y sin peluca; con nariz de payaso, pero además con cachiporra.

En nuestra democracia, más formal que real, un puñado de representantes apalancados por estructuras partidarias rancias deciden el destino del pueblo. Se trata de políticas y políticos profesionales en el peor sentido del término, que realizan campañas millonarias pero vacías de contenido, costeadas por empresarios para los cuales legislarán luego.

Con estas enormes limitaciones que condicionan los márgenes de decisión popular, las elecciones se presentan como un ámbito que no es en el que se darán las principales definiciones políticas que el pueblo necesita. Pese a esto, la presencia de legisladorxs de izquierda, con una perspectiva anticapitalista, es un elemento progresivo. Por eso llamamos a votar las listas del Frente de Izquierda y los Trabajadores – Unidad. Lo hacemos reconociendo lo valioso de muchxs luchadorxs que conforman sus listas, sus planteos de ruptura con el FMI y una plataforma con reivindicaciones de izquierda que compartimos. Pero lo hacemos de manera crítica, ya que no podemos dejar de señalar que los partidos que hegemonizan este frente sobreestiman el terreno electoral y subordinan su accionar en las calles a dicho plano; además de que no buscan ampliar las bases de sustentación del frente, más pendientes de disputas de aparato que de consolidar una herramienta que no abandone su programa pero que sea más abarcadora.

 

Para que la derecha no avance en las urnas, debemos avanzar en las calles. Crecer en unidad y también en combatividad. En unas elecciones signadas por la apatía, donde los problemas del pueblo no van a ser resueltos, llamamos a votar al FIT-U contra el FMI y en clave socialista. Necesitamos construir unidad en las calles y en perspectiva de lucha. La experiencia de las rebeliones populares en Nuestra América nos muestra un camino: es allí, en las calles, donde conquistaremos nuestro futuro.

Venceremos-Partido de Trabajadorxs; 09-09-21

Ver también:

“El pueblo frente a las urnas”

“Unidad y lucha en las calles para que no nos sigan derrotando mediante las urnas”

“Ni las PASO ni las Legislativas resuelven nuestros problemas”

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